El trabajo, las tareas del hogar, el cuidado de los hijos y todas las
responsabilidades que implica un matrimonio, pueden afectar
negativamente la relación con tu cónyugue.
Mantener el interés y el entusiasmo dentro del matrimonio, no es
sencillo. Sin embargo, hay ciertas actitudes que si las pones en
práctica pueden ayudarte en ésta difícil tarea de conservar un
matrimonio feliz en todo el sentido de la palabra.
• Mantén una buena comunicación con tu cónyugue
Sin una buena comunicación entre los cónyuges, difícilmente se puede mantener el amor.
Hay que saber escuchar a la pareja y mostrar interés por lo que dice,
por lo que le rodea, su vida, su trabajo, etc. La pareja debe buscar
ratos de intimidad donde la conversación sea fluida y no sea
interrumpida por los hijos, el teléfono, u otros.
• Cuida los detalles con tu pareja.
Los detalles alimentan una relación, por ello es importante cuidar los detalles positivos y los negativos.
Manténte al pendiente de tu pareja y adelántate a sus necesidades sin
que la otra parte tenga que pedir ayuda. Sorpréndela con un regalo
inesperado, una romántica cena, etc. Y por otro lado, evita las
pequeñeces que sabes que desagradan a tu pareja y que de tanto
repetirlas se tornan imposibles de soportar.
• Se cómplice de tu pareja en todo momento.
Tu pareja debe ser tu cómplice en todo momento. Debe conocer tus
sentimientos, emociones e intimidades. Debe ser el compañero y amigo
que acompaña y apoya a su pareja en todo momento. Y lo más importante,
ser alguien que ame incondicionalmente sin esperar nada a cambio.
• Respeta a tu cónyugue.
En toda relación debe existir respeto y confianza. No caigas en los
insultos o descalificaciones. Cuida el trato hacia tu cónyuge. En las
discusiones, evita los gritos, insultos o malos gestos, pues cuando se
pierde el respeto por la pareja, la relación se deteriora y se vuelve
casi imposible recuperarla.
responsabilidades que implica un matrimonio, pueden afectar
negativamente la relación con tu cónyugue.
Mantener el interés y el entusiasmo dentro del matrimonio, no es
sencillo. Sin embargo, hay ciertas actitudes que si las pones en
práctica pueden ayudarte en ésta difícil tarea de conservar un
matrimonio feliz en todo el sentido de la palabra.
• Mantén una buena comunicación con tu cónyugue
Sin una buena comunicación entre los cónyuges, difícilmente se puede mantener el amor.
Hay que saber escuchar a la pareja y mostrar interés por lo que dice,
por lo que le rodea, su vida, su trabajo, etc. La pareja debe buscar
ratos de intimidad donde la conversación sea fluida y no sea
interrumpida por los hijos, el teléfono, u otros.
• Cuida los detalles con tu pareja.
Los detalles alimentan una relación, por ello es importante cuidar los detalles positivos y los negativos.
Manténte al pendiente de tu pareja y adelántate a sus necesidades sin
que la otra parte tenga que pedir ayuda. Sorpréndela con un regalo
inesperado, una romántica cena, etc. Y por otro lado, evita las
pequeñeces que sabes que desagradan a tu pareja y que de tanto
repetirlas se tornan imposibles de soportar.
• Se cómplice de tu pareja en todo momento.
Tu pareja debe ser tu cómplice en todo momento. Debe conocer tus
sentimientos, emociones e intimidades. Debe ser el compañero y amigo
que acompaña y apoya a su pareja en todo momento. Y lo más importante,
ser alguien que ame incondicionalmente sin esperar nada a cambio.
• Respeta a tu cónyugue.
En toda relación debe existir respeto y confianza. No caigas en los
insultos o descalificaciones. Cuida el trato hacia tu cónyuge. En las
discusiones, evita los gritos, insultos o malos gestos, pues cuando se
pierde el respeto por la pareja, la relación se deteriora y se vuelve
casi imposible recuperarla.