La circulación de nuestras piernas es algo que, en muchas ocasiones, suele generarnos más de un quebradero de cabeza, sobre todo, si permanecemos muchas horas sentadas o de pie a lo largo del día. Existe una forma natural de favorecer el retorno venoso gracias a la alimentación sana y equilibrada. Conoce los diez alimentos que mejor sentarán a tus bonitas piernas:
- Salmón (poco hecho). Si al cocinarlo dejas que conserve en el centro un tono rosa intenso conseguirás una mayor cantidad de omega 3, indispensable para la buena circulación sanguínea.
- Pimiento rojo. Gracias a su intenso color es rico antioxidantes, a lo que se añade su cuota de flavonoides. Los dos nutrientes refuerzan los capilares.
- Uvas (y sus pepitas). Las pepitas refuerzan las paredes de los vasos sanguíneos.
- Frutos del bosque. Grosellas, arándanos, moras, frambuesas... Estas delicias silvestres poseen una gran cantidad de vitamina P (también conocida como flavonoides), un nutriente capaz de proteger y reforzar hasta los más pequeños capilares. Además, tonifican el corazón.
- Centella asiática. Una infusión de esta planta mejora la circulación sanguínea y combate la celulitis.
- Tisana especial. Haz tú misma la mezcla de las siguientes plantas medicinales: pon a partes iguales vid roja, ginkgo biloba, hamamelis, grosella y ortosifón. La vid roja y el hamamelis protegen los capilares, la grosella lucha contra la insuficiencia venosa y el ortosifón drena. Juntos constituyen el cóctel perfecto para nuestro sistema circulatorio.
- Ajo crudo. Así se aprovechan todas sus propiedades: disminuye la tensión arterial, mejora la circulación sanguínea...
- Lentejas. constituyen una buena reserva de zinc y selenio, dos minerales imprescindibles para la formación del colágeno.
- Mermelada de naranja. O de cualquier cítrico, en realidad, porque todos ellos poseen citroflavonoides, un tipo de antioxidante que se ha revelado como un excelente aliado para tonificar las venas.
- Nueces de Brasil. También llamadas coquitos, son una fuente de selenio, el mineral del colágeno, y de vitamina E, que refuerza las venas y arterias.
- Salmón (poco hecho). Si al cocinarlo dejas que conserve en el centro un tono rosa intenso conseguirás una mayor cantidad de omega 3, indispensable para la buena circulación sanguínea.
- Pimiento rojo. Gracias a su intenso color es rico antioxidantes, a lo que se añade su cuota de flavonoides. Los dos nutrientes refuerzan los capilares.
- Uvas (y sus pepitas). Las pepitas refuerzan las paredes de los vasos sanguíneos.
- Frutos del bosque. Grosellas, arándanos, moras, frambuesas... Estas delicias silvestres poseen una gran cantidad de vitamina P (también conocida como flavonoides), un nutriente capaz de proteger y reforzar hasta los más pequeños capilares. Además, tonifican el corazón.
- Centella asiática. Una infusión de esta planta mejora la circulación sanguínea y combate la celulitis.
- Tisana especial. Haz tú misma la mezcla de las siguientes plantas medicinales: pon a partes iguales vid roja, ginkgo biloba, hamamelis, grosella y ortosifón. La vid roja y el hamamelis protegen los capilares, la grosella lucha contra la insuficiencia venosa y el ortosifón drena. Juntos constituyen el cóctel perfecto para nuestro sistema circulatorio.
- Ajo crudo. Así se aprovechan todas sus propiedades: disminuye la tensión arterial, mejora la circulación sanguínea...
- Lentejas. constituyen una buena reserva de zinc y selenio, dos minerales imprescindibles para la formación del colágeno.
- Mermelada de naranja. O de cualquier cítrico, en realidad, porque todos ellos poseen citroflavonoides, un tipo de antioxidante que se ha revelado como un excelente aliado para tonificar las venas.
- Nueces de Brasil. También llamadas coquitos, son una fuente de selenio, el mineral del colágeno, y de vitamina E, que refuerza las venas y arterias.