Los valores son acciones o comportamientos que demuestran a los demás quiénes somos, cómo vivimos y cómo tratamos a los demás. Las personas que practican los valores son apreciadas y admiradas por los demás y logran vivir su vida en orden y en paz.
Sabemos que hay valores relacionados con el ser y valores relacionados con el dar. En este comentario me voy a referir a un valor que está en riesgo de extinción: éste es el valor de la sencillez y la humildad.
La sencillez o humildad es el valor que nos caracteriza y nos permite vivir sin ostentaciones, aunque se tengan las posibilidades económicas, materiales o intelectuales. El materialismo en que ahora vivimos nos ha alejado de mostrarnos con sencillez aniquilando por completo esta característica que era muy propia de los regiomontanos, pues se da tanto valor a lo material que es más admirado y respetado el que tiene más dinero.
Ahora las personas valen más por lo que tienen, es decir, que se admira y se envidia al que tiene el carro del año y el más lujoso, al que vive en la zona residencial más exclusiva, al que viaja de placer al extranjero, al que es socio del club social más prestigiado y, por supuesto, al que viste con la ropa de marca y a la moda.
L@s niñ@s y jovencit@s en su mayoría padecen el síndrome de la "marquitis", pues para sentirse seguros de sí mismos tienen que usar las marcas más prestigiadas en ropa y tecnología, pues si no es así, su autoestima se ve deteriorada porque no tienen lo mismo que los demás.
La crisis económica que estamos viviendo nos viene a enseñar muchas cosas valiosas, en especial una, que es la de poner los pies en la tierra y dejar de vivir del "bluff" (de tirar rollo, jajaja).
A nadie nos hace daño rescatar el valor de la sencillez, pues al hacerlo podemos vivir tranquilos y en paz, quitándonos las tensiones de tener que aparentar.
La autora, Diana Rodríguez de Ibarra, es psicóloga y psicoterapeuta familiar.
Sabemos que hay valores relacionados con el ser y valores relacionados con el dar. En este comentario me voy a referir a un valor que está en riesgo de extinción: éste es el valor de la sencillez y la humildad.
La sencillez o humildad es el valor que nos caracteriza y nos permite vivir sin ostentaciones, aunque se tengan las posibilidades económicas, materiales o intelectuales. El materialismo en que ahora vivimos nos ha alejado de mostrarnos con sencillez aniquilando por completo esta característica que era muy propia de los regiomontanos, pues se da tanto valor a lo material que es más admirado y respetado el que tiene más dinero.
Ahora las personas valen más por lo que tienen, es decir, que se admira y se envidia al que tiene el carro del año y el más lujoso, al que vive en la zona residencial más exclusiva, al que viaja de placer al extranjero, al que es socio del club social más prestigiado y, por supuesto, al que viste con la ropa de marca y a la moda.
L@s niñ@s y jovencit@s en su mayoría padecen el síndrome de la "marquitis", pues para sentirse seguros de sí mismos tienen que usar las marcas más prestigiadas en ropa y tecnología, pues si no es así, su autoestima se ve deteriorada porque no tienen lo mismo que los demás.
La crisis económica que estamos viviendo nos viene a enseñar muchas cosas valiosas, en especial una, que es la de poner los pies en la tierra y dejar de vivir del "bluff" (de tirar rollo, jajaja).
A nadie nos hace daño rescatar el valor de la sencillez, pues al hacerlo podemos vivir tranquilos y en paz, quitándonos las tensiones de tener que aparentar.
La autora, Diana Rodríguez de Ibarra, es psicóloga y psicoterapeuta familiar.