Bueno...asi , asi como tirarla...pues no, porque la necesitaremos para las evaluaciones de nuestro RETO, verdad? pero aqui hay algo interesante que deseo compartirles:
“Dime. OH Poderosa Bascula, ¿Hoy tengo permiso de sentirme bien conmigo misma o debo odiarme todo el día?
“Si, se que mi bascula me hace sentir mal algunas veces, pero cuando bajo de peso, me siento bien, y eso me ayuda a seguir esforzándome”.
Puedo entender este razonamiento, así que, en lugar de decirte que estas mal, déjame contarte mi experiencia.
Sé todo lo que hay que saber acerca de pesarse. Yo solía subirme a la bascula tan pronto me despertaba en la mañana, también al salir de bañarme, y al terminar de hacer ejercicios.
Como veras, me he convertido en una experta en esta enfermedad de pesarse.
¿Por qué es una locura pesarse una y otra vez? Por que tu ya sabes que tan delgado o gordo estas. Lo sabes por que tu ropa empieza a quedarte ajustada o suelta.
“OK, ya entendí”, dices tú, “pero yo quiero números exactos, ¿y que daño puede causar eso?
El daño esta, en que cuando te subes a la bascula, le cedes poder.
A veces, la báscula dice que pesamos menos, otra más.
Cualquiera que sea el número que registra, nuestra reacción comunmente es comer, para celebrar si la noticia fue buena o para castigarnos si fue mala. Es por eso que una de las mejores cosas que puedes hacer por tu vida y por tu peso es tírala.
En mis muchos años de trabajar con personas, nunca he conocido a nadie que suba de peso por tirar la bascula.
Buscamos respuestas en la basculas y en las reacciones de la gente ante nosotras mismas (“Cariño, ¿con esto se me ven muy grandes las pompas?), cuando, todo este tiempo tuvimos la respuesta que necesitamos.
Aquí están las claves para darte a ti misma esa información.
Cuando te levantes, hazte la siguiente pregunta:
¿Cómo me siento hoy? ¿Me siento cómoda con mi cuerpo? ¿Saludable? ¿Radiante?
Cada día tú tienes el poder de decidir como te sentirás, a menos que le des ese poder a la báscula.
Yo digo: Deshazte de la báscula y mantén tu poder. No necesitas un pedazo de metal para decirte su subiste o bajaste de peso. Tú ya sabes la respuesta.
Además no necesitas el permiso de nada ni de nadie para sentirte bien contigo misma. Ese ya lo tienes. Sin importar lo que peses, tú mereces alegría y felicidad, y estar rodeada con tus seres queridos.
Prueba algo radical.-
En lugar de confiar en la báscula, hazle caso a tus jeans. Ellos nunca mienten.
Cuando me pongo mis jeans y me quedan aprestados, no hay manera se negar que subí algunos kilos. Entonces, puedo decidir que hacer.
¿Comprar jeans más grandes?
¿Ahorrar para la liposucción?
¿Comer un poquito menos esta semana?
SALUDOS
MEL.
“Dime. OH Poderosa Bascula, ¿Hoy tengo permiso de sentirme bien conmigo misma o debo odiarme todo el día?
“Si, se que mi bascula me hace sentir mal algunas veces, pero cuando bajo de peso, me siento bien, y eso me ayuda a seguir esforzándome”.
Puedo entender este razonamiento, así que, en lugar de decirte que estas mal, déjame contarte mi experiencia.
Sé todo lo que hay que saber acerca de pesarse. Yo solía subirme a la bascula tan pronto me despertaba en la mañana, también al salir de bañarme, y al terminar de hacer ejercicios.
Como veras, me he convertido en una experta en esta enfermedad de pesarse.
¿Por qué es una locura pesarse una y otra vez? Por que tu ya sabes que tan delgado o gordo estas. Lo sabes por que tu ropa empieza a quedarte ajustada o suelta.
“OK, ya entendí”, dices tú, “pero yo quiero números exactos, ¿y que daño puede causar eso?
El daño esta, en que cuando te subes a la bascula, le cedes poder.
A veces, la báscula dice que pesamos menos, otra más.
Cualquiera que sea el número que registra, nuestra reacción comunmente es comer, para celebrar si la noticia fue buena o para castigarnos si fue mala. Es por eso que una de las mejores cosas que puedes hacer por tu vida y por tu peso es tírala.
En mis muchos años de trabajar con personas, nunca he conocido a nadie que suba de peso por tirar la bascula.
Buscamos respuestas en la basculas y en las reacciones de la gente ante nosotras mismas (“Cariño, ¿con esto se me ven muy grandes las pompas?), cuando, todo este tiempo tuvimos la respuesta que necesitamos.
Aquí están las claves para darte a ti misma esa información.
Cuando te levantes, hazte la siguiente pregunta:
¿Cómo me siento hoy? ¿Me siento cómoda con mi cuerpo? ¿Saludable? ¿Radiante?
Cada día tú tienes el poder de decidir como te sentirás, a menos que le des ese poder a la báscula.
Yo digo: Deshazte de la báscula y mantén tu poder. No necesitas un pedazo de metal para decirte su subiste o bajaste de peso. Tú ya sabes la respuesta.
Además no necesitas el permiso de nada ni de nadie para sentirte bien contigo misma. Ese ya lo tienes. Sin importar lo que peses, tú mereces alegría y felicidad, y estar rodeada con tus seres queridos.
Prueba algo radical.-
En lugar de confiar en la báscula, hazle caso a tus jeans. Ellos nunca mienten.
Cuando me pongo mis jeans y me quedan aprestados, no hay manera se negar que subí algunos kilos. Entonces, puedo decidir que hacer.
¿Comprar jeans más grandes?
¿Ahorrar para la liposucción?
¿Comer un poquito menos esta semana?
SALUDOS
MEL.