¿Abandonar o aguantar?

Me encontré con este otro, espero que les sirva para reflexionar sobre proyectos o planes, a los que nos aferramos pero sólo nos estresa y no funcionan.

¿Abandonar o aguantar?

“Dios, dame la serenidad para aceptar las cosas que no puedo cambiar, valor para cambiar lo que puedo, y sabiduría para conocer la diferencia” (Reinhold Niebuhr)


No todo nos sale como quisiéramos, muchas de nuestras ilusiones y cosas por las que hemos luchado, se ven truncadas.
Es doloroso abandonar aquello por lo que durante mucho tiempo hemos luchado en intentar conseguir, pero en ocasiones puede ser lo mejor.

Gran parte de la vida se nos va tratando de no perder, de no dejar aquellos a quienes amamos, de no perder lo que consideramos nuestro patrimonio, de no abandonar proyectos emprendidos aunque sintamos que lo que estamos realizando no nos está dando los resultados deseados y no nos está llevando a ningún lado.

En ocasiones nos preguntamos: “¿estoy haciendo lo correcto? ¿Estaré perdiendo mi tiempo? ¿Debería abandonar?”
Muchas veces, la respuesta está más que clara; se sabe lo que hay que cambiar o lo que hay que dejar, sin embargo, cuando pensamos en los cambios que debemos hacer, sentimos miedo, temor a arrepentirnos, miedo de haber gastado tiempo, dinero, sentimientos que se han invertido con la firme idea de que los pasos dados eran los correctos, miedo a lo que los demás puedan decir, miedo a la sensación de fracaso.

No tenemos la fórmula que nos indique sin errores cuando debemos abandonar y cuando merece la pena seguir luchando por algo o por alguien, para poder abandonar cualquier proyecto que no nos está dejando nada más que pérdidas, con dolor y sufrimiento.
Nadie tiene la capacidad de decidir por nosotras, nadie puede indicarnos cuando abandonar, porque nadie nos conoce mejor que nosotras mismas; por lo tanto somos sólo y únicamente nosotras quienes podemos tomar la decisión.

Haber invertido tiempo, dinero y esfuerzo, no significa que merezca la pena seguir en la lucha por algo que no está funcionando, ni significa que seguir perseverando los resultados van a cambiar; como tampoco abandonar necesariamente significa fracasar, por el contrario abandonar podría verse como una manera infalible para no fracasar.

Abandonar no es fácil, nunca lo ha sido, ¿pero acaso muchas veces no somos abandonadas física o emocionalmente? ¿Acaso no es nuestra decisión de bajar el telón de una vez por todas? Esto no significa abandonar algo que tiene un buen potencial buenos resultados que veremos a largo plazo, y no podemos ni debemos abandonar por cansancio, aburrimiento o por estrés.

Pero debemos saber aceptar cuando la lucha es infructuosa, reconocer cuando estamos nadando contra la corriente. También debemos reconocer nuestras capacidades y posibilidades para hacer a que algo funcione, es necesario eso sí, mantener en mente que la lucha y la perseverancia por conseguir lo que queremos, no implica tratar de hacer cambiar a una persona para que una relación funcione. Cada cual tiene su propia personalidad y tratar de cambiar a alguien, sería tanto como una lucha infructuosa que no nos llevaría a ningún lado.

© Autor: Amanecer cautiva del amor.

Hola Miranda, cómo me impacta ésta clase de reflexiones tan bién argumentada, te platico, después de 4 años de separación de mi esposo (él me dejó), regresé con él a su casa, buscando apoyo porque mi hijo de 16 años en ése entonces empezó con muy malas compañías y hasta lo iban a correr del colegio... bién, en mi desesperación creí que el remedio era volver a unir a mi familia y que todo iba a salir a la perfección, qué fiasco me llevé, y fué ése momento en el que me pregunté ¿me aguanto o lo abandono?... miré en todas direcciones, tenía miedo, me sentía indefensa no quería que mi hijo volviera a las malas jugadas... pero tenía que tomar una desición, y a los dos meses no pude más y me regresé a mi casa. Ahora sé que fué la mejor desición que pude haber tomado, mi hijo y yo nos unimos mucho, me gané el respeto de mi marido y todos vivimos de la mejor manera posible. Yo, me la paso súper. Gracias por éstos post tan positivos. Besos

Gracias Miranda por este texto tan bello y lindo, cuánta sabiduría en tan poco espacio, verdad?

Silvia, celebro que hayas podido rehacer tu vida y sobretodo, que a partir de un hecho doloroso, una separación, hayas podido sentirte mucho más unida a tu hijo y sobretodo, evitar que él haya caído en malas compañías.

Saludos a las dos.

Hola Miranda, me quedo con estas palabras CAMBIO, MIEDO y le agregaría APEGO, OPORTUNIDAD, LIBERTAD, sobre todo y creo la más importante, al menos para mí, ACEPTAR.

De nosotros depende como llevarlas a cabo, es decir la “ACTITUD” que tomemos para que estas palabras sean beneficiosas en nuestra vida.

Besos y abrazos.

Exacto Martha!
Es lo mas importante, Aceptar, aceptar que la otra persona no te quiere, aceptar que la otra persona nunca va a cambiar, aceptar que tienes mejores oportunidades, aceptar que mas vale haber perdido un año tratando de realizar un proyecto a perder otros 5 continuado en el intento,etc.
Hay tantas cosas que no dejamos por miedo a Abandonar,y seguimos aguantando las situaciones que nos hacen daño.

Pero asi es esto de las gelatinas, hay veces cuajan y otras no :)