Sida (VIH) Transmisible mediante relaciones sexuales sin protección, por
vía sanguínea y transplacentaria, este virus mortal resulta en una
disminución repentina de las defensas inmunitarias del organismo.
Pueden pasar una decena de años entre la contracción del VIH y la
aparición del sida. En cuanto a los síntomas, son discretos: fiebre
insistente, dolores de garganta, cierta fatiga, diarreas, erupciones
cutáneas y pérdida de peso. El único tratamiento que retrasa la
transformación de la seropositividad en sida es la triterapia
(asociación de tres medicamentos antirívicos). Pero atención, el
retraso no está garantizado en ningún caso y los efectos secundarios
son numerosos.
Hepatitis B
Se transmite tanto por contacto sexual como por vía sanguínea y
transplacentaria. Debido a un virus que provoca lesiones inflamatorias
en el hígado, la hepatitis B pasa inadvertida muchas veces, con los
únicos síntomas de la gripe. A veces, también puede aparecer ictericia
(piel amarillenta). En el peor de lo casos, la enfermedad se puede
convertir en crónica y, a largo plazo, derivar en cirrosis. Una vacuna
es la única manera de prevenirla.
Infección por clamidia
Muy extendida, esta ETS es muy contagiosa y se encuentra,
principalmente, en los jóvenes. Afecta sobre todo al aparato genital,
el cuello del útero y las trompas. Comparte los mismos síntomas que una
infección urinaria o de una micosis: pérdidas vaginales anormales,
fiebre y dolores pélvicos. En el caso de los hombres, se sufre
sensación de quemazón durante la micción y derrame de flujo. Si la
infección no se cura, puede provocar infertilidad. El tratamiento consiste en antibióticos para ambos sexos.
Papilomavirus
Perteneciente a la familia de los papilomavirushumanos
(HPV), este virus puede desencadenar la formación de condilomas
(pequeñas arrugas) en la vulva, la vagina, hacia el año y el pene. El preservativo
disminuye el riesgo de transmisión pero no completamente. Algunas
lesiones pasan inadvertidas y se curan espontáneamente. Si no se curan
bien, pueden evolucionar y convertirse en cáncer de cuello de útero.
Hoy en día, la única medida preventiva es una vacuna que se administra
a los 15-23 años, y frotis regulares.
Herpes genital
Son resultado del virus HSV2
e infectan a una persona de por vida. Aunque puede permanecer latente
durante largo tiempo, una vez presente, el herpes genital es doloroso y
llega acompañado de erupciones cutáneas, picores, quemazones y fiebre.
Después aparecen pequeñas vesículas que explotan dando paso a las
postillas y costras. Únicamente los tratamientos orales y locales
permiten atenuar los recurrentes brotes pero en ningún caso curarlos
completamente.
Sífilis Causada por una bacteria (la treponema pallidum), esta
infección está incrementando desde hace poco. El primer síntoma es el
chancro (llaga indolora) en las partes genitales seguido por erupciones
por todo el cuerpo; la enfermedad provoca fiebre e inflamación de los
ganglios linfáticos. El único tratamiento es la penicilina, en dosis
variables, en función del estado de la enfermedad.
¿Cómo se previenen?
El único medio de protegerse contra las ITS es el uso del preservativo.
Aunque la mayor parte se pueden tratar eficazmente, es indispensable
detectarlas en cuanto aparecen los primeros síntomas para evitar
complicaciones. Consulta con tu médico de cabecera en cuanto notes algo
anormal en tus órganos genitales, tanto flujos extraños como molestias.
Por último, recuerda que es imprescindible que los dos miembros de la pareja se curen adecuadamente para evitar nuevas infecciones.