A veces todo empieza al pensar en alguna comida que me prohíbo comer cuando estoy haciendo dieta. Otras veces como compulsivamente cuando me siento sola, deprimida o ansiosa. Me llego a sentir muy tensa y vacía.
Intento superar el impulso a comer pero éste se vuelve cada vez más fuerte. La única forma que conozco para liberarme de estos sentimientos es comiendo compulsivamente. Ello me permite enmascarar los sentimientos de amargura y borrar cualquier problema que me esté agobiando. Lo malo es que esa sensación pronto es reemplazada por la de sentirme agotada, culpable y enojada conmigo misma". María (paciente)
Cuando se habla de Trastornos Alimentarios, comúnmente se piensa en la Bulimia y la Anorexia como patologías únicas dentro de esta categoría. Sin embargo, en el transcurso de los últimos años, como consecuencia de estudios e investigaciones científicas se ha ido perfilando un cuadro que presenta características particulares y que se conoce con el nombre de Trastorno del Comer Compulsivo o Trastorno por Atracón.
Si bien este Trastorno comparte con la Bulimia el rasgo central: "el comer compulsivamente", se diferencia en que la persona que lo padece, no incluye conductas compensatorias inadecuadas (purgas, auto provocación del vómito, ejercicio intenso, ayuno, dietas restrictivas); y es mayormente visto en poblaciones obesas.
En promedio, el episodio de atracón puede ocurrir por lo menos dos días a la semana, en un período mínimo de seis meses.
El Trastorno puede presentarse tanto en hombres como en mujeres, siendo su frecuencia ligeramente mayor en el sexo femenino, en una proporción 3-2.
¿Qué es comer compulsivamente?
Es una conducta alimentaria que presenta dos características básicas.
La ingesta de gran cantidad de alimentos en cada episodio, la cual resulta ser claramente superior a la que comería una persona normal en un período de tiempo (por ejemplo dos horas) y en circunstancias similares.
La sensación de pérdida de control (comer rápidamente, comer sin hambre, comer a escondidas para ocultar la voracidad, etc.
Las consecuencias emocionales inmediatas de los atracones son profundos sentimientos de frustraciones, enojos, ansiedad, soledad, aburrimiento o desesperación. La mayoría sienten mucha verguenza de sus propias conductas y por lo tanto tienden a mantenerlo oculto por mucho tiempo, incluso años.
El resultado es un deterioro progresivo de la calidad de vida, ya que los episodios tienen repercusiones directas sobre la salud física y psicológica, afectando todas las áreas de la persona: individual, familiar y social. Además, generalmente trae aparejado el aumento de peso, que puede llegar incluso a la obesidad masiva, con todos los riesgos que esta implica.
"Me siento tan avergonzada por lo que hago que para ocultarlo intento comer de una manera relativamente normal ante los demás, pero, después, en el momento que nadie me ve, voy a la cocina y sigo con las sobras en secreto." Claudia (paciente)