Nadie pone en duda los efectos positivos del ciberespacio y de la amplitud de conocimientos que podemos obtener a través de él. El problema radica en el uso que hacemos de la red y en el excesivo tiempo que muchas personas pasan conectados a Internet, llegando en ocasiones a convertirse en auténticos adictos al ciberespacio.
Es difícil determinar un perfil claro de las personas que sufren esta adicción. Pero, de forma general se puede decir que normalmente se trata de jóvenes de sexo masculino, con un nivel económico medio-alto y con bastantes conocimientos en las nuevas tecnologías.
También podemos incluir dentro de este grupo a aquellas personas que por diversos motivos permanecen muchas horas en sus casas, por lo que encuentran en la red su forma de expansión. Es el caso de algunas amas de casa, jubilados, desempleados o personas con alguna enfermedad que les obliga a permanecer largo tiempo en sus hogares.
Normalmente quienes padecen esta adicción poseen un carácter introvertido, baja autoestima, son tímidos e inseguros, mantienen escasas relaciones sociales y en muchos casos se sienten frustrados socialmente, suelen estar acomplejados y piensan que su vida carece de atractivo para cualquier otra persona.
En definitiva, suele tratarse de personas que se valoran poco así mismos y que poseen problemas de personalidad.
El perfil del adicto también corresponde con aquellas personas que durante largo tiempo de su vida han sufrido o continúan sufriendo un tipo de maltrato o discriminación, y que aún no han podido afrontarlo. Se puede decir que es un problema que tienen oculto y que la única forma de contarlo es a través de la red, donde su personalidad permanece oculta y pueden encontrar a alguien con el mismo problema.
Navegar por la red se transforma en adicción cuando afecta negativamente a la vida cotidiana de las personas y pierden el control de su vida diaria por estar conectados. Hay una serie de síntomas que nos aclaran cuando una persona pasa de utilizar la red como un hobby y se convierte en un adicto:
- Se producen cambios drásticos en sus hábitos diarios tratando de buscar tiempo libre para conectarse. Para ello, desatienden sus tareas cotidianas y obligaciones personales como estudios, actividades laborales, tareas del hogar, relaciones sociales y familiares...
- Se produce una disminución de la actividad física y en algunos casos va acompañada de un aumento de peso.
- Permanecen largas horas en la red sin darse cuenta, incluso llegan a perder la noción del tiempo. Cuando no están conectados sienten ansiedad y están pensando en el momento de volver a conectarse.
- Afecta a su ritmo de sueño, que se ve alterado por la disminución de horas que dedican a dormir. Cortar la conexión le supone un enorme esfuerzo, por lo que se mantienen despiertos hasta altas horas de la madrugada y sufren las consecuencias de la falta de sueño como es la fatiga, la falta de concentración, de memoria...
Con este tema me despido, me voy a dormir para no andar con fatiga, falta de concentración y de memoria...... auch!... me dolió leer este artículo!