La carne es débil y eso se plasma a cien leguas en la sociedad actual, pero ¿quién engaña más?, ¿por qué se engaña?, ¿para qué?, ¿quién es realmente la víctima?, ¿qué hacer tras una infidelidad?. La infidelidad no es de hace cuatro días, en Roma y la Europa de la Edad Media era incluso tolerada. Pero algo que nos ha de quedar bien claro es que no es cosa de la pareja sino de uno mismo, y que se puede salir del bache.
La primera infidelidad es como la pérdida de la inocencia y deja
cicatrices difíciles de curar: puede que la relación nunca vuelva a ser
la de antes. Pero no siempre para mal. A veces el desliz o la aventura
da pie para construir una relación más sincera. Para ello el "arrepentido" debe evitar cualquier contacto con el amante y adelantarse a responder todas las preguntas que le haga su pareja. En vez de dejar el tema sin hablarlo, hay que sacarlo a relucir para recuperar la intimidad emocional. Ambos estarán curados cuando puedan incluso bromear sobre ello: ya lo han asimilado y se sienten a gusto.
El temor de muchas personas es el de perdonar y luego que se vuelva a
repetir la situación. Algunas personas son flirteadoras por naturaleza y necesitan continuos devaneos. A veces deciden terminar con la historia cuando se dan cuenta de que su unión vale mucho más. Incluso aunque no den importancia a sus constantes flirteos, si ven el dolor que causan pueden cambiar.
Pero hay donjuanes impenitentes que se buscan excusas: "mi mujer no me
comprende", por ejemplo. Sin embargo son ellos los que no se dan lo
suficiente. Para que una relación vaya bien debe haber una correspondencia entre lo que ofrece y lo que recibe cada uno. Es como una hoguera: se hace crecer o se deja extinguir. Un dato importante es que solo el 10% de las personas que dejaron a sus parejas por otras continúa indefinidamente con ellas. Cuando se acaba el embrujo de lo prohibido y se instala la rutina, se suelen reproducir los mismos roces que se tenían.
Una serie de pasos después de haber sido víctima de una infidelidad.
- Lo primero que hay que hacer es ser honesto con nosotros mismos. Fingir que todo sigue igual y que no estás disgustada no es bueno sino perjudicial para ti y para tú relación.
- Una de las consecuencias de haber padecido una infidelidad es la de que tu tienes la última palabra. En tu mano está intentarlo de nuevo o continuar. El hecho de tomar esta sensación te dará una sensación de poder beneficiosa. Otro de los consejos es buscar ayuda, buscar un hombro para apoyarnos. Los amigos y los familiares sabrán apoyarte.
- Aunque hayas sufrido una infidelidad no has de transformarlo radicalmente en algo positivo y si puedes aprovecharlo para reflexionar sobre tú relación y mejorarla.
- Una salida, si ésta es tu decisión, puede ser perdonar, tratando de confiar de nuevo en tu pareja. Haz el esfuerzo sin prisas. Sobre todo tómate el tiempo que quieras, tu pareja ha de entenderlo. Es un tópico, pero el paso de los días agota la ofensa.
- El último consejo por parte de la autora es que si lo has decidido ya, has dado el paso más difícil. Empieza a pensar que puedes sobrevivir sin compañía. Será doloroso pero poco a poco lo superarás.