La vida se vuelve aburrida cuando la monotonía llena nuestros días. Dejar que una rutina conduzca nuestra existencia diariamente hace que nos sintamos agobiados y desmotivados. De vez en cuando debemos interrumpir esa monotonía, aunque sólo sea temporalmente, para recuperar el equilibrio y la claridad que nos permita observar la vida desde un punto de vista más fresco, libre, agradable y optimista.
Hacer un alto en el camino, respirar profundamente, tomar distancia y tomar conciencia de lo que estamos haciendo, nos ayudará a ubicarnos, a reorganizarnos, a realizar un pequeño inventario esencial, para replantear el curso que le daremos al resto de nuestra vida.
Somos seres esencialmente programados, repetitivos; una vez que aprendemos a hacer algo, lo seguimos haciendo de la misma manera, una y otra vez, sin preguntarnos siquiera si existe una mejor forma de hacerlo o si vale la pena que lo sigamos haciendo; por eso se nos hace tan difícil cambiar y hacer las cosas de una manera diferente.
Usualmente hacemos cosas que no nos gustan, que no queremos hacer o que nos afectan negativamente, simplemente porque sabemos manejarlas, porque así lo aprendimos, en vez de atrevernos a cambiarlas por otras actitudes y comportamientos que nos produzcan un efecto más positivo.
Querernos más y estar dispuestos a cambiar es determinante para tener la motivación, la voluntad, el valor y la constancia para mejorar nuestra vida.
Deberíamos preguntarnos cada día: ¿Qué voy a hacer hoy para sentirme mejor y crecer como persona? Debemos tomar la actitud de cuestionarnos de vez en cuando para no seguir la corriente. Podemos renovarnos y cambiar para mejorar nuestra vida y lo que nos hacemos. Con nuestra creatividad, con nuestro deseo de superación, con nuestra conciencia, podemos hacer de este lugar un mundo mejor.
Para muchos, la vida es una especie de viaje corto que los toma mayormente preocupados por lo que no pueden resolver en el momento; tristes o frustrados por lo que les pasó en el pasado; o angustiados y atemorizados por lo que les puede suceder en el futuro.
Aprendamos a vivir la vida como lo que es: una oportunidad diaria de aprender, de hacer las cosas que nos gustan, de sentirnos a gusto con quienes somos, de servir y apoyar a otras personas y de sembrar, en nuestro entorno inmediato, un poco de paz, amor, gentileza, confianza, tolerancia y esperanza.
El día de hoy puede ser diferente, no permitas que la rigidez de tus creencias, el temor a los cambios, el estrés o los comentarios y la actitud negativa de otra persona, te roben la posibilidad de sentirte libre de hacer las cosas de una mejor manera. ¡Adelante, renueva tu vida y vence la rutina!
¡Hoy puede ser el primer día del resto de tu vida si tú lo decides! Comienza a vivir de una manera diferente, con entusiasmo, optimismo y ganas de iluminar tu mundo.
1 CAMBIA ALGUN HÁBITO
Vence ese hábito negativo que has repetido durante tanto tiempo a pesar de que sabes que no te hace bien. Comienza a comer saludablemente, inicia una rutina de ejercicios, deja de fumar, organízate mejor… O simplemente cambia de actitud, sonríe y sé más optimista.
2 REALIZA UNA PAUSA ACTIVA
Cuando te sientas cansado o desanimado, levántate y mueve un poco tu cuerpo. Respirar conscientemente, girar tu cuello, estirar las piernas, enderezar la espalda, abrir y cerrar tus ojos con fuerza puede ser suficiente para despertar y recuperar el ánimo y la energía que te hacían falta.
3 ATRÉVETE A CAMBIAR
Evita vivir en la monotonía, busca cumplir tus sueños, crea nuevos caminos, asume riesgos. ¡Atrévete a cambiar, este es tu momento! Abandona la comodidad de tu sillón y lánzate a vivir la aventura de la vida.
4 RESALTA TODO LO POSITIVO QUE TE SUCEDA
En lugar de fijar tu atención en lo que falta, en las dificultades o en las cosas que no salen como lo tenías planeado, piensa en cómo solucionarás y busca todos los elementos y las circunstancias positivas que de una u otra forma suavizan y alegran tu día.
5 RESTA IMPORTANCIA A LAS COSAS QUE NO LA TIENEN
Muchas veces le damos demasiada importancia a cosas pequeñas y fáciles de resolver. Ajusta la perspectiva con la que evalúas cada situación en tu vida y resta importancia a aquellas que definitivamente no la tienen. Vence la tendencia a exagerar la dificultad de algunas situaciones para que puedas resolverlas y superarlas más fácilmente.
6 ENCIENDE TU CREATIVIDAD
¡Vamos, tú puedes hacer las mismas cosas de una manera diferente! Toma una vía nueva para ir al trabajo, levántate media hora más temprano y prepara un buen desayuno, si estás acostumbrado a comenzar tu trabajo haciéndote cargo de las cosas más fáciles, ocúpate de las difíciles de resolver, de aquellas que has postergado.
7 SÉ FLEXIBLE
Es posible que las cosas no salgan como lo tenías planificado, que aparezcan eventos inesperados, que tu amigo o tu pareja no quieran o no puedan acompañarte… por eso tienes que aprender a ser flexible, para que puedas aceptar los cambios que se presenten en tu vida cada día.
8 VIVE EN PRESENTE
No dejes que el pasado negativo te robe el entusiasmo y el optimismo. No importa lo que haya ocurrido ayer o esta mañana o hace sólo unos minutos, siempre puedes tomar lo positivo, pasar la página y volver a comenzar.
9 PLANIFICA LA TARDE ANTERIOR
Para evitar que el estrés altere tu tranquilidad y buena disposición, procura planificar tu próximo día la tarde anterior. Hazlo tomando en cuenta todos los compromisos que tienes pendientes. Recuerda ordenarlos por prioridad y calculando el tiempo real que te tomará cumplir con ellos para que no te exijas demasiado.
Por favor NO lo hagas en las noches, ya que nada quita más el sueño que estar pensando en los pendientes. Cuando te vayas a dormir, ya debes tener todo organizado, nada de pensar en la cama lo que vas a hacer al siguiente día porque no podrás dormir.
10 ASUME LA RESPONSABILIDAD DE TU VIDAEn lugar de sentirte víctima de los demás o de las circunstancias, asume la responsabilidad de lo que te suceda. Analiza las razones por las que te pasó y haz los cambios o las acciones necesarias para resolverlo. Aprende de cada experiencia.
Saludos
Mel.
Hacer un alto en el camino, respirar profundamente, tomar distancia y tomar conciencia de lo que estamos haciendo, nos ayudará a ubicarnos, a reorganizarnos, a realizar un pequeño inventario esencial, para replantear el curso que le daremos al resto de nuestra vida.
Somos seres esencialmente programados, repetitivos; una vez que aprendemos a hacer algo, lo seguimos haciendo de la misma manera, una y otra vez, sin preguntarnos siquiera si existe una mejor forma de hacerlo o si vale la pena que lo sigamos haciendo; por eso se nos hace tan difícil cambiar y hacer las cosas de una manera diferente.
Usualmente hacemos cosas que no nos gustan, que no queremos hacer o que nos afectan negativamente, simplemente porque sabemos manejarlas, porque así lo aprendimos, en vez de atrevernos a cambiarlas por otras actitudes y comportamientos que nos produzcan un efecto más positivo.
Querernos más y estar dispuestos a cambiar es determinante para tener la motivación, la voluntad, el valor y la constancia para mejorar nuestra vida.
Deberíamos preguntarnos cada día: ¿Qué voy a hacer hoy para sentirme mejor y crecer como persona? Debemos tomar la actitud de cuestionarnos de vez en cuando para no seguir la corriente. Podemos renovarnos y cambiar para mejorar nuestra vida y lo que nos hacemos. Con nuestra creatividad, con nuestro deseo de superación, con nuestra conciencia, podemos hacer de este lugar un mundo mejor.
Para muchos, la vida es una especie de viaje corto que los toma mayormente preocupados por lo que no pueden resolver en el momento; tristes o frustrados por lo que les pasó en el pasado; o angustiados y atemorizados por lo que les puede suceder en el futuro.
Aprendamos a vivir la vida como lo que es: una oportunidad diaria de aprender, de hacer las cosas que nos gustan, de sentirnos a gusto con quienes somos, de servir y apoyar a otras personas y de sembrar, en nuestro entorno inmediato, un poco de paz, amor, gentileza, confianza, tolerancia y esperanza.
El día de hoy puede ser diferente, no permitas que la rigidez de tus creencias, el temor a los cambios, el estrés o los comentarios y la actitud negativa de otra persona, te roben la posibilidad de sentirte libre de hacer las cosas de una mejor manera. ¡Adelante, renueva tu vida y vence la rutina!
¡Hoy puede ser el primer día del resto de tu vida si tú lo decides! Comienza a vivir de una manera diferente, con entusiasmo, optimismo y ganas de iluminar tu mundo.
1 CAMBIA ALGUN HÁBITO
Vence ese hábito negativo que has repetido durante tanto tiempo a pesar de que sabes que no te hace bien. Comienza a comer saludablemente, inicia una rutina de ejercicios, deja de fumar, organízate mejor… O simplemente cambia de actitud, sonríe y sé más optimista.
2 REALIZA UNA PAUSA ACTIVA
Cuando te sientas cansado o desanimado, levántate y mueve un poco tu cuerpo. Respirar conscientemente, girar tu cuello, estirar las piernas, enderezar la espalda, abrir y cerrar tus ojos con fuerza puede ser suficiente para despertar y recuperar el ánimo y la energía que te hacían falta.
3 ATRÉVETE A CAMBIAR
Evita vivir en la monotonía, busca cumplir tus sueños, crea nuevos caminos, asume riesgos. ¡Atrévete a cambiar, este es tu momento! Abandona la comodidad de tu sillón y lánzate a vivir la aventura de la vida.
4 RESALTA TODO LO POSITIVO QUE TE SUCEDA
En lugar de fijar tu atención en lo que falta, en las dificultades o en las cosas que no salen como lo tenías planeado, piensa en cómo solucionarás y busca todos los elementos y las circunstancias positivas que de una u otra forma suavizan y alegran tu día.
5 RESTA IMPORTANCIA A LAS COSAS QUE NO LA TIENEN
Muchas veces le damos demasiada importancia a cosas pequeñas y fáciles de resolver. Ajusta la perspectiva con la que evalúas cada situación en tu vida y resta importancia a aquellas que definitivamente no la tienen. Vence la tendencia a exagerar la dificultad de algunas situaciones para que puedas resolverlas y superarlas más fácilmente.
6 ENCIENDE TU CREATIVIDAD
¡Vamos, tú puedes hacer las mismas cosas de una manera diferente! Toma una vía nueva para ir al trabajo, levántate media hora más temprano y prepara un buen desayuno, si estás acostumbrado a comenzar tu trabajo haciéndote cargo de las cosas más fáciles, ocúpate de las difíciles de resolver, de aquellas que has postergado.
7 SÉ FLEXIBLE
Es posible que las cosas no salgan como lo tenías planificado, que aparezcan eventos inesperados, que tu amigo o tu pareja no quieran o no puedan acompañarte… por eso tienes que aprender a ser flexible, para que puedas aceptar los cambios que se presenten en tu vida cada día.
8 VIVE EN PRESENTE
No dejes que el pasado negativo te robe el entusiasmo y el optimismo. No importa lo que haya ocurrido ayer o esta mañana o hace sólo unos minutos, siempre puedes tomar lo positivo, pasar la página y volver a comenzar.
9 PLANIFICA LA TARDE ANTERIOR
Para evitar que el estrés altere tu tranquilidad y buena disposición, procura planificar tu próximo día la tarde anterior. Hazlo tomando en cuenta todos los compromisos que tienes pendientes. Recuerda ordenarlos por prioridad y calculando el tiempo real que te tomará cumplir con ellos para que no te exijas demasiado.
Por favor NO lo hagas en las noches, ya que nada quita más el sueño que estar pensando en los pendientes. Cuando te vayas a dormir, ya debes tener todo organizado, nada de pensar en la cama lo que vas a hacer al siguiente día porque no podrás dormir.
10 ASUME LA RESPONSABILIDAD DE TU VIDAEn lugar de sentirte víctima de los demás o de las circunstancias, asume la responsabilidad de lo que te suceda. Analiza las razones por las que te pasó y haz los cambios o las acciones necesarias para resolverlo. Aprende de cada experiencia.
Saludos
Mel.