"No podemos sufrir de amor por el resto dela vida, porque así nos convertimos en víctimas de nuestras decisiones y emociones. Es importante aprender a aceptar lo que no podemos cambiar"
Es sorprendente la cantidad de personas que va por la vida sufriendo a causa del desamor.
El amor de pareja es muy importante para todos, porque al sentirnos queridos y correspondidos por la persona que amamos, contamos con toda la fortaleza, el entusiasmo y la energía necesarios para afrontar la vida con una mejor actitud. Pero si amamos y esa persona no nos ama, o deja de hacerlo, sufrimos pensando en que esta pérdida representa el fin de nuestra vida.
Es muy fácil sugerirle a un amigo o familiar abandonado que deje de sufrir, que pase la página y que comience a vivir una nueva etapa en su vida. Sin embargo, para la persona que sufre la pérdida y que, además, se encuentra en el medio de un huracán emocional, comprender que su vida no se acaba, confiar en que el dolor pasará, entender que no puede o, más bien, no debe manipular o presionar a la pareja para que regrese, porque en cualquier momento se volverá a ir es una tarea de titanes.
No podemos sufrir de amor por el resto de la vida, porque así nos convertiríamos en víctimas de nuestras decisiones y emociones. Es importante aprender a aceptar lo que no podemos cambiar, recordando que toda situación representa una oportunidad para aprender y crecer.
Levántate, seca tus lágrimas, sana tus heridas y toma decisiones, pues la vida continúa. Comprendo la dificultad y la ansiedad que te produce pensar en ello, pero tú también saldrás de ahí y, con el tiempo, reconocerás que lo que sucedió fue lo mejor para los dos.
Ten presente que nadie puede decirte qué decisión tomar, pues sólo tú conoces todos los detalles de la situación, tus sentimientos y tu capacidad para resistir o para buscar tu tranquilidad. Si ya tomaste o tomaron la decisión de una separación, acéptalo.
Vive tu duelo sin reprimirte para aparentar fortaleza frente a los demás. Evita sentirte víctima y, más bien, busca encontrar y resaltar los posibles elementos positivos que tenga la situación. Acompáñate de buenos amigos que no traten de echarle leña al fuego para alimentar en ti deseos de venganza. Distrae la mente, mantente ocupado haciendo algo que te guste y que te dé satisfacción. Valórate y siéntete capaz de superarlo aun cuando en este momento te sientas afectado y confundido. ¡Estoy seguro de que lo superarás y cuando menos lo imagines ni siquiera lo recordarás!
Con el tiempo, y cuando te sientas mejor, te sugiero que perdones, sí, aunque te parezca injusto y absurdo que te lo diga, porque ahora pienses que esa persona fue culpable de todo tu dolor. Porque el perdón no exime a las personas de su responsabilidad para con la vida, de reconocer y corregir el error y sus consecuencias, además de hacer cuanto sea necesario para aliviar la vida de las personas a las que afectaron. Cuando perdonamos a otros, nos liberamos a nosotros de la carga emocional negativa que hemos acarreado por mucho tiempo, y que ha nublado nuestra felicidad. Tienes derecho a ser feliz, dale la cara a la vida, con valor, fortaleza y una sonrisa, entonces, la vida te devolverá más de lo mismo.
¡Suelta el pasado, deja de preocuparte por el futuro, vive el presente, la vida es maravillosa, todo va a estar bien!
"Guardar la pequeña esperanza de que esa persona regrese, se arrepienta o cambie su opinión, puede hacernos mucho daño. Es preferible que tengas el valor de renunciar a ella definitivamente"
10 CLAVES PARA PASAR LA PAGINA
ACEPTA Y ASUME LA REALIDAD
Es importante atreverse a aceptar la situación tal y como es, sin caer en autoengaños que nos impidan afrontar la crisis para resolverla y superarla. De nada vale actuar como si no hubiese sucedido, pues así sólo lograremos extender y profundizar la pena.
VIVE TU DUELO EMOCIONAL
Atrévete a expresar, en voz alta y a solas, lo que sientes y lo que guardas. Debajo del agua de la ducha puedes encontrar un sitio adecuado para hacerlo.
ACOMPÁÑATE DE UN BUEN AMIGO
Expresar lo que sientes y piensas ayuda a liberar la ansiedad y a sanar el dolor. Contar con la compañía amorosa, respetuosa y sincera de una persona, suavizará la pena y te reconfortará.
DISTRAE TU MENTE
La tendencia es a recordar una y otra vez los detalleS de lo sucedido. Cada vez que un recuerdo llegue a ti, sacude tu cabeza y mueve tus pensamientos. Pon tu atención en otras áreas de tu vida, lee un libro o ve una película.
RENUNCIA
Guardar la pequeña esperanza de que esa persona regrese, se arrepienta o cambie su decisión, puede hacernos mucho daño. Es preferible que tengas el valor de renunciar a ella definitivamente, para que puedas cortar el cordón a través del cual se alimenta y se mantiene tu dolor.
LEVÁNTATE
Dale la espalda al pasado y abre los ojos para que puedas vivir el presente. Ponte una nueva meta, recupera tus antiguos sueños y concentra todos tus esfuerzos en conseguirlos. Retoma tu vida con entusiasmo y determinación.
ASUME TU RESPONSABILIDAD
Todos somos parcialmente responsables de lo que vivimos. Deja de buscar culpables y sentirte víctima. Pregúntate: "¿Qué puedo aprender de todo esto? Quedarte con el aprendizaje y verlo como parte de tu crecimiento, hará que puedas superarlo más fácilmente.
PRACTICAR EL PERDÓN
Cuando te sientas fortalecido y listo para pasar esa página y comenzar a escribir otra, llénate del amor que te dan o que sientes hacia tus seres queridos, hacia la vida, hacia ti mismo y perdona. Extiende tu comprensión hacia la actuación de esa persona.
RECURRE A TU FUERZA INTERIOR
Cuando sientas que no puedes, busca dentro de ti la paz que tanto necesitas. Siente la presencia de Dios, y apóyate en ella. Recibirás la fortaleza, el valor y la confianza para iniciar una nueva vida.
ENAMÓRATE DE TI
Esta es tu oportunidad de quererte. Valórate, consiéntete y recupérate. Aprende a disfrutar de tu soledad. Tienes la posibilidad de rehacer tu vida, de volver a comenzar.
Tomado de: Psicologos Perú
Es sorprendente la cantidad de personas que va por la vida sufriendo a causa del desamor.
El amor de pareja es muy importante para todos, porque al sentirnos queridos y correspondidos por la persona que amamos, contamos con toda la fortaleza, el entusiasmo y la energía necesarios para afrontar la vida con una mejor actitud. Pero si amamos y esa persona no nos ama, o deja de hacerlo, sufrimos pensando en que esta pérdida representa el fin de nuestra vida.
Es muy fácil sugerirle a un amigo o familiar abandonado que deje de sufrir, que pase la página y que comience a vivir una nueva etapa en su vida. Sin embargo, para la persona que sufre la pérdida y que, además, se encuentra en el medio de un huracán emocional, comprender que su vida no se acaba, confiar en que el dolor pasará, entender que no puede o, más bien, no debe manipular o presionar a la pareja para que regrese, porque en cualquier momento se volverá a ir es una tarea de titanes.
No podemos sufrir de amor por el resto de la vida, porque así nos convertiríamos en víctimas de nuestras decisiones y emociones. Es importante aprender a aceptar lo que no podemos cambiar, recordando que toda situación representa una oportunidad para aprender y crecer.
Levántate, seca tus lágrimas, sana tus heridas y toma decisiones, pues la vida continúa. Comprendo la dificultad y la ansiedad que te produce pensar en ello, pero tú también saldrás de ahí y, con el tiempo, reconocerás que lo que sucedió fue lo mejor para los dos.
Ten presente que nadie puede decirte qué decisión tomar, pues sólo tú conoces todos los detalles de la situación, tus sentimientos y tu capacidad para resistir o para buscar tu tranquilidad. Si ya tomaste o tomaron la decisión de una separación, acéptalo.
Vive tu duelo sin reprimirte para aparentar fortaleza frente a los demás. Evita sentirte víctima y, más bien, busca encontrar y resaltar los posibles elementos positivos que tenga la situación. Acompáñate de buenos amigos que no traten de echarle leña al fuego para alimentar en ti deseos de venganza. Distrae la mente, mantente ocupado haciendo algo que te guste y que te dé satisfacción. Valórate y siéntete capaz de superarlo aun cuando en este momento te sientas afectado y confundido. ¡Estoy seguro de que lo superarás y cuando menos lo imagines ni siquiera lo recordarás!
Con el tiempo, y cuando te sientas mejor, te sugiero que perdones, sí, aunque te parezca injusto y absurdo que te lo diga, porque ahora pienses que esa persona fue culpable de todo tu dolor. Porque el perdón no exime a las personas de su responsabilidad para con la vida, de reconocer y corregir el error y sus consecuencias, además de hacer cuanto sea necesario para aliviar la vida de las personas a las que afectaron. Cuando perdonamos a otros, nos liberamos a nosotros de la carga emocional negativa que hemos acarreado por mucho tiempo, y que ha nublado nuestra felicidad. Tienes derecho a ser feliz, dale la cara a la vida, con valor, fortaleza y una sonrisa, entonces, la vida te devolverá más de lo mismo.
¡Suelta el pasado, deja de preocuparte por el futuro, vive el presente, la vida es maravillosa, todo va a estar bien!
"Guardar la pequeña esperanza de que esa persona regrese, se arrepienta o cambie su opinión, puede hacernos mucho daño. Es preferible que tengas el valor de renunciar a ella definitivamente"
10 CLAVES PARA PASAR LA PAGINA
ACEPTA Y ASUME LA REALIDAD
Es importante atreverse a aceptar la situación tal y como es, sin caer en autoengaños que nos impidan afrontar la crisis para resolverla y superarla. De nada vale actuar como si no hubiese sucedido, pues así sólo lograremos extender y profundizar la pena.
VIVE TU DUELO EMOCIONAL
Atrévete a expresar, en voz alta y a solas, lo que sientes y lo que guardas. Debajo del agua de la ducha puedes encontrar un sitio adecuado para hacerlo.
ACOMPÁÑATE DE UN BUEN AMIGO
Expresar lo que sientes y piensas ayuda a liberar la ansiedad y a sanar el dolor. Contar con la compañía amorosa, respetuosa y sincera de una persona, suavizará la pena y te reconfortará.
DISTRAE TU MENTE
La tendencia es a recordar una y otra vez los detalleS de lo sucedido. Cada vez que un recuerdo llegue a ti, sacude tu cabeza y mueve tus pensamientos. Pon tu atención en otras áreas de tu vida, lee un libro o ve una película.
RENUNCIA
Guardar la pequeña esperanza de que esa persona regrese, se arrepienta o cambie su decisión, puede hacernos mucho daño. Es preferible que tengas el valor de renunciar a ella definitivamente, para que puedas cortar el cordón a través del cual se alimenta y se mantiene tu dolor.
LEVÁNTATE
Dale la espalda al pasado y abre los ojos para que puedas vivir el presente. Ponte una nueva meta, recupera tus antiguos sueños y concentra todos tus esfuerzos en conseguirlos. Retoma tu vida con entusiasmo y determinación.
ASUME TU RESPONSABILIDAD
Todos somos parcialmente responsables de lo que vivimos. Deja de buscar culpables y sentirte víctima. Pregúntate: "¿Qué puedo aprender de todo esto? Quedarte con el aprendizaje y verlo como parte de tu crecimiento, hará que puedas superarlo más fácilmente.
PRACTICAR EL PERDÓN
Cuando te sientas fortalecido y listo para pasar esa página y comenzar a escribir otra, llénate del amor que te dan o que sientes hacia tus seres queridos, hacia la vida, hacia ti mismo y perdona. Extiende tu comprensión hacia la actuación de esa persona.
RECURRE A TU FUERZA INTERIOR
Cuando sientas que no puedes, busca dentro de ti la paz que tanto necesitas. Siente la presencia de Dios, y apóyate en ella. Recibirás la fortaleza, el valor y la confianza para iniciar una nueva vida.
ENAMÓRATE DE TI
Esta es tu oportunidad de quererte. Valórate, consiéntete y recupérate. Aprende a disfrutar de tu soledad. Tienes la posibilidad de rehacer tu vida, de volver a comenzar.
Tomado de: Psicologos Perú