Uno de los secretos para mantener una buena relación es que las dos personas que integran la pareja sepan hacerse mutuamente la existencia más agradable. Existen una serie de pautas sencillas que fomentan una relación más positiva y viva:
. Las parejas que se llevan bien son las que son capaces de reducir el conflicto mutuo. Los mecanismos son muy variados y pueden basarse en el humor, en restar importancia a ciertos asuntos, etc. Hay parejas estables que se pelean mucho pero que duran porque saben responder con ciertos mecanismos de reducción de conflictos.
. Una relación tiene mucho de intercambio, por ello es muy importante saber negociar. Todo acaba sopesándose, desde el cariño que cada uno da al otro hasta el dinero que gana. Cultivar la amistad con aquella persona con quien se convive facilita la solución de los problemas que van surgiendo de la convivencia y se fortalece de la relación.
Buscar momentos para poder celebrar fechas especiales en la pareja, desde el aniversario de boda hasta la superación de momentos complicados en la propia historia.
. Sorprender a la pareja con algo agradable, sencillo que sea significativo dentro de su relación, por ejemplo hacer algo por el otro dentro de la rutina diaria, preparar algún pequeño evento.
. Intercambiar conductas agradables, para dar mayor satisfacción a la relación de pareja. No olvidarse de los pequeños detalles; como un beso, un abrazo al levantarse o al despedirse diariamente, buscar tiempo para estar solos sin los niños, decir al otro qué cosas agradables hace el otro, etc. Un aspecto importante es la relación sexual dentro de la pareja. Lo que se persigue es que el aumento de la carga positiva reduzca los intercambios negativos a medio plazo.
. Saber comunicar al otro lo que queremos trasmitirle, y ser responsable de aquello que se dice, tanto lo que nos gusta del otro como lo que nos disgusta. De esta manera el otro irá conociendo a su pareja para poder compartir sentimientos, anticiparse a sus gustos necesidades, creando símbolos, situaciones, lugares, etc que su presencia o recuerdos elicite sentimientos positivos.
. El otro debe conocer todo aquello que queramos comunicarle. El manejo de ciertas habilidades comunicativas debe asegurar que el receptor asimile el mensaje, por ejemplo, el hablante se expresa en primera persona sin culpabilizar, siendo conciso y concreto, y el oyente escucha sin emitir juicios reflejando los sentimientos del otro. Esto implica que hay que asumir la responsabilidad de lo que se dice.
. Las parejas que se llevan bien son las que son capaces de reducir el conflicto mutuo. Los mecanismos son muy variados y pueden basarse en el humor, en restar importancia a ciertos asuntos, etc. Hay parejas estables que se pelean mucho pero que duran porque saben responder con ciertos mecanismos de reducción de conflictos.
. Una relación tiene mucho de intercambio, por ello es muy importante saber negociar. Todo acaba sopesándose, desde el cariño que cada uno da al otro hasta el dinero que gana. Cultivar la amistad con aquella persona con quien se convive facilita la solución de los problemas que van surgiendo de la convivencia y se fortalece de la relación.
Buscar momentos para poder celebrar fechas especiales en la pareja, desde el aniversario de boda hasta la superación de momentos complicados en la propia historia.
. Sorprender a la pareja con algo agradable, sencillo que sea significativo dentro de su relación, por ejemplo hacer algo por el otro dentro de la rutina diaria, preparar algún pequeño evento.
. Intercambiar conductas agradables, para dar mayor satisfacción a la relación de pareja. No olvidarse de los pequeños detalles; como un beso, un abrazo al levantarse o al despedirse diariamente, buscar tiempo para estar solos sin los niños, decir al otro qué cosas agradables hace el otro, etc. Un aspecto importante es la relación sexual dentro de la pareja. Lo que se persigue es que el aumento de la carga positiva reduzca los intercambios negativos a medio plazo.
. Saber comunicar al otro lo que queremos trasmitirle, y ser responsable de aquello que se dice, tanto lo que nos gusta del otro como lo que nos disgusta. De esta manera el otro irá conociendo a su pareja para poder compartir sentimientos, anticiparse a sus gustos necesidades, creando símbolos, situaciones, lugares, etc que su presencia o recuerdos elicite sentimientos positivos.
. El otro debe conocer todo aquello que queramos comunicarle. El manejo de ciertas habilidades comunicativas debe asegurar que el receptor asimile el mensaje, por ejemplo, el hablante se expresa en primera persona sin culpabilizar, siendo conciso y concreto, y el oyente escucha sin emitir juicios reflejando los sentimientos del otro. Esto implica que hay que asumir la responsabilidad de lo que se dice.