Hola amigas!
Hace unas semanas atrás tuve una de esas "crisis" en las que te da por recordar amores del pasado, cosas que te dolieron mucho y que nos da por estar "rumiando" como las vacas (como si eso sirviera de algo). Me dio por estar con los "hubiera" y me deprimí y la nostalgia se apoderó de mí. Desde adolescente me gustaba escribir mis memorias y un día que me puse a escombrar mis cosas me dio por ponerme a leer esos cuadernos, ahí me encontré con cosas del pasado que realmente me duelen y me puse a llorar.
Luego pasó un tiempo y un día sin más ni más me vino a la mente un pensamiento que fue como una luz: ¿por qué sigo extrañando y pensando a personas que evidentemente ya me olvidaron? ¡YA ME SACARON DE SUS VIDAS! hace mucho que esas personas me sacaron de su tiempo y espacio y yo aquí, extrañándolas y pensándolas como si todavía formaran parte de mi vida... pensé: LLEGÓ EL MOMENTO DE DECIR ADIÓS AL PASADO.
Me cayó el veinte de que esas personas ya no me necesitan, ya no formo parte de sus vidas así que yo tengo que hacer lo mismo SACARLAS DE MI VIDA... vaya que tardé en reaccionar y entender eso, soltar el pasado no me ha sido tan sencillo!
He estado escuchando en la red a un Dr. César Lozano que dijo algo que en verdad me está sirviendo: "cada vez que vengan a nosotros pensamientos negativos o recuerdos de un pasado que ya no nos sirve digámosle a esos pensamientos: "ME RESERVO EL DERECHO DE ADMISIÓN" y eso es justamente lo que he estado haciendo yo, cada vez que siento que me viene a la mente el recuerdo de alguien que representa el pasado le digo a ese pensamiento ME RESERVO EL DERECHO DE ADMISIÓN y no lo dejo entrar... creo que ha funcionado porque empiezo a sentir mi mente y mi alma más ligeros, como si dejara de cargar un saco lleno de piedras.
Tal vez por fin entendí que debo soltar el pasado, dejarlo ir. En las noches cuando tengo una charla con Dios le digo "ya asumí mis errores y sus consecuencias, estoy entendiendo que todo lo que me pasa hoy en día ha sido porque así lo he querido, enséñame a ser un mejor ser humano, una mejor mujer... enséñame a vivir".
Hoy por hoy ya no pido nada a la vida solo una cosa: estar en paz con lo que soy y lo que tengo, dejar de aferrarme a cosas y personas que no son para mí. Ya pagué mis errores (espero) ya asumí la responsabilidad de la consecuencia de mis actos.
Llegó el momento de soltar el pasado, de entender, de aprender, de seguir...
Hace unas semanas atrás tuve una de esas "crisis" en las que te da por recordar amores del pasado, cosas que te dolieron mucho y que nos da por estar "rumiando" como las vacas (como si eso sirviera de algo). Me dio por estar con los "hubiera" y me deprimí y la nostalgia se apoderó de mí. Desde adolescente me gustaba escribir mis memorias y un día que me puse a escombrar mis cosas me dio por ponerme a leer esos cuadernos, ahí me encontré con cosas del pasado que realmente me duelen y me puse a llorar.
Luego pasó un tiempo y un día sin más ni más me vino a la mente un pensamiento que fue como una luz: ¿por qué sigo extrañando y pensando a personas que evidentemente ya me olvidaron? ¡YA ME SACARON DE SUS VIDAS! hace mucho que esas personas me sacaron de su tiempo y espacio y yo aquí, extrañándolas y pensándolas como si todavía formaran parte de mi vida... pensé: LLEGÓ EL MOMENTO DE DECIR ADIÓS AL PASADO.
Me cayó el veinte de que esas personas ya no me necesitan, ya no formo parte de sus vidas así que yo tengo que hacer lo mismo SACARLAS DE MI VIDA... vaya que tardé en reaccionar y entender eso, soltar el pasado no me ha sido tan sencillo!
He estado escuchando en la red a un Dr. César Lozano que dijo algo que en verdad me está sirviendo: "cada vez que vengan a nosotros pensamientos negativos o recuerdos de un pasado que ya no nos sirve digámosle a esos pensamientos: "ME RESERVO EL DERECHO DE ADMISIÓN" y eso es justamente lo que he estado haciendo yo, cada vez que siento que me viene a la mente el recuerdo de alguien que representa el pasado le digo a ese pensamiento ME RESERVO EL DERECHO DE ADMISIÓN y no lo dejo entrar... creo que ha funcionado porque empiezo a sentir mi mente y mi alma más ligeros, como si dejara de cargar un saco lleno de piedras.
Tal vez por fin entendí que debo soltar el pasado, dejarlo ir. En las noches cuando tengo una charla con Dios le digo "ya asumí mis errores y sus consecuencias, estoy entendiendo que todo lo que me pasa hoy en día ha sido porque así lo he querido, enséñame a ser un mejor ser humano, una mejor mujer... enséñame a vivir".
Hoy por hoy ya no pido nada a la vida solo una cosa: estar en paz con lo que soy y lo que tengo, dejar de aferrarme a cosas y personas que no son para mí. Ya pagué mis errores (espero) ya asumí la responsabilidad de la consecuencia de mis actos.
Llegó el momento de soltar el pasado, de entender, de aprender, de seguir...