La actitud que asumamos frente a la vida es la que nos permite lograr el éxito en ella o no. Sea positivo, fíjese metas y olvide los fracasos del pasado.
Para adquirir una buena actitud sea positivo, fíjese metas y olvide los fracasos del pasado, porque la vida es un compendio de experiencias que nos llevan al éxito y la felicidad o al inminente fracaso y desdicha, y no se debe a la suerte o a las circunstancias que nos rodean, sino a la actitud que asumamos frente a ellas.
La actitud frente a las circunstancias
Si pusiéramos frente a un auditorio un vaso con agua hasta la mitad y preguntáramos a los presentes que ven, algunos dirían “es un vaso medio vacío”, mientras que el resto diría que “el vaso esta medio lleno”. Por supuesto ambas respuestas son correctas pero las dos difieren en la percepción que ambos grupos tienen frente a una misma realidad. El ejemplo nos demuestra que cada persona según sus criterios, pensamientos, creencias o vivencias, tiene conceptos muy particulares frente a la vida.
Las personas solemos calificar las cosas como buenas o malas en la medida en que estas nos hayan afectado de manera positiva o negativa a través de nuestras experiencias. Una experiencia no es buena ni mala en sí misma, somos nosotros quienes la categoriuzamos como tal. El filosofo Sapinoza decía: “Descubrí que todas las cosas que me infunden miedo no tenían nada bueno ni malo, excepto hasta el punto donde la mente las afectaba”.
Actitud mental positiva
Sin embargo, es totalmente posible cambiar la mentalidad evitando que las experiencias negativas afecten de manera radical nuestra vida. Si nuestros pensamientos cambian nuestra actitud también lo hará, porque nuestra vida es el resultado de los pensamientos que ocupan nuestra mente.
Sugerencias para adquirir un buena actitud
Crea firmemente en usted y en lo que puede hacer.
Déle gracias a Dios por lo que tiene en vez de quejarse por lo que no tiene.
Afronte los obstáculos.
Fíjese siempre metas.
Comprométase con lo que hace.
Olvide los fracasos del pasado.
Viva el presente pues el pasado ya se fue y el futuro no ha llegado.
No juzgue ni critique.
Sea positivo.
Sea amable.
Por favor, sonría.
Acepte el mundo tal como es.
Creer firmemente en uno mismo
Creer firmemente en lo que somos y en lo que podemos hacer es el primer paso para alcanzar nuestros propósitos, porque para convencer al mundo de cualquier cosa primero tendremos que convencernos a nosotros mismos, y si creemos que podemos con seguridad lo lograremos. Mary Kay la creadora del gran imperio de los cosméticos dijo: “Si piensas que puedes, tú puedes. Y si piensas que no puedes, también tienes razón”
Afrontar los obstáculos
No piense en los obstáculos, afróntelos con entereza y piense en las oportunidades. Las personas de éxito creen que detrás de todo obstáculo siempre hay una gran oportunidad que hay que buscar con ahínco. Cuando buscamos una meta o propósito siempre habrá dificultades que tendremos que superar y para lograrlo con éxito no debemos perder de vista nuestra meta. Henry Ford decía: “Los obstáculos son esas cosas espantosas que vemos cuando perdemos de vista nuestros objetivos”
Olvidar los fracasos del pasado
El pasado debe quedar atrás con sus falencias, sus equivocaciones y sus errores. Los fracasos también deben quedar atrás y solo debemos tenerlos en cuenta para no repetirlos, para no volverlos a cometer y para cambiar o perfeccionar la estrategia en el logro de nuestros propósitos. Orison S. Marden decía: “No se sale adelante celebrando éxitos sino superando fracasos”.
Fijarse siempre metas
La fijación de metas es como el mapa, el derrotero que nos lleva directamente hacia el logro de nuestros objetivos. Es el plan de acción en el cual vamos a determinar cada una de las tareas o pasos que debemos seguir y que nos van acercando hacia el logro de nuestro sueño, y es importante escribirlas y ponerles fecha límite, porque de esta manera nos estamos comprometiendo a trabajar por lo que queremos. El escribirlas nos exige responsabilidad y compromiso. Michael Levine decía: “A menudo, quienes vacilan en hacer planes es porque dudan también en su capacidad de cumplirlos”.
Ser amable
La amabilidad es una de las cualidades más valiosas en cuanto a las relaciones humanas y nos hacen la vida mucho más placentera y práctica porque nos abre un sinfín de posibilidades. Las normas de cortesía, aunque poco se usan en ocasiones, no han perdido su vigencia. No olvide decir siempre “Buenos días, gracias, por favor, lo siento mucho, disculpe, felicitaciones, ha hecho un buen trabajo, que pase un buen día, lo acompaño en su dolor, luces muy bien, me place conocerle, con mucho gusto, etc” en cualquiera de las ocasiones que lo ameriten, porque no hay cosa más agradable que hablar con una persona cortés y amable. Los buenos modales jamás sobran.
Aceptar el mundo tal como es
No todas las cosas que nos rodean nos agradan pero sin embargo, muchas veces tendremos que aceptarlas porque no podremos cambiarlas. En un caso así es mejor acomodarnos y no oponer mucha resistencia, para que no se nos haga mas dificil convivir con ellas. Manuel Criado de Val decía: “Dios mío, dame fuerza para cambiar las cosas que puedo cambiar, dame serenidad para aceptar las cosas que no puedo cambiar... y dame sabiduría para distinguir la diferencia”.
Autor. Juliana Echeverry
Para adquirir una buena actitud sea positivo, fíjese metas y olvide los fracasos del pasado, porque la vida es un compendio de experiencias que nos llevan al éxito y la felicidad o al inminente fracaso y desdicha, y no se debe a la suerte o a las circunstancias que nos rodean, sino a la actitud que asumamos frente a ellas.
La actitud frente a las circunstancias
Si pusiéramos frente a un auditorio un vaso con agua hasta la mitad y preguntáramos a los presentes que ven, algunos dirían “es un vaso medio vacío”, mientras que el resto diría que “el vaso esta medio lleno”. Por supuesto ambas respuestas son correctas pero las dos difieren en la percepción que ambos grupos tienen frente a una misma realidad. El ejemplo nos demuestra que cada persona según sus criterios, pensamientos, creencias o vivencias, tiene conceptos muy particulares frente a la vida.
Las personas solemos calificar las cosas como buenas o malas en la medida en que estas nos hayan afectado de manera positiva o negativa a través de nuestras experiencias. Una experiencia no es buena ni mala en sí misma, somos nosotros quienes la categoriuzamos como tal. El filosofo Sapinoza decía: “Descubrí que todas las cosas que me infunden miedo no tenían nada bueno ni malo, excepto hasta el punto donde la mente las afectaba”.
Actitud mental positiva
Sin embargo, es totalmente posible cambiar la mentalidad evitando que las experiencias negativas afecten de manera radical nuestra vida. Si nuestros pensamientos cambian nuestra actitud también lo hará, porque nuestra vida es el resultado de los pensamientos que ocupan nuestra mente.
Sugerencias para adquirir un buena actitud
Crea firmemente en usted y en lo que puede hacer.
Déle gracias a Dios por lo que tiene en vez de quejarse por lo que no tiene.
Afronte los obstáculos.
Fíjese siempre metas.
Comprométase con lo que hace.
Olvide los fracasos del pasado.
Viva el presente pues el pasado ya se fue y el futuro no ha llegado.
No juzgue ni critique.
Sea positivo.
Sea amable.
Por favor, sonría.
Acepte el mundo tal como es.
Creer firmemente en uno mismo
Creer firmemente en lo que somos y en lo que podemos hacer es el primer paso para alcanzar nuestros propósitos, porque para convencer al mundo de cualquier cosa primero tendremos que convencernos a nosotros mismos, y si creemos que podemos con seguridad lo lograremos. Mary Kay la creadora del gran imperio de los cosméticos dijo: “Si piensas que puedes, tú puedes. Y si piensas que no puedes, también tienes razón”
Afrontar los obstáculos
No piense en los obstáculos, afróntelos con entereza y piense en las oportunidades. Las personas de éxito creen que detrás de todo obstáculo siempre hay una gran oportunidad que hay que buscar con ahínco. Cuando buscamos una meta o propósito siempre habrá dificultades que tendremos que superar y para lograrlo con éxito no debemos perder de vista nuestra meta. Henry Ford decía: “Los obstáculos son esas cosas espantosas que vemos cuando perdemos de vista nuestros objetivos”
Olvidar los fracasos del pasado
El pasado debe quedar atrás con sus falencias, sus equivocaciones y sus errores. Los fracasos también deben quedar atrás y solo debemos tenerlos en cuenta para no repetirlos, para no volverlos a cometer y para cambiar o perfeccionar la estrategia en el logro de nuestros propósitos. Orison S. Marden decía: “No se sale adelante celebrando éxitos sino superando fracasos”.
Fijarse siempre metas
La fijación de metas es como el mapa, el derrotero que nos lleva directamente hacia el logro de nuestros objetivos. Es el plan de acción en el cual vamos a determinar cada una de las tareas o pasos que debemos seguir y que nos van acercando hacia el logro de nuestro sueño, y es importante escribirlas y ponerles fecha límite, porque de esta manera nos estamos comprometiendo a trabajar por lo que queremos. El escribirlas nos exige responsabilidad y compromiso. Michael Levine decía: “A menudo, quienes vacilan en hacer planes es porque dudan también en su capacidad de cumplirlos”.
Ser amable
La amabilidad es una de las cualidades más valiosas en cuanto a las relaciones humanas y nos hacen la vida mucho más placentera y práctica porque nos abre un sinfín de posibilidades. Las normas de cortesía, aunque poco se usan en ocasiones, no han perdido su vigencia. No olvide decir siempre “Buenos días, gracias, por favor, lo siento mucho, disculpe, felicitaciones, ha hecho un buen trabajo, que pase un buen día, lo acompaño en su dolor, luces muy bien, me place conocerle, con mucho gusto, etc” en cualquiera de las ocasiones que lo ameriten, porque no hay cosa más agradable que hablar con una persona cortés y amable. Los buenos modales jamás sobran.
Aceptar el mundo tal como es
No todas las cosas que nos rodean nos agradan pero sin embargo, muchas veces tendremos que aceptarlas porque no podremos cambiarlas. En un caso así es mejor acomodarnos y no oponer mucha resistencia, para que no se nos haga mas dificil convivir con ellas. Manuel Criado de Val decía: “Dios mío, dame fuerza para cambiar las cosas que puedo cambiar, dame serenidad para aceptar las cosas que no puedo cambiar... y dame sabiduría para distinguir la diferencia”.
Autor. Juliana Echeverry