Son incontables las canciones, poemas, cuentos y demás productos de la creatividad humana que hablan sobre el dolor que nos produce el amor. Y es que las relaciones de amor (amor a los hijos, a los padres, a la pareja, a los amigos) tienden a causarnos irónicamente, la mayor cantidad de sufrimiento. Pero ¿porqué pasa esto? ¿Por qué sufrimos cuando amamos? Aquí algunas causas:
- Tenemos expectativas sobre el amor y la persona amada: que cuando no se cumplen, nos causan sufrimiento. Estas expectativas están más basadas en nuestra propia concepción de lo que es el amor y como se debe comportar una persona si me ama que en la realidad de la persona que tenemos en frente y la relación que tenemos con esta.
De estas expectativas no cumplidas surgen la crítica, el enojo, el juicio, los celos, el rencor y los deseos de venganza. Todas estas herramientas para intentar hacer encajar al otro en nuestra idea de “la persona amada” o para hacerlo “pagar” por el desengaño o la decepcion que sufrimos al darnos cuenta que la persona es como es, no como nosotros soñábamos que era.
En vez de aceptar integralmente a la persona que escogimos para amar tal cual es, sin excusas ni moldes prefabricados, simplemente como ES.
- Nuestro amor es egoístas: Sólo tomamos en cuenta la satisfacción de nuestros propios deseos y la búsqueda de la propia felicidad. ¿Y la del otro? Bueno, ese que vea como hace para conseguir la propia. De esta manera, amamos a como quisiéramos que nos amen a nosotros, damos al otro lo que quisiéramos que nos diera, para colmo, esperamos que nos ame y nos dé lo que nosotros queremos.
Si TODOS aplicamos esta filosofía, es obvio que nadie alcance la felicidad. Todos vamos a quedar frustrados.
Todo lo contrario sucedería si TODOS le diéramos a los deseos y la felicidad de los demás, el mismo peso e importancia que nuestra propia felicidad y nuestros propios deseos. Podríamos darnos mutuamente la felicidad sin sufrimiento que todos anhelamos.
- Estamos buscando la felicidad afuera: de nosotros mismo, me refiero. Si vos estas con alguien para que el otro te haga feliz, ambos están condenados a una vida de sufrimiento. Vos porque no vas a lograr ser feliz y el otro prójimo porque le vas a hacer la vida imposible reclamándole el porqué de tu infelicidad.
Si pretendemos cultivar un amor sin sufrimiento, primero debemos cultivar nuestro amor por nosotros mismo, crecer como seres humanos integrales capaces de generar nuestra propia felicidad, para poder compartirla con los demás de una manera saludable.
Todo lo anteriormente descrito es naturaleza humana, así somos, así venimos: defectuosos y egoístas, con el instinto de preservación en automático. Cualquier cosa que queramos hacer diferente nos va a tomar esfuerzo consciente y mucho crecimiento personal. Todo esto con el convencimiento de que estando mejor YO, tendré una mejor relación de pareja.
Psicologa Ana Salgado Tello