Ayer estaba haciendo inspección de mis chicos, que como siempre se pasan las reglas de seguridad por el arco del triunfo: uno cortando una viga de aluminio sin lentes, otro sin casco, otro ponía remaches sin guantes... les dije de lo que se iban a morir y les cobré la multa correspondiente. A mí si me preocupan estos temas, puede llegar a ser peligroso si no se cuida la seguridad.
Apenas iba al tercer piso, cuando de repente oí gritos y alcancé a ver como uno de ellos caía, tirando los toldos, directo al concreto. Cuando bajamos estaba tirado boca abajo, su cabeza había golpeado de frente y tenía sangre, pero respiraba. Llegó el doctor, lo inmovilizó y comenzó a hacerle preguntas que no pudo responder: no sabía quien era, donde trabajaba, donde estaba... nada.
Lo acompañé al hospital, estaba muy enojada pues se supone que debe usar un arnés de seguridad aún si trabaja a 2 metros del suelo (arnés que obviamente no estaba usando). Me hice cargo de la situación y llamé a mi esposo para avisar lo que pasaba y que llegaría cuando fuera posible.
Los compañeros comenzaron a llegar y nos reunimos como 15 o 20. Yo sentía que mi enojo aumentaba pero me sentía bien todavía... pero llegó mi esposo, me ofreció un abrazo y comencé a llorar como la Magdalena. Entonces me puse histérica y les grité lo descuidados que son y que esos descuidos se pagan y a veces muy caro, creo que no les recordé el 10 de mayo porque no soy así, pero poco me faltó.
Mi esposo me metió en una sala y me pedía que me calmara, pero yo estaba desatada, tuvo que gritarme para que yo comenzara a llorar otra vez, pero el enojo todavía me dura.
El chico tiene apenas 19 años y ahora está en coma, su cabeza golpeó el concreto directamente y el pronóstico es reservado. No entiendo como pueden ponerse en riesgo ellos mismos, siempre tengo que recordarles lo más básico y aún así no comprenden. He visto varios accidentes, pero este me ha afectado más y no sé porque... no quiero verlo, estoy muy enojada y no sé que le haría si me dejan sola con él... le puedo llegar a sacar los ojos...
Ahora si las agarré de paño de lágrimas, cada vez que lo recuerdo me vuelvo a enojar, debe ser la impotencia o no sé que...
Apenas iba al tercer piso, cuando de repente oí gritos y alcancé a ver como uno de ellos caía, tirando los toldos, directo al concreto. Cuando bajamos estaba tirado boca abajo, su cabeza había golpeado de frente y tenía sangre, pero respiraba. Llegó el doctor, lo inmovilizó y comenzó a hacerle preguntas que no pudo responder: no sabía quien era, donde trabajaba, donde estaba... nada.
Lo acompañé al hospital, estaba muy enojada pues se supone que debe usar un arnés de seguridad aún si trabaja a 2 metros del suelo (arnés que obviamente no estaba usando). Me hice cargo de la situación y llamé a mi esposo para avisar lo que pasaba y que llegaría cuando fuera posible.
Los compañeros comenzaron a llegar y nos reunimos como 15 o 20. Yo sentía que mi enojo aumentaba pero me sentía bien todavía... pero llegó mi esposo, me ofreció un abrazo y comencé a llorar como la Magdalena. Entonces me puse histérica y les grité lo descuidados que son y que esos descuidos se pagan y a veces muy caro, creo que no les recordé el 10 de mayo porque no soy así, pero poco me faltó.
Mi esposo me metió en una sala y me pedía que me calmara, pero yo estaba desatada, tuvo que gritarme para que yo comenzara a llorar otra vez, pero el enojo todavía me dura.
El chico tiene apenas 19 años y ahora está en coma, su cabeza golpeó el concreto directamente y el pronóstico es reservado. No entiendo como pueden ponerse en riesgo ellos mismos, siempre tengo que recordarles lo más básico y aún así no comprenden. He visto varios accidentes, pero este me ha afectado más y no sé porque... no quiero verlo, estoy muy enojada y no sé que le haría si me dejan sola con él... le puedo llegar a sacar los ojos...
Ahora si las agarré de paño de lágrimas, cada vez que lo recuerdo me vuelvo a enojar, debe ser la impotencia o no sé que...