Mirna...Vas a casarte.
Un mundo nuevo se abre delante de ti, es el momento en el que una fantasía muy deseada se convierte en realidad. Dos vidas y dos historias diferentes confluyen para comenzar a formar un proyecto en común, una familia. A continuación hay algunos tips para empezar esta nueva etapa con la seguridad de que todo saldrá mejor que lo imaginado.
Es probable que tengas emociones encontradas: alegría, temores, la sensación de haber logrado algo importante, el no saber qué hacer en ciertas situaciones. No hay sensaciones que debas o que no debas tener en esta instancia. Es lógico que, aunque la dicha sea enorme, además de felicidad, sientas miedos e inseguridades, todo cambio implica adentrarnos en terreno desconocido y nadie se siente cien por ciento seguro en estos casos.
No hace falta dejar de ser quien eres, ni alejarte de tus amigos o de tu familia. Los recién casados son dos seres diferentes que han decidido unirse para estar juntos y así compartir las experiencias de vida que se les presenten. La vida anterior sigue, pero modificada, para bien.
Si habitabas con tu familia de origen, comenzar a encargarte de la casa puede resultar tedioso, y quizá no sepas bien cómo se maneja todo (tareas del hogar, impuestos, etc.). Pide consejo a quien tenga más experiencia que tú y trata de llegar a acuerdos con tu pareja desde el principio sobre estos temas.
Si vivías en soledad, posiblemente te lleve un tiempo pensar de a dos, compartir los espacios, entender que hay otra persona a la que es necesario avisarle en caso de ciertas salidas o de ciertos gastos y a la cual siempre tendrás en cuenta en tus planes y decisiones.
Esto se va a ir dando gradualmente y el proceso suele ser bien agradable, si cuentas con la amplitud necesaria para darte cuenta de que cada paso que des en este sentido, más estarás consolidando tu unión.
Hay temas que conviene tratar desde un principio (si no lo han hecho antes de casarse), como dividir las tareas del hogar, hablar sobre cómo llevarán adelante el aspecto financiero – qué gastos compartirán, si seguirán con cuentas bancarias separadas o manejarán todo de manera conjunta, etc.
No existe la fórmula perfecta. Las rutinas y los gustos de cada matrimonio se van definiendo con el correr de los días y de los meses. Por ejemplo, si se cocina a diario, cada cuánto los dos juntos visitan a los parientes, la frecuencia del sexo.
Cada pareja, con el transcurso del tiempo, va encontrando su propio ritmo y su propia manera de sentirse en plenitud.
Lo que considero esencial es transitar este camino de conocimiento mutuo lo más cerca que puedan el uno del otro. ¡Con amor y con paciencia todo se encamina de la mejor manera!
Con cariño,
Mel.
Un mundo nuevo se abre delante de ti, es el momento en el que una fantasía muy deseada se convierte en realidad. Dos vidas y dos historias diferentes confluyen para comenzar a formar un proyecto en común, una familia. A continuación hay algunos tips para empezar esta nueva etapa con la seguridad de que todo saldrá mejor que lo imaginado.
Es probable que tengas emociones encontradas: alegría, temores, la sensación de haber logrado algo importante, el no saber qué hacer en ciertas situaciones. No hay sensaciones que debas o que no debas tener en esta instancia. Es lógico que, aunque la dicha sea enorme, además de felicidad, sientas miedos e inseguridades, todo cambio implica adentrarnos en terreno desconocido y nadie se siente cien por ciento seguro en estos casos.
No hace falta dejar de ser quien eres, ni alejarte de tus amigos o de tu familia. Los recién casados son dos seres diferentes que han decidido unirse para estar juntos y así compartir las experiencias de vida que se les presenten. La vida anterior sigue, pero modificada, para bien.
Si habitabas con tu familia de origen, comenzar a encargarte de la casa puede resultar tedioso, y quizá no sepas bien cómo se maneja todo (tareas del hogar, impuestos, etc.). Pide consejo a quien tenga más experiencia que tú y trata de llegar a acuerdos con tu pareja desde el principio sobre estos temas.
Si vivías en soledad, posiblemente te lleve un tiempo pensar de a dos, compartir los espacios, entender que hay otra persona a la que es necesario avisarle en caso de ciertas salidas o de ciertos gastos y a la cual siempre tendrás en cuenta en tus planes y decisiones.
Esto se va a ir dando gradualmente y el proceso suele ser bien agradable, si cuentas con la amplitud necesaria para darte cuenta de que cada paso que des en este sentido, más estarás consolidando tu unión.
Hay temas que conviene tratar desde un principio (si no lo han hecho antes de casarse), como dividir las tareas del hogar, hablar sobre cómo llevarán adelante el aspecto financiero – qué gastos compartirán, si seguirán con cuentas bancarias separadas o manejarán todo de manera conjunta, etc.
No existe la fórmula perfecta. Las rutinas y los gustos de cada matrimonio se van definiendo con el correr de los días y de los meses. Por ejemplo, si se cocina a diario, cada cuánto los dos juntos visitan a los parientes, la frecuencia del sexo.
Cada pareja, con el transcurso del tiempo, va encontrando su propio ritmo y su propia manera de sentirse en plenitud.
Lo que considero esencial es transitar este camino de conocimiento mutuo lo más cerca que puedan el uno del otro. ¡Con amor y con paciencia todo se encamina de la mejor manera!
Con cariño,
Mel.
Última edición por Mel el Mar 24 Nov 2009, 16:23, editado 1 vez