Los cenotes, espectaculares pozos de agua conectados de forma subterránea, constituyen uno de los principales atractivos turísticos de la región de la Península de Yucatán; algunas de estas formaciones naturales encierran numerosas historias y leyendas.
La Península de Yucatán es una región de terreno pedregoso y suelo calizo sobre la que no existen ríos, cerros o llanuras. Los cauces de los ríos que se distribuyen por el territorio siguen corrientes subterráneas, a través de una inmensa red de canales y depósitos subterráneos, los cuales se abren paso hacia la superficie al derrumbarse las paredes del subsuelo, dando forma a los boquetes de forma circular conocidos popularmente como "cenotes".
Estos espejos de agua, que forman grandes túneles conectados de manera subterránea, y en los que se almacenan grandes cantidades de agua, tienen diferentes aspectos, ya que algunos están rodeados de vegetación, mientras que otros se encuentran semiocultos por una bóveda. Los más famosos y los más conocidos son el Cenote Sagrado de Chichén Itzá -con una profundidad de 35 m y un diámetro de 60 m-, en el que los antiguos mayas realizaron sacrificios humanos y del cual se han extraído numerosas piezas arqueológicas- y el cenote de Dzitnup -cercano a la ciudad de Valladolid-, el cual está cubierto por una gran bóveda con un pequeño orificio, por donde un halo de luz alcanza a penetrar descubriendo a los visitantes el color azul turquesa de sus aguas contenidas.
La Península de Yucatán es una región de terreno pedregoso y suelo calizo sobre la que no existen ríos, cerros o llanuras. Los cauces de los ríos que se distribuyen por el territorio siguen corrientes subterráneas, a través de una inmensa red de canales y depósitos subterráneos, los cuales se abren paso hacia la superficie al derrumbarse las paredes del subsuelo, dando forma a los boquetes de forma circular conocidos popularmente como "cenotes".
Estos espejos de agua, que forman grandes túneles conectados de manera subterránea, y en los que se almacenan grandes cantidades de agua, tienen diferentes aspectos, ya que algunos están rodeados de vegetación, mientras que otros se encuentran semiocultos por una bóveda. Los más famosos y los más conocidos son el Cenote Sagrado de Chichén Itzá -con una profundidad de 35 m y un diámetro de 60 m-, en el que los antiguos mayas realizaron sacrificios humanos y del cual se han extraído numerosas piezas arqueológicas- y el cenote de Dzitnup -cercano a la ciudad de Valladolid-, el cual está cubierto por una gran bóveda con un pequeño orificio, por donde un halo de luz alcanza a penetrar descubriendo a los visitantes el color azul turquesa de sus aguas contenidas.