20 minutos después de abandonar el hábito: su frecuencia cardiaca, así como su presión arterial, baja. ("Effect of Smoking on Arterial Stiffness and Pulse Pressure Amplification", Mahmud, A, Feely, J. 2003. Hypertension: 41:183.)
12 horas después de abandonar el hábito: el nivel de monóxido de carbono en la sangre se reduce hasta el valor normal. (US Surgeon General's Report,1988, p. 202).
De 2 semanas a 3 meses después de abandonar el hábito: su circulación mejora y su función pulmonar aumenta. (US Surgeon General's Report, 1990, pp.193, 194,196, 285, 323)
De 1 a 9 meses después de abandonar el hábito: disminuyen la tos, la congestión nasal, el cansancio y la dificultad para respirar; los cilios (estructuras parecidas a vellos pequeños que eliminan el moco de los pulmones) recuperan su función normal en los pulmones, lo que aumenta su capacidad para controlar las mucosidades, limpiar los pulmones y reducir el riesgo de las infecciones. (US Surgeon General's Report, 1990, pp. 285-287, 304)
1 año después de abandonar el hábito: el riesgo excesivo de presentar una insuficiencia coronaria se reduce a la mitad del que tienen los fumadores. (US Surgeon General's Report, 1990, p.vi).
5 años después de abandonar el hábito: de 5 a 15 años después de haber dejado el cigarrillo, el riesgo de sufrir un derrame cerebral se reduce al nivel de una persona que no fuma. (US Surgeon General's Report, 1990, p.vi).
10 años después de abandonar el hábito: la tasa de mortalidad debido al cáncer del pulmón se reduce a casi la mitad del que afronta una persona que sigue fumando. También disminuye el riesgo de cáncer de la boca, la garganta, el esófago, la vejiga, el cuello uterino y el páncreas. (US Surgeon General's Report, 1990, pp. vi, 131, 148, 152, 155, 164,166)
15 años después de abandonar el hábito: el riesgo de padecer de insuficiencia coronaria es el mismo que el de una persona que no fuma. (US Surgeon General's Report, 1990, p.vi).