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1- No es el fin del mundo. Es probable que en este momento pienses que no puedes vivir sin la otra persona, o que nunca conocerás a nadie más, que no te volverás a enamorarPero nada más lejos de la realidad. Hay un mundo de posibilidades ahí fuera, y si te empeñas en conservar algo que no funciona, en un futuro te tirarás de los pelos, y te lamentarás de lo tonta que has sido.
2- Ponte guapa. Cuando estamos felices, y sonreímos, estamos más guapas. Pero la relación también es inversa. Si estamos hechas un guiñapo, podemos empezar a cuidarnos por fuera. Cuando empieces a encontrarte más guapa, más ilusionada, seguro que también empezarás a estar más contenta. (Y para qué engañarnos, si te encuentras con tu exque vea lo que se ha perdido)
3-Haz planes. Llama a tus amigos y familiares y haz planes. Pero no para estar llorando ni recordando lo feliz que eras con tu pareja, todos los días. Puedes sincerarte con ellos cuando más lo necesites, pero también debes aprovechar estos momentos con otras personas de confianza para salir a divertirte, y olvidarte un poco de todo.
4- Date tiempo. Tienes que pasar el duelo, date tiempo porque las cosas de palacio van despacio. No te gobies pensando que nunca lo superarás porque cuando menos te lo esperes, ni te acordarás de cómo suena su voz.
5- Distráete. No sólo cuando salgas con tus amigos, si no también cuando estés sola. Aprovecha para sacar esa colección de DVDs que tenías olvidada, para apountarte al gimnasio (e ir esta vez), o a unas clasecitas de inglés (o de claqué, vamos, de lo que más te guste).
6- Sé consecuente. Si la decisión de dejarlo es madura, no le des más vueltas. Esvita los líos de una noche con tu ex, o las conversaciones demasiado largas, esperando un regreso, porque si la relación no funciona, lo único que conseguirás es alargar más la despedida, y sentirte peor.
7-Date un capricho. Oye, estás tristona, y te lo puedes permitir. Pues un buen masajito, o ese vestido que tanto te gusta, a lo mejor consiguen subirte el ánimo.
8- Análisis. Cuando creas que ha pasado el tiempo suficiente y que ya estás preparada para ello, analiza la relación. Intenta llegar a una conclusión sobre cuál fue el problema, o los aspectos que no funcionaban bien en esa relación. Aprender de los errores es de sabios.
9-Cuando estés recuperada, intenta mantener siempre los buenos recuerdos de esa relación. Si en algún momento fuiste feliz con esa persona, ese tiempo nunca es tiempo perdido. Céntrate en las cosas buenas y ten un buen recuerdo. No vale la pena guardar rencor.
10- Ya eres una mujer nueva, has conseguido salir victoriosa de una ruptura difícil. ¡Es hora de comerse el mundo!.
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1- No es el fin del mundo. Es probable que en este momento pienses que no puedes vivir sin la otra persona, o que nunca conocerás a nadie más, que no te volverás a enamorarPero nada más lejos de la realidad. Hay un mundo de posibilidades ahí fuera, y si te empeñas en conservar algo que no funciona, en un futuro te tirarás de los pelos, y te lamentarás de lo tonta que has sido.
2- Ponte guapa. Cuando estamos felices, y sonreímos, estamos más guapas. Pero la relación también es inversa. Si estamos hechas un guiñapo, podemos empezar a cuidarnos por fuera. Cuando empieces a encontrarte más guapa, más ilusionada, seguro que también empezarás a estar más contenta. (Y para qué engañarnos, si te encuentras con tu exque vea lo que se ha perdido)
3-Haz planes. Llama a tus amigos y familiares y haz planes. Pero no para estar llorando ni recordando lo feliz que eras con tu pareja, todos los días. Puedes sincerarte con ellos cuando más lo necesites, pero también debes aprovechar estos momentos con otras personas de confianza para salir a divertirte, y olvidarte un poco de todo.
4- Date tiempo. Tienes que pasar el duelo, date tiempo porque las cosas de palacio van despacio. No te gobies pensando que nunca lo superarás porque cuando menos te lo esperes, ni te acordarás de cómo suena su voz.
5- Distráete. No sólo cuando salgas con tus amigos, si no también cuando estés sola. Aprovecha para sacar esa colección de DVDs que tenías olvidada, para apountarte al gimnasio (e ir esta vez), o a unas clasecitas de inglés (o de claqué, vamos, de lo que más te guste).
6- Sé consecuente. Si la decisión de dejarlo es madura, no le des más vueltas. Esvita los líos de una noche con tu ex, o las conversaciones demasiado largas, esperando un regreso, porque si la relación no funciona, lo único que conseguirás es alargar más la despedida, y sentirte peor.
7-Date un capricho. Oye, estás tristona, y te lo puedes permitir. Pues un buen masajito, o ese vestido que tanto te gusta, a lo mejor consiguen subirte el ánimo.
8- Análisis. Cuando creas que ha pasado el tiempo suficiente y que ya estás preparada para ello, analiza la relación. Intenta llegar a una conclusión sobre cuál fue el problema, o los aspectos que no funcionaban bien en esa relación. Aprender de los errores es de sabios.
9-Cuando estés recuperada, intenta mantener siempre los buenos recuerdos de esa relación. Si en algún momento fuiste feliz con esa persona, ese tiempo nunca es tiempo perdido. Céntrate en las cosas buenas y ten un buen recuerdo. No vale la pena guardar rencor.
10- Ya eres una mujer nueva, has conseguido salir victoriosa de una ruptura difícil. ¡Es hora de comerse el mundo!.
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