Con los cánones de belleza que se tienen hoy en día, muchas empresas se han dedicado a sacar a la venta productos para bajar de peso. La mayoría de ellos prometen soluciones “mágicas” e inmediatas, lo cual pone en riesgo la salud del consumidor.
A continuación te proporcionamos algunos consejos para que identifiques estos productos y para que sepas qué medidas de seguridad deben tener para que te ofrezcan beneficios y no corra riesgo ni tu cuerpo ni tu bolsillo.
La persona que te recete algún producto o medicamento tiene que ser un especialista en nutrición. Debe haber estudiado mínimo una licenciatura y su especialización. Además de contar con la autorización médica para ejercer su carrera, avalada con la cédula profesional.
Existen medicamentos que pueden ser utilizados para el control de peso, pero deben ser administrados bajo estricta supervisión médica. Si no sabes qué estás tomando, tu salud está en riesgo. Los fármacos que consumas deben tener una etiqueta que indique los ingredientes que contiene y estar aprobados por las autoridades sanitarias. Recuerda que tienes derecho a saber los pro y contra de los productos que te ofrezcan. Pregunta e infórmate.
Cualquier plan serio de alimentación debe ser personalizado y considerar las características de cada individuo, por lo tanto, no debes dejarte llevar por recomendaciones de amigos, familiares o por la publicidad, ya que los requerimientos de tu cuerpo son especiales.
Existen algunas dietas que sólo incluyen un tipo de nutrientes. Las dietas saludables, incluso las dietas de pérdida de peso, deben incluir todos los grupos de alimentos. De otra forma, tu cuerpo puede desarrollar deficiencias y a la larga esto afectará tu salud.
Si el producto o “medicamento” te promete resultados rápidos como “Baja 5 kilos en 3 días” no confíes en ellos, ya que los tratamientos requieren cierto tiempo para hacer efecto, sobre todo los de pérdida de peso. Recuerda que no subiste de peso de un momento a otro, ni en una semana, por lo que bajar tampoco será repentino.
Si te ofrecen productos naturales en lugar de sintéticos no te brindan ninguna garantía, ya que el cuerpo es una fábrica bioquímica que sólo reconoce los químicos y no tiene la habilidad de diferenciar entre los nutrimentos "naturales" y "sintéticos”. Por ejemplo, el arsénico es natural ya que existe en la naturaleza, sin embargo, es veneno para tu organismo.
Hay aspectos positivos y negativos en cada alimento y suplemento. Asegúrate que sabes lo que estás tomando y cómo puede afectar a tu salud. Pregunta los riesgos que hay al seguir una dieta, sobre todo si padeces alguna otra enfermedad.
Cualquier plan nutricional debe estar asociado a un plan de ejercicios físicos. De otra forma, el beneficio puede ser parcial.
A continuación te proporcionamos algunos consejos para que identifiques estos productos y para que sepas qué medidas de seguridad deben tener para que te ofrezcan beneficios y no corra riesgo ni tu cuerpo ni tu bolsillo.
La persona que te recete algún producto o medicamento tiene que ser un especialista en nutrición. Debe haber estudiado mínimo una licenciatura y su especialización. Además de contar con la autorización médica para ejercer su carrera, avalada con la cédula profesional.
Existen medicamentos que pueden ser utilizados para el control de peso, pero deben ser administrados bajo estricta supervisión médica. Si no sabes qué estás tomando, tu salud está en riesgo. Los fármacos que consumas deben tener una etiqueta que indique los ingredientes que contiene y estar aprobados por las autoridades sanitarias. Recuerda que tienes derecho a saber los pro y contra de los productos que te ofrezcan. Pregunta e infórmate.
Cualquier plan serio de alimentación debe ser personalizado y considerar las características de cada individuo, por lo tanto, no debes dejarte llevar por recomendaciones de amigos, familiares o por la publicidad, ya que los requerimientos de tu cuerpo son especiales.
Existen algunas dietas que sólo incluyen un tipo de nutrientes. Las dietas saludables, incluso las dietas de pérdida de peso, deben incluir todos los grupos de alimentos. De otra forma, tu cuerpo puede desarrollar deficiencias y a la larga esto afectará tu salud.
Si el producto o “medicamento” te promete resultados rápidos como “Baja 5 kilos en 3 días” no confíes en ellos, ya que los tratamientos requieren cierto tiempo para hacer efecto, sobre todo los de pérdida de peso. Recuerda que no subiste de peso de un momento a otro, ni en una semana, por lo que bajar tampoco será repentino.
Si te ofrecen productos naturales en lugar de sintéticos no te brindan ninguna garantía, ya que el cuerpo es una fábrica bioquímica que sólo reconoce los químicos y no tiene la habilidad de diferenciar entre los nutrimentos "naturales" y "sintéticos”. Por ejemplo, el arsénico es natural ya que existe en la naturaleza, sin embargo, es veneno para tu organismo.
Hay aspectos positivos y negativos en cada alimento y suplemento. Asegúrate que sabes lo que estás tomando y cómo puede afectar a tu salud. Pregunta los riesgos que hay al seguir una dieta, sobre todo si padeces alguna otra enfermedad.
Cualquier plan nutricional debe estar asociado a un plan de ejercicios físicos. De otra forma, el beneficio puede ser parcial.