Las dietas reducen el apetito sexual y el buen humor.
Una investigación realizada por un grupo de psicólogos británicos llegó a la conclusión de que las personas que se preocupan mucho de lo que comen parecen poco dinámicas y despiertan menos atracción sexual que las que comen de todo siempre que tienen hambre.
Según la psicóloga Jane Ussher, de la Universidad de Londres, que dirigió una investigación solicitada por el Consejo Británico de Fabricantes de Mantequilla, el hecho de que una persona se someta a una dieta, además de no tener garantías de que adelgazará, puede crearle sentimientos negativos.
Los psicólogos entrevistaron a 533 personas, hombres y mujeres, de edades comprendidas entre los 18 y los 65 años, con el objetivo de determinar la conexión entre la comida y el humor. De inmediato verificaron que las personas que comen sin restricciones y tranquilamente tienen más energía, están menos agobiados por sentimientos de culpabilidad y tienen una vida sexual más intensa y satisfactoria.
Una investigación realizada por un grupo de psicólogos británicos llegó a la conclusión de que las personas que se preocupan mucho de lo que comen parecen poco dinámicas y despiertan menos atracción sexual que las que comen de todo siempre que tienen hambre.
Según la psicóloga Jane Ussher, de la Universidad de Londres, que dirigió una investigación solicitada por el Consejo Británico de Fabricantes de Mantequilla, el hecho de que una persona se someta a una dieta, además de no tener garantías de que adelgazará, puede crearle sentimientos negativos.
Los psicólogos entrevistaron a 533 personas, hombres y mujeres, de edades comprendidas entre los 18 y los 65 años, con el objetivo de determinar la conexión entre la comida y el humor. De inmediato verificaron que las personas que comen sin restricciones y tranquilamente tienen más energía, están menos agobiados por sentimientos de culpabilidad y tienen una vida sexual más intensa y satisfactoria.