Si hemos logrado interpretar las demandas de todas nuestras funciones en la vida, nos habremos dado cuenta que requieren de lo mismo: compromiso, el cual es especialmente esencial en el desarrollo del trabajo, ya que ser comprometido con lo que nos encomiendan realizar o aquello que personalmente hemos decidido hacer, refleja nuestra seriedad profesional. Muestra además, la constancia que tenemos para llevar a cabo los asuntos laborales y el interés que poseemos de mostrar ante los otros ese lado positivo y confiable.
La posibilidad de avanzar en proyectos de trabajo depende de nosotros mismos, el éxito que deseamos será en base a lo que hagamos, es parte del resultado de nuestro desempeño, que debe ser tenazmente estimulado. Tampoco se trata de presionarse, solo se trata de hacer un mejor esfuerzo, de estar atento a nuestras acciones, de comprometernos sobre estas, aprendiendo de nuestros errores y reconociendo lo que más nos ha funcionado para producir.
El ser humano, por lo general busca tener el control ante sus diversas fases, pero casi siempre los factores externos terminan enfrentándolo a situaciones no contempladas. Sin embargo, sí hay una cosa que depende en exclusiva de el y de la cual puede tener el control por completo: su trabajo, las ganas de hacerlo, el compromiso ante el, después de ello se observa como vienen poco a poco las recompensas:
El sentimiento de utilidad y de ser de provecho para la sociedad, una identificación a partir de esto, que finalmente conduce a la armonía, y es lo más cercano a tener control sobre lo que nos pasa, pues gracias a ella nuestra actitud cambia, resolvemos de forma más tranquila.
Al comprometernos con nuestro que hacer externo, estaremos comprometiéndonos con nuestro ser interno.
Ofelia Balderas Gallegos.La posibilidad de avanzar en proyectos de trabajo depende de nosotros mismos, el éxito que deseamos será en base a lo que hagamos, es parte del resultado de nuestro desempeño, que debe ser tenazmente estimulado. Tampoco se trata de presionarse, solo se trata de hacer un mejor esfuerzo, de estar atento a nuestras acciones, de comprometernos sobre estas, aprendiendo de nuestros errores y reconociendo lo que más nos ha funcionado para producir.
El ser humano, por lo general busca tener el control ante sus diversas fases, pero casi siempre los factores externos terminan enfrentándolo a situaciones no contempladas. Sin embargo, sí hay una cosa que depende en exclusiva de el y de la cual puede tener el control por completo: su trabajo, las ganas de hacerlo, el compromiso ante el, después de ello se observa como vienen poco a poco las recompensas:
El sentimiento de utilidad y de ser de provecho para la sociedad, una identificación a partir de esto, que finalmente conduce a la armonía, y es lo más cercano a tener control sobre lo que nos pasa, pues gracias a ella nuestra actitud cambia, resolvemos de forma más tranquila.
Al comprometernos con nuestro que hacer externo, estaremos comprometiéndonos con nuestro ser interno.
"La gente común comprometida puede hacer un impacto extraordinario en su mundo."
John C. Maxwell.