El jugar con tus hijos desde pequeños te ayudará a formar personas más sanas y sin complejos, también construirás una familia sólida y unida.
La palabra jugar, para los niños es, algo muy fundamental y necesario, ya que los ayuda tanto en su desarrollo físico como mental; debido a que mientras él juega, aprende a coordinar su psicomotricidad y su inteligencia. Gracias al juego, nuestros pequeños pueden divertirse y desarrollar a la vez, muchas habilidades de las que no se dan cuenta pero que les sirven como herramientas para desenvolverse en la vida con la inocencia y la naturalidad que les caracteriza,
Por lo que aquellas familias en las que los padres, realizan un papel importante en los juegos de sus hijos, crecen más unidas y la confianza entre padres e hijos es mucho mayor.
Que padre no gasta mucho dinero en comprarle el juguete de moda o el más caro, para que al niño le dure unas semanas el encanto y lo bote como todos los juguetes que ya tiene, hay que regalarle algo más o enseñarle que no sólo se puede divertir con el juguete más caro si no también puede jugar con sus padres, y la diversión puede ser más grande y más emocionante, no hay que hacer a los hijos materialistas, hay que estar con ellos y jugar.
En la actualidad sabemos que hay muy poco tiempo para estar con la familia ya sea por el trabajo, los compromisos, el trafico, etc. pero hay que hacer un espacio y no dejar de lado a tus hijos. Uno sabe que los queremos mucho pero, ¿Estás segura que ellos lo saben y lo sienten? La vida es cuestión de prioridades y acaso, ¿Tú crees que hay mayor prioridad que ellos? Tenemos que aprender a darles su espacio y organizarnos para darles un hueco en nuestras vidas, tenemos que demostrarles que les queremos, y qué mejor manera que formando parte de su vida. Además mediante el juego podremos enseñarles valores tan importantes como la amistad, el compañerismo, la generosidad, y a desarrollar de manera casi inadvertida pero eso sí, muy divertida, su capacidad de atención, su fluidez verbal, su creatividad y aprender a relacionarse mejor con cuantos le rodean, ya sean niños o adultos.
Un consejo que te damos es que a la ahora que juegues con tu hijo deja de ser adulto y trata de ser niño como tu pequeño, claro, si queremos ser un buen amigo y compañero de juegos.
El propósito más importante es pasárnoslas bien, entonces dejemos que ellos elijan el juego y participaremos de manera total y absoluta, da igual que tengamos que tirarnos por el suelo o gritar como locos. Tal vez sea eso, lo que más les divierta, dejar de vernos como los padres todopoderosos que ordenan y mandan, para llegar a ser como el más loco y divertido de sus amigos.
Algo muy importante que sin lugar a dudas, lograremos mediante el juego, es que padres e hijos se unan más, aprender a conversar más con nuestro pequeño, también ayudará a conocernos mejor y como consecuencia obtendremos unos lazos más fuertes, cálidos y entrañables. El juego es una gran fuente de sentimientos y emociones, pero no sólo para nuestros hijos, sino para nosotros mismos, que podemos encontrar en el juego con nuestros hijos, esa gran válvula de escape que todos necesitamos.
Recuerda, que el poder de la imaginación es inmenso y si a ellos les ayuda a crecer y a convertirse en personas sanas y saludables tanto física como mentalmente, a nosotros puede ayudarnos mucho esa pequeña dosis diaria a superar y recuperar fuerzas después del inevitable desgaste que supone nuestra vida cotidiana.
Con cariño,
Mel
La palabra jugar, para los niños es, algo muy fundamental y necesario, ya que los ayuda tanto en su desarrollo físico como mental; debido a que mientras él juega, aprende a coordinar su psicomotricidad y su inteligencia. Gracias al juego, nuestros pequeños pueden divertirse y desarrollar a la vez, muchas habilidades de las que no se dan cuenta pero que les sirven como herramientas para desenvolverse en la vida con la inocencia y la naturalidad que les caracteriza,
Por lo que aquellas familias en las que los padres, realizan un papel importante en los juegos de sus hijos, crecen más unidas y la confianza entre padres e hijos es mucho mayor.
Que padre no gasta mucho dinero en comprarle el juguete de moda o el más caro, para que al niño le dure unas semanas el encanto y lo bote como todos los juguetes que ya tiene, hay que regalarle algo más o enseñarle que no sólo se puede divertir con el juguete más caro si no también puede jugar con sus padres, y la diversión puede ser más grande y más emocionante, no hay que hacer a los hijos materialistas, hay que estar con ellos y jugar.
En la actualidad sabemos que hay muy poco tiempo para estar con la familia ya sea por el trabajo, los compromisos, el trafico, etc. pero hay que hacer un espacio y no dejar de lado a tus hijos. Uno sabe que los queremos mucho pero, ¿Estás segura que ellos lo saben y lo sienten? La vida es cuestión de prioridades y acaso, ¿Tú crees que hay mayor prioridad que ellos? Tenemos que aprender a darles su espacio y organizarnos para darles un hueco en nuestras vidas, tenemos que demostrarles que les queremos, y qué mejor manera que formando parte de su vida. Además mediante el juego podremos enseñarles valores tan importantes como la amistad, el compañerismo, la generosidad, y a desarrollar de manera casi inadvertida pero eso sí, muy divertida, su capacidad de atención, su fluidez verbal, su creatividad y aprender a relacionarse mejor con cuantos le rodean, ya sean niños o adultos.
Un consejo que te damos es que a la ahora que juegues con tu hijo deja de ser adulto y trata de ser niño como tu pequeño, claro, si queremos ser un buen amigo y compañero de juegos.
El propósito más importante es pasárnoslas bien, entonces dejemos que ellos elijan el juego y participaremos de manera total y absoluta, da igual que tengamos que tirarnos por el suelo o gritar como locos. Tal vez sea eso, lo que más les divierta, dejar de vernos como los padres todopoderosos que ordenan y mandan, para llegar a ser como el más loco y divertido de sus amigos.
Algo muy importante que sin lugar a dudas, lograremos mediante el juego, es que padres e hijos se unan más, aprender a conversar más con nuestro pequeño, también ayudará a conocernos mejor y como consecuencia obtendremos unos lazos más fuertes, cálidos y entrañables. El juego es una gran fuente de sentimientos y emociones, pero no sólo para nuestros hijos, sino para nosotros mismos, que podemos encontrar en el juego con nuestros hijos, esa gran válvula de escape que todos necesitamos.
Recuerda, que el poder de la imaginación es inmenso y si a ellos les ayuda a crecer y a convertirse en personas sanas y saludables tanto física como mentalmente, a nosotros puede ayudarnos mucho esa pequeña dosis diaria a superar y recuperar fuerzas después del inevitable desgaste que supone nuestra vida cotidiana.
Con cariño,
Mel