Hay que procurar no dejar las cosas del amor en manos exclusivamente del corazón.
De entrada, lo que más nos llama la atención es el aspecto físico de alguien. De repente, conocernos a una persona que «nos gusta». No es solo su menor o mayor belleza física; es algo más, difícil de precisar. Los gestos, la forma de hablar, de moverse, nos resultan especialmente atractivos. Más tarde, su forma de comportarse, la relación que se va poco a poco estableciendo con esa persona, tienen algo de sugestivo, de especial, que nos va cautivando sin damos cuenta.
A veces, se produce un «amor a primera vista», un «flechazo». En otras ocasiones, esa persona puede resultarnos poco interesante de entrada, incluso desagradable o pretenciosa. Sin embargo, según la vamos conociendo más, cambiamos la opinión que en un principio nos habíamos forjado sobre ella, volviéndonos cada vez más receptivos.
Te ha pasado asi?
Mel.
De entrada, lo que más nos llama la atención es el aspecto físico de alguien. De repente, conocernos a una persona que «nos gusta». No es solo su menor o mayor belleza física; es algo más, difícil de precisar. Los gestos, la forma de hablar, de moverse, nos resultan especialmente atractivos. Más tarde, su forma de comportarse, la relación que se va poco a poco estableciendo con esa persona, tienen algo de sugestivo, de especial, que nos va cautivando sin damos cuenta.
A veces, se produce un «amor a primera vista», un «flechazo». En otras ocasiones, esa persona puede resultarnos poco interesante de entrada, incluso desagradable o pretenciosa. Sin embargo, según la vamos conociendo más, cambiamos la opinión que en un principio nos habíamos forjado sobre ella, volviéndonos cada vez más receptivos.
Te ha pasado asi?
Mel.