“Nacemos llorando, vivimos quejándonos y morimos desilusionados”. Thomas Fuller
Probablemente si estás leyendo este
artículo tu respuesta sea NO ESTOY SATISFECHO y tu situación pueda ser muy parecida a la cita de Thomas Fuller que vives quejándote de tu matrimonio, de la vida, no disfrutas tu trabajo, no tienes amigos,
estás sufriendo de estrés, nada te sale bien, todo se ha vuelto una
rutina y si sigues asi morirás desilusionado sin poder vivir la vida
que anhelas.
En el articulo anterior “Diga Adiós a las Excusas” compartía que la insatisfacción es clave para iniciar un cambio en tu vida. La insatisfacción son aquellas cosas que te hacen
sentir a disgusto contigo mismo, más sin embargo prefieres
justificarlas en tu vida pensando: “Dios me quiere así”, “Que mala
suerte la mía”, “No nací para ser feliz”, “El éxito no es para mí”, “El
trabajo es un castigo y tengo que cumplir con mi condena”, “Esta es la
cruz que Dios me dio para llevar”, y te llenas con pensamientos de
mentiras que no te dejan crecer y avanzar.
En un momento de insatisfacción tú
eliges si deseas cambiar o seguir así como estás viviendo. Si estás
insatisfecho en tu vida es porque te falta algo, probablemente has
perdido el deseo de soñar. Se cree que de cada 4 personas en el mundo, 3 están convencidas de que no van a lograr sus sueños. Eso sucede porque las personas tienen un pobre concepto de si misma, se les olvida que han sido creadas a imagen y semejanza de Dios, y lo siguiente es que se crean barreras mentales.
Henry Ford decía: “tanto la persona que cree que puede, como la que cree que no puede, las dos están en lo cierto”.
Se trata de creer que se pueden cambiar las cosas, que todo puede
mejorar en la vida y lo que yo necesito hacer además de centrarme en Dios, esto es sine qua non, es mejorar mi autoestima.