1. Por el sentimiento de culpabilidad
Muy comúnmente, la mujer piensa que los problemas de pareja son por su propia culpa. Creen que si su novio o esposo les fue infiel, es porque ella de algún modo le ha fallado, que no le han dado lo que necesitaban, o que simplemente no hicieron las cosas de la forma correcta y como a él le hubiese gustado. En definitiva, piensan que la culpa es de ellas mismas.
2. Por no ser capaces de soltar
Para algunas mujeres, es muy difícil dejar que su pareja se vaya, o marcharse de su lado… romper. Aunque estén en una relación tormentosa, tal vez incluso recibiendo abusos físicos y emocionales, no se sienten capaces de dejarlo, decir adiós, soltar a su pareja. En algunos casos concretos, puede que el resultado final merezca la pena, pero por lo general es mejor saber soltar a tiempo.
3. Por el miedo al qué dirán o harán
Muchas mujeres no se atreven a romper por miedo a lo que pudiera pasar a consecuencia de ello. Puede ser por miedo a lo que hará su ex o bien lo que él pueda decirle a los demás de ella… También está el miedo al qué dirán los demás… sus amigas y especialmente la familia. Si las cosas están muy mal, igual conviene afrontarse al qué dirán, a lo que puedan hablar mal de nosotras… pues sólo se vive una vez y es mejor vivirla sintiéndose libres aunque para ello tengamos que pasar por baches. La vida es demasiado corta como para desperdiciarla pensando en lo que dirán los demás de nosotras.
4. Miedo a equivocarse
Otro motivo para no dejar la relación, aunque sea una relación muy dura, es el miedo a equivocarse marchándose. Observan que constantemente, en novelas, televisión, cine e incluso relaciones que conocen, después de dejar a sus parejas se arrepienten y desearían nunca haberlo dejado. Tienen miedo a que ello les pudiera pasar a ellas, y que después las cosas estarían peor que ahora.
5. Por los amigos
Lo común es que la pareja tenga las mismas amistades, que se relacionen con las mismas personas. Si se produce una ruptura, sienten que tendrían que dejar esos amigos que tienen en común, y eso muchas veces puede resultar muy duro, teniendo que empezar otra vez la vida, solas, sin las amistades por las que han trabajado durante años.
6. No tienen a dónde ir
Este es un motivo muy fuerte para muchas mujeres, especialmente las que han pasado años compartiendo hogar o en matrimonio. No saben a dónde podrían ir si llegaran a romper con él, sienten que no tienen ningún sitio a dónde ir, a donde escapar y refugiarse. Si no hay ninguna casa de amigas o familiares disponibles, puede merecer la pena pedir información acerca de las casas de acogida para mujeres maltratadas que en prácticamente toda ciudad hay.
7. Porque él es encantador
Puede parecer paradójico, pero muchas veces ocurre que esa misma persona que les hace la vida imposible de repente también se convierte en un hombre encantador que las vuelve a enamorar una y otra vez. Hay que tener mucho ojo con esto, pues los hombres manipuladores y abusivos muchas veces utilizan estas técnicas para dominarnos.
8. Por los hijos
Este es quizás uno de los principales motivos por los que muchísimas mujeres aguantan en relaciones tormentosas que muchas veces incluso llega a alcanzar situaciones de abuso, manipulación, ataques físicos y emocionales: los hijos. Las mujeres somos fuertes por naturaleza, y una madre con hijos por los que velar pueden serlo más aún. Lo que ocurre es que muchas veces esa fuerza va dirigida a aguantar y no a tomar nuevos riesgos por un mejor futuro lejos del padre de los niños. No quieren que sus hijos vivan con el trauma de los niños de padres divorciados o separados.
9. Por valores morales
Porque sientes que dejarle “no sería lo correcto”. Todas las personas hemos crecido con valores morales que se nos ha enseñado desde pequeños, puede que diferentes valores, pero valores a fin de cuentas. Esos valores familiares, sociales o religiosos muchas veces nos llevan a aguantar junto a un hombre, aunque él no cumpla bien con su parte y abuse de nosotras. Desde que naciste creciste como una hija, y como tal te sometías a tus padres sin importar lo justo o injusto que pudiera ser. Ahora sigues con ese “síndrome de hija” con tu pareja, con quien crees que debes permanecer pase lo que pase.
10. Porque tendrían que redescubrirse
Lo cierto es que darse cuenta y decidir que debe finalizar una relación que tal vez ha durado muchos años y ha supuesto una gran apuesta personal en la vida, es muy duro. Pueden sentir que la relación era parte de su propia apuesta por la vida, por lo que lucharon, y que si no funcionó y va a finalizar quiere decir que no valió la pena, que lucharon por algo que no merecía la pena, y por ello la definición de ellas mismas es confusa. Supondría que se tendrían que volver a descubrir a si mismas, que tendrían que volver a empezar de cero, decidir quienes son, qué quieren en la vida, a dónde ir… y muchas veces pensar en eso da miedo. Pero mujer, la vida es demasiado corta como para quedarte atada a algo que no sirve y sólo te hace mal. No debes tener miedo a cambiar y olvidar quien fuiste hasta ahora para dar paso al descubrir quien eres y quién vas a ser. Apuesta por tu futuro no tu pasado.
Muchas veces tratamos en vano de salvar una relación que no tiene remedio. Nos aferramos por temor a enfrentar la vida solas, lo cual es un grave error. Cuando estamos solas es cuando más sale a relucir nuestras habilidades y potencial de mujeres. Debemos demostrar que somos capaces, con o sin él.