LA MIRADA DEL AMOR -
El rey estaba enamorado de Sabrina: una mujer de baja condición a la que el rey había hecho su última esposa.
Una tarde, mientras el rey estaba de cacería, llegó un mensajero para avisar que la madre de Sabrina estaba enferma.
Pese a que existía la prohibición de usar el carruaje personal del rey (falta que era pagada con la cabeza), Sabrina subió al carruaje y corrió junto a su madre. A su regreso, el rey fue informado de la situación.
- ¿No es maravillosa? -dijo- Esto es verdaderamente amor filial. ¡No le importó su vida para cuidar a su madre! ¡Es maravillosa!
Otro día, mientras Sabrina estaba sentada en el jardín del palacio comiendo fruta, llegó el rey. La princesa lo saludó y luego le dio un mordisco al último durazno que quedaba en la canasta.
- ¡Parecen ricos! -dijo el rey.
- Lo son –dijo la princesa y alargando la mano le cedió a su amado el último durazno.
- ¡Cuánto me ama! -comentó después el rey- Renunció a su propio placer, para darme el último durazno de la canasta, ¿no es fantástica?
Pasaron algunos años y vaya a saber por qué, el amor y la pasión desaparecieron del corazón del rey.
Sentado con su amigo más confidente, le decía: -Nunca se portó como una reina... ¿acaso no desafió mi investidura usando mi carruaje? Es más, recuerdo que un día me dio a comer una fruta mordida.
- La realidad es siempre la misma. Y lo que es, es... Sin embargo, como en el cuento, el hombre puede leer un hecho de una manera o de la contraria.
Cuidado con tus percepciones, decía Baldwin el sabio.
SI LO QUE VES SE AJUSTA "A MEDIDA" CON LA REALIDAD QUE A TI MÁS TE CONVIENE... ¡DESCONFÍA DE TUS OJOS!
Jorge Bucay
El rey estaba enamorado de Sabrina: una mujer de baja condición a la que el rey había hecho su última esposa.
Una tarde, mientras el rey estaba de cacería, llegó un mensajero para avisar que la madre de Sabrina estaba enferma.
Pese a que existía la prohibición de usar el carruaje personal del rey (falta que era pagada con la cabeza), Sabrina subió al carruaje y corrió junto a su madre. A su regreso, el rey fue informado de la situación.
- ¿No es maravillosa? -dijo- Esto es verdaderamente amor filial. ¡No le importó su vida para cuidar a su madre! ¡Es maravillosa!
Otro día, mientras Sabrina estaba sentada en el jardín del palacio comiendo fruta, llegó el rey. La princesa lo saludó y luego le dio un mordisco al último durazno que quedaba en la canasta.
- ¡Parecen ricos! -dijo el rey.
- Lo son –dijo la princesa y alargando la mano le cedió a su amado el último durazno.
- ¡Cuánto me ama! -comentó después el rey- Renunció a su propio placer, para darme el último durazno de la canasta, ¿no es fantástica?
Pasaron algunos años y vaya a saber por qué, el amor y la pasión desaparecieron del corazón del rey.
Sentado con su amigo más confidente, le decía: -Nunca se portó como una reina... ¿acaso no desafió mi investidura usando mi carruaje? Es más, recuerdo que un día me dio a comer una fruta mordida.
- La realidad es siempre la misma. Y lo que es, es... Sin embargo, como en el cuento, el hombre puede leer un hecho de una manera o de la contraria.
Cuidado con tus percepciones, decía Baldwin el sabio.
SI LO QUE VES SE AJUSTA "A MEDIDA" CON LA REALIDAD QUE A TI MÁS TE CONVIENE... ¡DESCONFÍA DE TUS OJOS!
Jorge Bucay