La sinceridad es una conexión entre lo que eres y haces; ser congruente con tu mente, tus acciones y tus palabras; es una cualidad que no se da en todas las personas.
Un artículo de Martha Cuevas..
Ser coherente en la vida es un aprendizaje y un trabajo interno en el que reconocemos nuestros errores y valoráramos nuestros aciertos, es conocerse y mostrarse tal cual.
Hablar de sinceridad es considerar la congruencia dentro de cada quien: ¿Tus acciones corresponden a tus palabras? ¿Tus palabras son congruentes con tus emociones y pensamientos? La sinceridad es algo que se nota con relación a nosotr@s, es un proceso de autoreferencia, sobre ideales, sueños, acciones, formas de vida.
Nadie puede decirnos si somos o no sincer@s, salvo nosotr@s mism@s. Si consideramos a alguien sincer@ por el simple hecho de decir lo que piensa, estamos dejando el concepto en una visión miope de la realidad.
La sinceridad no es sólo un proceso con otras personas, es una conexión propia, comprobar que lo que digo o hago es reflejo neto de lo que hay dentro, sea lo que sea, la falta de sinceridad propia lleva directamente al autoengaño. La verdad y la mentira son dos polos de la existencia humana, cada quien elige ser sincer@ o no, muchas veces la gente se acostumbra a mentir bajo ciertas situaciones.
¿Existen situaciones en que queda justificada la mentira? Muchas personas que mienten dicen que lo hacen por temor a defraudar la confianza de otra persona: La realidad es que quien miente no lo hace por salvar a alguien, sino por salvarse a sí mism@, por protegerse de algo.
Mentir hace que se construya ante los demás una imagen ficticia de la realidad. Las personas sinceras no tiene que vigilar las versiones que dan, porque las transcribe tal como lo dicta su memoria; en cambio, las personas mentirosas debe controlar qué versión dan de su historia para que resulte coherente con la escuchada por cada persona a la que ha mentido.
Dicen que las cosas caen por su propio peso y tarde o temprano las mentiras pueden descubrirse, así que la imagen que se tenia de la persona ya no volverá a ser la misma ante l@s demás.
La pérdida de la confianza en las relaciones es algo que difícilmente se perdona, hasta que se ve un cambio real en quien ocultó información y vendió una imagen que no era la que decía ser. La mentira en las relaciones humanas es un medio para controlar a otras personas. Tan es así que la mayoría de las personas que no reconocen su infidelidad ante su pareja, son capaces de exigir sinceridad todo el tiempo, aunque no son capaces de darla.
Quien miente, manipula. La falta de sinceridad otorga al mentiroso una falsa sensación de poseer y dominar a la otra persona. Pero parecer ser sincer@s (el nivel físico) no es lo mismo que ser sinceros (nivel mental). No es más sincero quien dice lo que piensa, sino quien no se autoengaña.
Lo relevante no es que mintamos a otros, sino que nos autoengañemos. No son las situaciones las que justifican las mentiras, sino nuestros miedos y proyecciones sobre las otras personas. Seamos conscientes de los autoengaños para prevenir las mentiras, que a la larga crean una imagen falsa de nosotr@s mism@s. Para cambiar algo de nosotr@s, lo primero es reconocer y aceptar lo que verdaderamente somos.
Un artículo de Martha Cuevas..
Ser coherente en la vida es un aprendizaje y un trabajo interno en el que reconocemos nuestros errores y valoráramos nuestros aciertos, es conocerse y mostrarse tal cual.
Hablar de sinceridad es considerar la congruencia dentro de cada quien: ¿Tus acciones corresponden a tus palabras? ¿Tus palabras son congruentes con tus emociones y pensamientos? La sinceridad es algo que se nota con relación a nosotr@s, es un proceso de autoreferencia, sobre ideales, sueños, acciones, formas de vida.
Nadie puede decirnos si somos o no sincer@s, salvo nosotr@s mism@s. Si consideramos a alguien sincer@ por el simple hecho de decir lo que piensa, estamos dejando el concepto en una visión miope de la realidad.
La sinceridad no es sólo un proceso con otras personas, es una conexión propia, comprobar que lo que digo o hago es reflejo neto de lo que hay dentro, sea lo que sea, la falta de sinceridad propia lleva directamente al autoengaño. La verdad y la mentira son dos polos de la existencia humana, cada quien elige ser sincer@ o no, muchas veces la gente se acostumbra a mentir bajo ciertas situaciones.
¿Existen situaciones en que queda justificada la mentira? Muchas personas que mienten dicen que lo hacen por temor a defraudar la confianza de otra persona: La realidad es que quien miente no lo hace por salvar a alguien, sino por salvarse a sí mism@, por protegerse de algo.
Mentir hace que se construya ante los demás una imagen ficticia de la realidad. Las personas sinceras no tiene que vigilar las versiones que dan, porque las transcribe tal como lo dicta su memoria; en cambio, las personas mentirosas debe controlar qué versión dan de su historia para que resulte coherente con la escuchada por cada persona a la que ha mentido.
Dicen que las cosas caen por su propio peso y tarde o temprano las mentiras pueden descubrirse, así que la imagen que se tenia de la persona ya no volverá a ser la misma ante l@s demás.
La pérdida de la confianza en las relaciones es algo que difícilmente se perdona, hasta que se ve un cambio real en quien ocultó información y vendió una imagen que no era la que decía ser. La mentira en las relaciones humanas es un medio para controlar a otras personas. Tan es así que la mayoría de las personas que no reconocen su infidelidad ante su pareja, son capaces de exigir sinceridad todo el tiempo, aunque no son capaces de darla.
Quien miente, manipula. La falta de sinceridad otorga al mentiroso una falsa sensación de poseer y dominar a la otra persona. Pero parecer ser sincer@s (el nivel físico) no es lo mismo que ser sinceros (nivel mental). No es más sincero quien dice lo que piensa, sino quien no se autoengaña.
Lo relevante no es que mintamos a otros, sino que nos autoengañemos. No son las situaciones las que justifican las mentiras, sino nuestros miedos y proyecciones sobre las otras personas. Seamos conscientes de los autoengaños para prevenir las mentiras, que a la larga crean una imagen falsa de nosotr@s mism@s. Para cambiar algo de nosotr@s, lo primero es reconocer y aceptar lo que verdaderamente somos.