Sexo y Obesidad: Efectos de la obesidad en tu vida sexual
Con la gordura verdadera (no un par de kilos de más), el sexo es una parte de la vida, que siempre se verá afectada, en algunos casos la afección será mayor que en otros, sin embargo, está comprobado que el sexo y obesidad no son los mejores compañeros.
Hay varios puntos que indican esto:
La obesidad disminuye la libido y contribuye a sufrir de deseo sexual inhibido
Más allá de lo que la imagen física pueda expresar, los complejos o inseguridades, los factores químicos que interrumpen el sexo son los más importantes de considerar.
La grasa entorpece la circulación sanguínea y produce problemas hormonales como la baja producción de testosterona, responsable de encender la chispa sexual en hombres y mujeres.
Además, un cuerpo obeso suele tener sus vasos sanguíneos bloqueados por el colesterol, lo que dificulta la irrigación hacia el pene y hacia el clítoris.
Con la gordura verdadera (no un par de kilos de más), el sexo es una parte de la vida, que siempre se verá afectada, en algunos casos la afección será mayor que en otros, sin embargo, está comprobado que el sexo y obesidad no son los mejores compañeros.
Hay varios puntos que indican esto:
- La persona evita el sexo por no querer ser vista desnuda.
- La persona se esconde tras su obesidad y toma esta como excusa para evitar contacto social. Lo que nos dice que el sexo y la obesidad también afecta el ánimo psicosocial de la persona.
- Las condiciones físicas no permiten un sexo libre y cómodo
- El sexo les es prohibido por peligro de aumentar la frecuencia cardiaca y el consumo respiratorio a niveles riesgosos, ya que la obesidad va de la mano con trastornos cardiovasculares. Por ello, es que en casos de sexo y obesidad el sexo resulta hasta peligroso para la salud.
- La baja autoestima y la desvalorización de si mismas que generalmente tienen estas personas, no colaboran para que el sexo sea lo que suele llamarse espectacular.
- Los desajustes metabólicos, como colesterol alto, triglicéridos altos, diabetes, entre otros, conllevan a impotencia sexual, otro mal ejemplo de cuando se unen sexo y obesidad.
La obesidad disminuye la libido y contribuye a sufrir de deseo sexual inhibido
Más allá de lo que la imagen física pueda expresar, los complejos o inseguridades, los factores químicos que interrumpen el sexo son los más importantes de considerar.
La grasa entorpece la circulación sanguínea y produce problemas hormonales como la baja producción de testosterona, responsable de encender la chispa sexual en hombres y mujeres.
Además, un cuerpo obeso suele tener sus vasos sanguíneos bloqueados por el colesterol, lo que dificulta la irrigación hacia el pene y hacia el clítoris.