TIPOS DE PASTILLAS PARA BAJAR DE PESO
En el mercado existe una gran variedad de pastillas para bajar de peso:
píldoras diuréticas, inhibidoras del apetito, las que queman grasa
etc., muchas de ellas prometen bajar de peso en poco tiempo y se venden
en farmacias sin necesidad de receta médica.
Por lo general caemos en la tentación de comprar dichos productos, sin
saber si en realidad funcionan, qué efectos producen o si existe alguna
restricción para su uso.
La obsesión por ser delgados hoy en día es tal, que estamos dispuestos
a lo que sea por conseguirlo, haciendo dietas que solo nos matan de
hambre y que incluso pueden provocarnos trastornos alimenticios.
Hacemos ejercicio en exceso y como último recurso tomamos
pastillas para bajar esos kilos extras.
Las pastillas para bajar de peso en realidad solo deben recetarse a personas que por su obesidad sufren de diferentes enfermedades y por lo mismo necesitan bajar de peso
de forma rápida, como es el caso de la diabetes no dependiente de
insulina, las enfermedades coronarias y la hipertensión arterial.
Las pastillas para bajar de peso
de venta libre, como las de venta bajo receta médica, cuando se
recomiendan por períodos continuos o en exceso, pueden causar lo
siguientes síntomas: nerviosismo, inquietud, insomnio, presión arterial
alta, fatiga e hiperactividad, arritmias cardíacas y palpitaciones,
fallo cardíaco congestivo o ataque al corazón, dolores de cabeza,
sequedad en la boca, vómitos y diarrea o constipación, molestias
intestinales, opresión en el pecho, adormecimientos de las
extremidades, transpiración excesiva, mareos, irregularidades
menstruales, cambios en el deseo sexual, caída del cabello, visión
borrosa, fiebre y problemas urinarios.
La mayoría de las pastillas y fármacos para bajar de peso,
ya sea con o sin receta médica, dicen tener efectos diuréticos,
moderadores del apetito y quemagrasas. Pero, a excepción de los
medicamentos indicados en caso de obesidad, el resto son prácticamente
ineficaces si no se combinan con dieta o ejercicio, y hasta peligrosos
si se toman sin control.
TIPOS DE PASTILLAS PARA BAJAR DE PESO:
• Diuréticos y laxantes:
Pastillas o infusiones a base de diente de león, té verde, abedul,
alcachofa, ciruela, entre otras, que son conocidas por sus propiedades
diuréticas y digestivas. Son eficaces en caso de problemas digestivos y
de retención de líquidos o problemas de estreñimiento, pero no eliminan
los kilos de más por mucho que digan que eliminan las reservas de grasa
del cuerpo. No se debe abusar de ellas porque pueden favorecer la
deshidratación del organismo, provocando fatiga y vértigos. Además, lo
que hacen es eliminar líquidos, por lo que la pérdida de peso es
engañosa y vuelve a recuperarse en poco tiempo.
• Disminución de la absorción de grasas:
Pretenden impedir o disminuir la absorción de grasas en el organismo,
concretamente en el intestino. En las farmacias y herbolarios hay
numerosos preparados a base de plantas que pretenden utilizar este
mecanismo. Sin embargo, el único fármaco con efectos probados en este
sentido es el Xenical, que únicamente se emplea bajo prescripción
médica en el tratamiento de personas con problemas de obesidad real. En
ningún caso puede ser empleado para eliminar kilos de más, ya que sus
efectos secundarios son muy peligrosos.
• "Quitahambres":
Hay productos que intentan moderar el apetito a base de fibras que se
hinchan en el estómago y dan sensación de saciedad. Suelen tomarse
entre 10 y 30 minutos antes de las comidas. Aunque no son peligrosos,
no se aconsejan si se tiene el intestino delicado; tampoco se puede
empezar a consumir grandes cantidades de fibra si no estamos
acostumbrados.
Para perder peso, consulta a tu médico, sobre todo si tienes obesidad
severa o problemas de hipertensión. Por supuesto, pregúntale antes de
tomarte algún producto, ya que la mayoría no cumple las promesas
anunciadas y pueden ser peligrosos.
Huye de las pastillas para bajar de peso
que prometen adelgazar en poco tiempo y sin esfuerzo, de las que venden
por la tele o internet, de las fórmulas magistrales y cualquier otro
producto de composición dudosa. No dejes que te engañen: no se puede
perder en dos días lo que se ha ganado en varios meses o años, va en
contra de toda lógica y de la naturaleza misma.
En el mercado existe una gran variedad de pastillas para bajar de peso:
píldoras diuréticas, inhibidoras del apetito, las que queman grasa
etc., muchas de ellas prometen bajar de peso en poco tiempo y se venden
en farmacias sin necesidad de receta médica.
Por lo general caemos en la tentación de comprar dichos productos, sin
saber si en realidad funcionan, qué efectos producen o si existe alguna
restricción para su uso.
La obsesión por ser delgados hoy en día es tal, que estamos dispuestos
a lo que sea por conseguirlo, haciendo dietas que solo nos matan de
hambre y que incluso pueden provocarnos trastornos alimenticios.
Hacemos ejercicio en exceso y como último recurso tomamos
pastillas para bajar esos kilos extras.
Las pastillas para bajar de peso en realidad solo deben recetarse a personas que por su obesidad sufren de diferentes enfermedades y por lo mismo necesitan bajar de peso
de forma rápida, como es el caso de la diabetes no dependiente de
insulina, las enfermedades coronarias y la hipertensión arterial.
Las pastillas para bajar de peso
de venta libre, como las de venta bajo receta médica, cuando se
recomiendan por períodos continuos o en exceso, pueden causar lo
siguientes síntomas: nerviosismo, inquietud, insomnio, presión arterial
alta, fatiga e hiperactividad, arritmias cardíacas y palpitaciones,
fallo cardíaco congestivo o ataque al corazón, dolores de cabeza,
sequedad en la boca, vómitos y diarrea o constipación, molestias
intestinales, opresión en el pecho, adormecimientos de las
extremidades, transpiración excesiva, mareos, irregularidades
menstruales, cambios en el deseo sexual, caída del cabello, visión
borrosa, fiebre y problemas urinarios.
La mayoría de las pastillas y fármacos para bajar de peso,
ya sea con o sin receta médica, dicen tener efectos diuréticos,
moderadores del apetito y quemagrasas. Pero, a excepción de los
medicamentos indicados en caso de obesidad, el resto son prácticamente
ineficaces si no se combinan con dieta o ejercicio, y hasta peligrosos
si se toman sin control.
TIPOS DE PASTILLAS PARA BAJAR DE PESO:
• Diuréticos y laxantes:
Pastillas o infusiones a base de diente de león, té verde, abedul,
alcachofa, ciruela, entre otras, que son conocidas por sus propiedades
diuréticas y digestivas. Son eficaces en caso de problemas digestivos y
de retención de líquidos o problemas de estreñimiento, pero no eliminan
los kilos de más por mucho que digan que eliminan las reservas de grasa
del cuerpo. No se debe abusar de ellas porque pueden favorecer la
deshidratación del organismo, provocando fatiga y vértigos. Además, lo
que hacen es eliminar líquidos, por lo que la pérdida de peso es
engañosa y vuelve a recuperarse en poco tiempo.
• Disminución de la absorción de grasas:
Pretenden impedir o disminuir la absorción de grasas en el organismo,
concretamente en el intestino. En las farmacias y herbolarios hay
numerosos preparados a base de plantas que pretenden utilizar este
mecanismo. Sin embargo, el único fármaco con efectos probados en este
sentido es el Xenical, que únicamente se emplea bajo prescripción
médica en el tratamiento de personas con problemas de obesidad real. En
ningún caso puede ser empleado para eliminar kilos de más, ya que sus
efectos secundarios son muy peligrosos.
• "Quitahambres":
Hay productos que intentan moderar el apetito a base de fibras que se
hinchan en el estómago y dan sensación de saciedad. Suelen tomarse
entre 10 y 30 minutos antes de las comidas. Aunque no son peligrosos,
no se aconsejan si se tiene el intestino delicado; tampoco se puede
empezar a consumir grandes cantidades de fibra si no estamos
acostumbrados.
Para perder peso, consulta a tu médico, sobre todo si tienes obesidad
severa o problemas de hipertensión. Por supuesto, pregúntale antes de
tomarte algún producto, ya que la mayoría no cumple las promesas
anunciadas y pueden ser peligrosos.
Huye de las pastillas para bajar de peso
que prometen adelgazar en poco tiempo y sin esfuerzo, de las que venden
por la tele o internet, de las fórmulas magistrales y cualquier otro
producto de composición dudosa. No dejes que te engañen: no se puede
perder en dos días lo que se ha ganado en varios meses o años, va en
contra de toda lógica y de la naturaleza misma.