Un niño puede pelear con un hermano por muchas razones, una de ellas puede ser por sus juguetes, por un amigo y hasta por tener la mayor atención por parte de los papas.
Ahora bien ¿Qué hacer cuando esto sucede?
- Primero que nada no pierdas la calma, de otra forma podrías ocasionar un pleito colectivo.
- Si hubiesen golpes, detén la pelea, físicamente, sepáralos, si es posible colócalos en distintos lugares hasta que se calmen y puedan hablar entre si.
- Y pregunta por separado el ¿por que se estaban peleando?. No des preferencias y muchos menos des por hecho ninguno de sus argumentos.
- Si peleaban por algo material, entonces retíralo. Hasta que logren negociar y llegar a un acuerdo.
- Fija limites de tiempo de uso si es que se trata de una cosa. Por ejemplo, cada quien lo usara 15 min. Y así hasta que comprendan la situación.
- Evita los golpes de tu parte, los gritos, insultos y amenazas ya que solo conseguirás reprimirlos y entonces no permitirás que expresen lo que sienten.
- Enséñales modales, “por favor””gracias”¿puedo entrar a tu cuarto?” “me prestas tu lápiz””perdón”. Estas son palabras mágicas que te ayudaran a evitar este tipo de problemas. Solo de esta forma comenzaras a inculcarles el valor del respeto.
Ahora bien ¿Cuándo hay que dejar que ellos mismos arreglen sus diferencias? Bueno, cuando no te pidan que intercedas, cuando no hayan golpes ni insultos. Cuando observas que ellos solos arreglan por si solos la mayoría de sus desacuerdos.
¿Cuándo intervenir?
Cuando hay golpes e insultos, cuando se prolonga demasiado un desacuerdo y cuando uno de ellos este perdiendo el control emocional.
Y por ultimo, si la discusión se prolonga y no hay acuerdo alguno entonces toma tu la decisión, indícales lo que deben hacer, no tomes preferencias y mucho menos des la razón a ninguno de ellos