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Hola Amigas...¿¿Como estan?? Les comparto este articulo que me gusto mucho, espero lo disfruten. O talvez ya lo leyeron. Con mucho cariño para todas ustedes. Esta un poco largo, pero creo yo vale la pena leerlo.
Una mujer bella, dicen generalmente los diccionarios, es “aquella en cuya contemplación se deleitan los ojos”.
¿Los ojos de quién? Esta pregunta entraña una de las razones por las cuales la definición de la belleza femenina no cabe dentro de líneas fijas e invariables. Esta belleza depende siempre de quién la mira o con qué ojos se mire.
Una mujer bella puede ser aquella que no cumple con los requisitos para ser modelo. Desde siempre, la mujer resulta especialmente bella cuando es autentica, sin muchos artificios, natural y espontánea. La mujer más bella es aquella que sonríe aún viendo que todo se cae a su alrededor.
Las mujeres cuando miran a otras mujeres tienden a examinarlas con ojos críticos, nunca les dirán que son elegantes o bellas, porque tenemos dentro de nosotras mismas las críticas, siempre encontrando defectos, y difícilmente diremos algo bonito a nuestras parejas acerca de ellas.
•Las mujeres, cuando ponemos los ojos en otra mujer, la observamos minuciosamente, detalle por detalle.
•En cambio, a los hombres les agrada o desagrada una mujer por la impresión general que causa. Son más sensibles a la delicadeza, las formas y la gracia. Les enamoran la lozanía y la sencillez, porque son menos complicados, no están en guerras constantes con ellas.
Somos nosotras las mujeres las más críticas con nuestro propio género.
Existen dos tipos de mujer que hacen volver la cabeza a los hombres:
1.La mujer aparatosa, la mujer visión, si así puede decirse. El producto refinado y perfecto de la moda y el maquillaje. La admiran. Pero no estarían a gusto con ella en un ambiente de confianza.
2.El otro tipo es el de la mujer dotada de encantos naturales, afable, dulce y fiable a la que sería grato tener por compañera, lo mismo en una excursión campestre, una salida a cenar o como compañera para toda la vida.
La mujer realmente bella está como iluminada por una especie de luz interior. La verdadera belleza viene de adentro. Esta frase podría parecer muy común, pero expresa una gran verdad. ¿Qué otra explicación posible puede darse al hecho de que la mayoría de las mujeres estén más adorables que nunca el día de su boda, o al sentirse enamoradas?
Una mujer no puede ser bella si no lleva una vida plena en la que desarrolle armónicamente todo su potencial, adquiera absoluta confianza en sí misma, y aprenda a coordinar sin esfuerzo el cuerpo y su espíritu.
Por regla general, una mujer menor de veinte años no puede darle a sus facciones, por muy bellas que éstas sean, la expresión intensa del sentimiento, porque no ha vivido bastante.
A la mujer que ha vivido la vida, se le notará en el rostro aquellos surcos que llamamos “experiencias”, por eso es muy lindo pasar etapas, cada una de ella no dará diferentes matices a nuestra vida permitiéndonos seguir siendo bellas sin importar la edad.
La mujer más bella no es aquella que viste lujos, ni los mejores aromas, una mujer bella es la que con sólo sonreír y reír a carcajadas hace que todos lo que están a su lado se sienta cómodos y felices, porque la felicidad es una luz interior que tenemos dentro de nosotras.
¿Te consideras bella?
Una mujer bella, dicen generalmente los diccionarios, es “aquella en cuya contemplación se deleitan los ojos”.
¿Los ojos de quién? Esta pregunta entraña una de las razones por las cuales la definición de la belleza femenina no cabe dentro de líneas fijas e invariables. Esta belleza depende siempre de quién la mira o con qué ojos se mire.
Una mujer bella puede ser aquella que no cumple con los requisitos para ser modelo. Desde siempre, la mujer resulta especialmente bella cuando es autentica, sin muchos artificios, natural y espontánea. La mujer más bella es aquella que sonríe aún viendo que todo se cae a su alrededor.
Las mujeres cuando miran a otras mujeres tienden a examinarlas con ojos críticos, nunca les dirán que son elegantes o bellas, porque tenemos dentro de nosotras mismas las críticas, siempre encontrando defectos, y difícilmente diremos algo bonito a nuestras parejas acerca de ellas.
•Las mujeres, cuando ponemos los ojos en otra mujer, la observamos minuciosamente, detalle por detalle.
•En cambio, a los hombres les agrada o desagrada una mujer por la impresión general que causa. Son más sensibles a la delicadeza, las formas y la gracia. Les enamoran la lozanía y la sencillez, porque son menos complicados, no están en guerras constantes con ellas.
Somos nosotras las mujeres las más críticas con nuestro propio género.
Existen dos tipos de mujer que hacen volver la cabeza a los hombres:
1.La mujer aparatosa, la mujer visión, si así puede decirse. El producto refinado y perfecto de la moda y el maquillaje. La admiran. Pero no estarían a gusto con ella en un ambiente de confianza.
2.El otro tipo es el de la mujer dotada de encantos naturales, afable, dulce y fiable a la que sería grato tener por compañera, lo mismo en una excursión campestre, una salida a cenar o como compañera para toda la vida.
La mujer realmente bella está como iluminada por una especie de luz interior. La verdadera belleza viene de adentro. Esta frase podría parecer muy común, pero expresa una gran verdad. ¿Qué otra explicación posible puede darse al hecho de que la mayoría de las mujeres estén más adorables que nunca el día de su boda, o al sentirse enamoradas?
Una mujer no puede ser bella si no lleva una vida plena en la que desarrolle armónicamente todo su potencial, adquiera absoluta confianza en sí misma, y aprenda a coordinar sin esfuerzo el cuerpo y su espíritu.
Por regla general, una mujer menor de veinte años no puede darle a sus facciones, por muy bellas que éstas sean, la expresión intensa del sentimiento, porque no ha vivido bastante.
A la mujer que ha vivido la vida, se le notará en el rostro aquellos surcos que llamamos “experiencias”, por eso es muy lindo pasar etapas, cada una de ella no dará diferentes matices a nuestra vida permitiéndonos seguir siendo bellas sin importar la edad.
La mujer más bella no es aquella que viste lujos, ni los mejores aromas, una mujer bella es la que con sólo sonreír y reír a carcajadas hace que todos lo que están a su lado se sienta cómodos y felices, porque la felicidad es una luz interior que tenemos dentro de nosotras.
¿Te consideras bella?
ups, amiga, que bueno fuera que el mundo lo considerara asi, que eso seria lo justo, pero se que es ideal que la gente piense en ver la belleza de forma espiritual.
