La baja autoestima puede usar diferentes mascaras. Veamos algunas de las más comunes.
El Impostor: Aunque se muestra feliz y exitoso, en realidad le aterra el fracaso, y vive con el constante miedo de "ser descubierto". Necesita triunfos externos constantes para tratar de mantener la mascara de alta autoestima, lo cual le podría conducir a problemas con el perfeccionismo, competencia, o sobre exigencia.
El Rebelde: Actúa como si las opiniones o buenas intenciones de otros, especialmente las personas importantes o poderosas, no importaran. Vive con una rabia constante por no sentirse "suficientemente bueno". Continuamente necesita probar que los juicios y criticas de otros no le duelen, lo cual podría crear problemas al culpar a otros excesivamente por sus tropiezos, romper las reglas y/o leyes, o desafiar y pelear con las figuras de autoridad.
El Perdedor: Se muestra desvalido e incapaz de valerse por si mismo, y espera que alguien venga a rescatarlo. Usa la auto compasión o la indiferencia como una barrera contra el miedo a asumir la responsabilidad de sus actos. Siempre anda en busca de la guía de otros, lo cual podría llevar a una falta de asertividad, falta de logros propios, y una excesiva dependencia de los demás en sus relaciones.
Si se identifica con algunas de las mascaras señaladas alégrese, reconocer algo es el primer paso a solucionarlo, y para lograrlo necesitamos conocer que factores influyen en ello.
Ruido
Nuevamente regresamos a nuestra imagen de nosotros mismos, pero esta vez desde la percepción que tenemos de ella, la que es a su vez nuestra percepción de nosotros mismos.
Nuestra percepción de esa imagen interna que nosotros mismos creamos lo es todo para nuestra autoestima. Cómo nos vemos a nosotros mismos tiene un efecto sobre todo lo que hacemos en la vida.
Y no podía ser de otra manera, pues cómo nos percibimos da origen a nuestro dialogo interno, esa voz interior que es un eco de nuestros pensamientos más profundos, y nos etiqueta según nuestra percepción de esa imagen.
Es importante entender la diferencia entre esa imagen y nuestra autoestima, pues no son la misma cosa.
Esa imagen interna que hemos formado de nosotros mismos es el resultado de las comparaciones que realizamos entre nosotros y quienes están a nuestro alrededor, es el juicio que hemos emitido con respecto a nosotros. Es el producto de comparaciones externas.
Tal vez la manera más sencilla de apreciar esta diferencia sea observando a los niños pequeños. Ellos tienen una alta autoestima porque aun no han formado esa imagen interna, no están constantemente comparándose con algo o alguien externo a ellos, y emitiendo juicios de valor al respecto.
Al entender esto es sencillo comprender porque nuestro dialogo interno contiene tanto "Ruido". Ruido que no es otra cosa que el eco de nuestros pensamientos más profundos. Ruido que si escuchamos atentamente nos revelará las verdaderas ideas que tenemos sobre nosotros mismos.
Pero, ¿Qué son esa voz interior y ese ruido?. Sencillo, son la clave que nos permitirá mejorar nuestra autoestima si escuchamos atentamente.
Nuestras experiencias pasadas, aun esas cosas sobre las cuales usualmente no pensamos, están vivas y activas en nuestra vida diaria en la forma de nuestra voz interior.
Aunque la mayoría de las personas no escucha esta voz interior de la misma manera que escucharía una conversación normal, esta actúa de manera muy similar, repitiéndonos constantemente los mensajes originales de nuestras experiencias pasadas.
Para las personas con una alta autoestima los mensajes de la voz interior son positivos y elevadores. Pero para una persona con baja autoestima, esa voz interior se convierte en un duro critico interno, constantemente criticando, castigando y menospreciando sus logros.
Puesto que nuestra autoestima se forma a través de nuestras experiencias con otras personas y las actividades que realizamos, el eco de nuestra voz interior no puede hacer otra cosa que recordarnos nuestra percepción de esas experiencias.
En este punto conviene preguntarnos, ¿Qué tan importante es la opinión que otros tienen de nosotros?.
Aunque nuestra voz interior puede contener mensajes positivos, y a menudo nos los comunica, es principalmente cuando nos enteramos de la opinión que otra persona tiene sobre nosotros que el ruido interno aumenta a un nivel que no nos permite escuchar lo que estamos pensando.
¿Le parece extraño?, obsérvese, tal vez se sorprenda al descubrir cuanto le cuesta escuchar lo que piensa.
Con cariño
Mel.
El Impostor: Aunque se muestra feliz y exitoso, en realidad le aterra el fracaso, y vive con el constante miedo de "ser descubierto". Necesita triunfos externos constantes para tratar de mantener la mascara de alta autoestima, lo cual le podría conducir a problemas con el perfeccionismo, competencia, o sobre exigencia.
El Rebelde: Actúa como si las opiniones o buenas intenciones de otros, especialmente las personas importantes o poderosas, no importaran. Vive con una rabia constante por no sentirse "suficientemente bueno". Continuamente necesita probar que los juicios y criticas de otros no le duelen, lo cual podría crear problemas al culpar a otros excesivamente por sus tropiezos, romper las reglas y/o leyes, o desafiar y pelear con las figuras de autoridad.
El Perdedor: Se muestra desvalido e incapaz de valerse por si mismo, y espera que alguien venga a rescatarlo. Usa la auto compasión o la indiferencia como una barrera contra el miedo a asumir la responsabilidad de sus actos. Siempre anda en busca de la guía de otros, lo cual podría llevar a una falta de asertividad, falta de logros propios, y una excesiva dependencia de los demás en sus relaciones.
Si se identifica con algunas de las mascaras señaladas alégrese, reconocer algo es el primer paso a solucionarlo, y para lograrlo necesitamos conocer que factores influyen en ello.
Ruido
Nuevamente regresamos a nuestra imagen de nosotros mismos, pero esta vez desde la percepción que tenemos de ella, la que es a su vez nuestra percepción de nosotros mismos.
Nuestra percepción de esa imagen interna que nosotros mismos creamos lo es todo para nuestra autoestima. Cómo nos vemos a nosotros mismos tiene un efecto sobre todo lo que hacemos en la vida.
Y no podía ser de otra manera, pues cómo nos percibimos da origen a nuestro dialogo interno, esa voz interior que es un eco de nuestros pensamientos más profundos, y nos etiqueta según nuestra percepción de esa imagen.
Es importante entender la diferencia entre esa imagen y nuestra autoestima, pues no son la misma cosa.
Esa imagen interna que hemos formado de nosotros mismos es el resultado de las comparaciones que realizamos entre nosotros y quienes están a nuestro alrededor, es el juicio que hemos emitido con respecto a nosotros. Es el producto de comparaciones externas.
Tal vez la manera más sencilla de apreciar esta diferencia sea observando a los niños pequeños. Ellos tienen una alta autoestima porque aun no han formado esa imagen interna, no están constantemente comparándose con algo o alguien externo a ellos, y emitiendo juicios de valor al respecto.
Al entender esto es sencillo comprender porque nuestro dialogo interno contiene tanto "Ruido". Ruido que no es otra cosa que el eco de nuestros pensamientos más profundos. Ruido que si escuchamos atentamente nos revelará las verdaderas ideas que tenemos sobre nosotros mismos.
Pero, ¿Qué son esa voz interior y ese ruido?. Sencillo, son la clave que nos permitirá mejorar nuestra autoestima si escuchamos atentamente.
Nuestras experiencias pasadas, aun esas cosas sobre las cuales usualmente no pensamos, están vivas y activas en nuestra vida diaria en la forma de nuestra voz interior.
Aunque la mayoría de las personas no escucha esta voz interior de la misma manera que escucharía una conversación normal, esta actúa de manera muy similar, repitiéndonos constantemente los mensajes originales de nuestras experiencias pasadas.
Para las personas con una alta autoestima los mensajes de la voz interior son positivos y elevadores. Pero para una persona con baja autoestima, esa voz interior se convierte en un duro critico interno, constantemente criticando, castigando y menospreciando sus logros.
Puesto que nuestra autoestima se forma a través de nuestras experiencias con otras personas y las actividades que realizamos, el eco de nuestra voz interior no puede hacer otra cosa que recordarnos nuestra percepción de esas experiencias.
En este punto conviene preguntarnos, ¿Qué tan importante es la opinión que otros tienen de nosotros?.
Aunque nuestra voz interior puede contener mensajes positivos, y a menudo nos los comunica, es principalmente cuando nos enteramos de la opinión que otra persona tiene sobre nosotros que el ruido interno aumenta a un nivel que no nos permite escuchar lo que estamos pensando.
¿Le parece extraño?, obsérvese, tal vez se sorprenda al descubrir cuanto le cuesta escuchar lo que piensa.
Con cariño
Mel.