¿Quieres bajar de peso o mantenerlo, aumentar tu energía y aprovechar mejor los nutrientes que necesitas? Lógralo con una alimentación completa, variada y baja en calorías, pero sabiendo en qué momento del día te conviene consumir cada alimento.
El desayuno
Uno de los errores más frecuentes es saltarse el desayuno o desayunar escasamente, pues la primera comida del día es fundamental para aportar la energía y los nutrientes que necesitas para comenzar con ánimo y vitalidad. Por la mañana el metabolismo está más activo y elimina con mayor rapidez las calorías consumidas hasta el mediodía.
Si sólo tomas un café cargado de azúcar y un pan dulce, sentirás una rápida subida de energía, seguida de una pronta caída de glucosa en la sangre. Esto te hará sentir débil, mareada, hambrienta, y comer descontroladamente, desquilibrando tu dieta.
Procura que en tu desayuno no falten frutas, cereales y lácteos, pues te aportan energía para realizar óptimamente las funciones cerebrales.
Los refrigerios
Alrededor de las 11 de la mañana y de las 5 de la tarde ocurren dos momentos críticos, pues caen tus niveles de glucosa o azúcar de la sangre, despertando el apetito. Por lo tanto tu organismo necesita otro ligero aporte de energía que te mantenga con vitalidad hasta la siguiente comida principal.
Algunos ejemplos de tentempiés nutritivos, bajos en calorías y reforzadores de la vitalidad son:
• Una fruta
• Un jugo de fruta
• 30 gramos de frutos secos
• Un yoghurt descremado
• 5 nueces
• Una rebanada de pechuga de pavo con una rebanada delgada de pan integral
• Una rebanada gruesa de pan integral
• Una taza de cereal integral sin azúcar
• Una barrita de cereal
Evita los snacks grasos o azucarados como: pan dulce, papas fritas, aceitunas, galletas, pues no son nutritivos, te aportan demasiadas calorías, te dan energía pasajera y luego te bajan la vitalidad, dándote un mayor apetito.
La comida
Debe ser completa y aportarte más energía para seguir adelante el resto de la tarde. Te conviene consumir alimentos preferiblemente preparados al vapor, al horno, a la plancha o en la olla express y variados:
Proteínas: carne, pollo, pescado
Carbohidratos: pan, papas, arroz, maíz o pastas
Vitaminas, minerales y fibra: verduras y frutas
Grasas: aceite de oliva, aguacate, almendras
Evita que la comida sea abundante, pues te ocasionará sensación de pesadez, falta de energía y somnolencia.
La cena
Debe ser más ligera que la comida para dormir bien y mantenerte en línea, pues durante el descanso baja aún más tu ritmo biológico, haciendo que quemes lentamente las calorías y acumules los excesos.
No cenes demasiado tarde, hazlo máximo dos horas antes de acostarte para digerir bien los alimentos y dormir tranquilamente. Comer siempre en los mismos horarios favorece tu digestión y controla tu hambre.
La cena debe ser prácticamente sin grasas, suavemente condimentada y dando preferencia al pescado, carne magra, queso fresco, papas, arroz y lácteos descremados. Incluye siempre verduras y frutas crudas para compensar las posibles deficiencias vitamínicas de la comida, pero evita vegetales de difícil digestión como cebolla, pimiento o col.
No consumas productos ricos en azúcar ni grasa, pues se acumulan en tu cuerpo y pueden engordarte el doble que si los ingieres durante el día.
Chicas ya lo saben...eso de comer a horas adecuadas es algo que debemos tomar en cuenta, sobre todo aquellas personitas que tendemos a subir de peso rapidamente y nos cuesta trabajo bajar los kilotes de más....
Saludos compañeras!!
El desayuno
Uno de los errores más frecuentes es saltarse el desayuno o desayunar escasamente, pues la primera comida del día es fundamental para aportar la energía y los nutrientes que necesitas para comenzar con ánimo y vitalidad. Por la mañana el metabolismo está más activo y elimina con mayor rapidez las calorías consumidas hasta el mediodía.
Si sólo tomas un café cargado de azúcar y un pan dulce, sentirás una rápida subida de energía, seguida de una pronta caída de glucosa en la sangre. Esto te hará sentir débil, mareada, hambrienta, y comer descontroladamente, desquilibrando tu dieta.
Procura que en tu desayuno no falten frutas, cereales y lácteos, pues te aportan energía para realizar óptimamente las funciones cerebrales.
Los refrigerios
Alrededor de las 11 de la mañana y de las 5 de la tarde ocurren dos momentos críticos, pues caen tus niveles de glucosa o azúcar de la sangre, despertando el apetito. Por lo tanto tu organismo necesita otro ligero aporte de energía que te mantenga con vitalidad hasta la siguiente comida principal.
Algunos ejemplos de tentempiés nutritivos, bajos en calorías y reforzadores de la vitalidad son:
• Una fruta
• Un jugo de fruta
• 30 gramos de frutos secos
• Un yoghurt descremado
• 5 nueces
• Una rebanada de pechuga de pavo con una rebanada delgada de pan integral
• Una rebanada gruesa de pan integral
• Una taza de cereal integral sin azúcar
• Una barrita de cereal
Evita los snacks grasos o azucarados como: pan dulce, papas fritas, aceitunas, galletas, pues no son nutritivos, te aportan demasiadas calorías, te dan energía pasajera y luego te bajan la vitalidad, dándote un mayor apetito.
La comida
Debe ser completa y aportarte más energía para seguir adelante el resto de la tarde. Te conviene consumir alimentos preferiblemente preparados al vapor, al horno, a la plancha o en la olla express y variados:
Proteínas: carne, pollo, pescado
Carbohidratos: pan, papas, arroz, maíz o pastas
Vitaminas, minerales y fibra: verduras y frutas
Grasas: aceite de oliva, aguacate, almendras
Evita que la comida sea abundante, pues te ocasionará sensación de pesadez, falta de energía y somnolencia.
La cena
Debe ser más ligera que la comida para dormir bien y mantenerte en línea, pues durante el descanso baja aún más tu ritmo biológico, haciendo que quemes lentamente las calorías y acumules los excesos.
No cenes demasiado tarde, hazlo máximo dos horas antes de acostarte para digerir bien los alimentos y dormir tranquilamente. Comer siempre en los mismos horarios favorece tu digestión y controla tu hambre.
La cena debe ser prácticamente sin grasas, suavemente condimentada y dando preferencia al pescado, carne magra, queso fresco, papas, arroz y lácteos descremados. Incluye siempre verduras y frutas crudas para compensar las posibles deficiencias vitamínicas de la comida, pero evita vegetales de difícil digestión como cebolla, pimiento o col.
No consumas productos ricos en azúcar ni grasa, pues se acumulan en tu cuerpo y pueden engordarte el doble que si los ingieres durante el día.
Chicas ya lo saben...eso de comer a horas adecuadas es algo que debemos tomar en cuenta, sobre todo aquellas personitas que tendemos a subir de peso rapidamente y nos cuesta trabajo bajar los kilotes de más....
Saludos compañeras!!