La vida sin agua indudablemente desaparecería. Diariamente nuestro cuerpo realiza un sinnúmero de procesos en los que se pierde agua, por lo que la piel tiende a resecarse, además disminuye la humedad de nuestro organismo, necesaria para funcionar bien.
En condiciones normales y con un adecuado funcionamiento del riñón, una persona pierde alrededor de 1450 mililitros de agua al día, distribuidos entre el agua como orina( 500 mililitros), durante la respiración como vapor de agua( 600 mililitros), en el sudor(200 mililitros) y desde luego dependiendo de las condiciones climáticas y actividad física que se realice y por la materia fecal(150 mililitros).
Por lo tanto es necesario que le ayudemos a nuestro cuerpo a mantener el equilibrio, compensando esta pérdida tomando no menos de 1,450 mililitros de agua diariamente y mucho mejor su completamos los dos litros. Para ello se recomienda beber de la siguiente manera:
- Por la mañana: 1 litro consumido a lo largo de un periodo de 30 minutos.
En la tarde: Beber 1 litro a lo largo de un periodo de 30 minutos.
Y en la noche: Consumir 1 litro a lo largo de 60 minutos y no cenar hasta media hora después.
Hay que tomar en cuenta que los alimentos sólidos también aportan una cantidad considerable de agua a nuestro organismo, por lo que fnalmente una cantidad adecuada es de 6 a 8 vasos diarios.
Consecuencias de no tomar suficiente agua
El no beber la cantidad suficiente de agua provoca en nuestro organismo una serie de malestares, indicandonos con ello que el agua que les estamos suministrando no es suficiente. Estos son algunos síntomas provocados por pequeños estados de deshidratación:
Dolor de cabeza.
Fatiga.
Cambios de humor.
Calambres.
Dolores musculares.
Estos síntomas suelen presentarse en estados de deshidratación crónica, cuando la ingesta de agua es menor de 700 mililitros diarios (menos de 3 vasos de agua al día) por un tiempo prolongado:
Adormecimientos de las extremidades.
Alteraciones de la vista.
Dificultades para tragar.
Delirio.
Ataques cardiacos e incluso la muerte.
Propiedades del agua
El agua compone cerca del 60 por ciento de nuestro cuerpo, posee propiedades físicas y químicas benéficas para el organismo y además es el medio ideal para el transporte de sustancias, es por ello indispensdable en los procesos de digestión, absorción, distribución de nutrientes, transporte y desecho de elementos tóxicos.
Bebiendo las cantidades recomendables de agua el hígado, los riñones, el sistema digestivo e inmunológico cumplen muy bien con sus funciones, se lubrican las articulaciones y mejoran la resistencia de los ligamentos.
El agua actua además como protector, ya que controla la temperatura, ayuda a mantener los niveles adecuados de acidez en el cuerpo y retarda los procesos de envejecimiento.
Un consumo equilibrado de este líquido ayuda también a mantener la belleza del cabello, las uñas y la piel, la cual perfectamente hidratada luce brillante, ya que se da una regeneración celular por medio de un soporte suficiente de minerales, nutrimientos y por supuesto de oxígeno.
El agua es un excelente colaborador cuando de perder peso se trata, ya que suprime el apetito y ayuda al cuerpo a metabolizar la grasa acumulada.
El agua: medicina natural
Estudios recientes llevados a cabo en la Universidad de Harvard han concluido que la ingesta de agua en cantidades apropiadas, reduce un 45%, el riesgo de colon y a la mitad las probabilidades de desarrollar cáncer de la vejiga; debido a que la deficiente hidratación concentra mayor cantidad de sustancias tóxicas y cáncerigenas en esos órganos.
Se habla también acerca de los estudios realizados en Inglaterra, los cuales concluyeron que el estar hidratado reduce en un 79% el riesgo de padecer cáncer de seno.
El tomar suficiente agua, reduce también el riesgo de problemas cardiacos: En la Universidad de Loma Linda en California se hizo un estudio involucrando a 20,000 personas sanas que tomaban 5 vasos diarios de agua y las cuales presentaron un menor índice de problemas cardiovasculares en comparación con los que solo tomaban 2 vasos diarios.
Investigadores de la Universidad de Búfalo en Nueva York, comprobaron por su parte que el ingerir el agua que nuestro cuerpo necesita, hidrata las mucosas que recubren la nariz, garganta bronquios y pulmones, disminuyendo las probabilidades de infecciones virales como la gripe común o la influenza, infecciones bacterianas y la posibilidad en los asmáticos, de sufrir un ataque agudo.
Se le ha atribuido también a la ingesta de una cantidad adecuada de agua, la disminución de la producción de cálculos o piedras en el riñón y la incidencia de las infecciones urinarias.
Finalmente se ha comprobado que si nuestro cuerpo esta lo suficientemente hidratado, aumenta las sustancias para el control de bacterias en la boca y que se encuentran en la saliva; evitando la gingivitis (inflamación de encías), caries y otras enfermedades de la boca.
Además de consumir los dos litros de agua diario, exiten otras maneras de hidratar a nuestro cuerpo. Un buen ejemplo es a través de las frutas, incluyendo y aumentando el consumo diario de sandías, naranjas, uvas, peras y duraznos. Asi que cómalas solas, en postres o como el ingrediente principal de una refrescante bebida.
Tomar agua al levantarse, durante el transcurso del día y cada vez que se tenga sed, permitirá que todo su cuerpo funcione armónicamente, luciendo sano y brillante.
Última edición por Maratha el Mar 14 Abr 2009, 11:25, editado 1 vez