Bueno...pues aquí me animo a publicar mi primer post.
Les contaré mi pequeño "cuento de hadas"
Hace un poco más de dos años quise realizar un gran proyecto: una radionovela.
Para ello, una amiga (que conocí por Internet) y yo, convocamos un casting (mundial) para seleccionar las voces adecuadas.
Para ser sincera, esta fue una de las experiencias más ricas e increíbles que he tenido en toda mi vida ya que gracias a ella, pude hablar con mucha gente de otros países por Skype, entre actores de doblaje y otros profesionales del medio.
Sin embargo, las cosas no siempre fueron miel sobre hojuelas porque a la larga, mi amiga y yo terminamos separándonos y me quedé yo sóla con el proyecto. Fue un muy largo y muy difícil trayecto y sólo gracias a la ayuda de uno que otro miembro del elenco pude seguir adelante.
Cuando aún faltaban algunas grabaciones, una persona me envió un inbox ofreciéndose para ayudarme a editar los audios y así terminar el proyecto. Al inicio yo no le había hecho mucho caso porque pensé que podía sola, pero decidí animarme y lo puse a prueba.
Se podría decir que sólo nos comunicabamos por mail; yo le enviaba el material para que los editara y el me devolvía el resultado. Confieso que era bueno en lo que hacía y lo más importante: era bastante comprometido. Esta característica me agradó y decidí incluirlo en el elenco como un miembro más del proyecto.
Para no hacer el cuento largo, esta persona no solo terminó editando los audios, sino que me ayudó practicamente a darle la forma final a la radionovela y organizó las transmisiones de los últimos episodios, las cuales fueron un rotúndo éxito. La verdad es que se volvió en mi mano derecha.
Una que otra vez hablamos por Skype para ultimar detalles y en cierta ocasión terminamos hablando de nuestros gustos y aficiones, y nos dimos cuenta que teniamos mucho en común.
Lo curioso es que podíamos hablar muchas horas sin cansarnos y nos divertíamos en grande.
La confianza entre nosotros creció a tal grado que, en cierto momento, le conté cosas un poco más personales, más de mis dudas, de mis problemas, y de mis sueños..
ÉL se preocupaba por mí y me escuchaba con paciencia aunque sólo fuera mediante Skype: se transformó en el amigo ideal.
Las cosas marcharon de tal modo que incluso quedamos de vernos en persona en mi Universidad, pues él se había ofrecido a ayudarme para otro proyecto que mis maestros me habían dejado.
A decir verdad también vino a verme en mi cumpleaños...
Y fue justo en ese momento cuando confesó que yo le gustaba y que se había enamorado de mí. No me lo dijo en persona, me lo había dicho en el ya extinto messenger.
Yo quedé impresionada y en el fondo lo tomé como un halago, le agradecí y no pasó a mayores.
El tiempo pasó, terminé mi carrera y me dediqué a trabajar...ahora me encontraba de maestra de inglés en una escuela para niñas y no teníamos casi nada de tiempo para hablar En aquel tiempo practicamente perdímos casi toda comunicación.
Pero la verdad es que ese trabajo solo consumió mis fuerzas y mi gusto por la docencia y decidí renunciar...después de eso estuve devastada e incosolable por casi dos meses, muy herida por lo que me había pasado. Y sola y sin contactos, solamente una persona me escuchaba y trató de hacerme reír...¿adivinen quién fue?
Pasaron los días y remontamos las largas charlas por Skype en las que él trataba de subirme los ánimos ...y sí...volvió a salir el terrible tema de que yo le gustaba.
Yo no sabía qué decirle, es más, ¡no sabía si reamente él me gustaba también! sólo sabía que no podía corresponderle en ese momento y que no podía darle una respuesta clara.
Pero de alguna forma, necesitaba de cariño, de un apapacho, de una persona que me escuchara y me apreciara sin tener que pedirlo o ganarmelo, porque había pasado por un momento muy difícil después de mi renuncia.
Pero después pensé que lo mejor sería abrir mi corazón y darle una oportunidad para conocernos aún más a fondo y ver si me enamoraba yo también tanto como él.
Y bueno...las cosas marcharon así: todos los días hablabamos, nos deciamos cosas tiernas, nos preocupábamos el uno por el otro...inclusive volví a verlo en persona nuevamente.
Todo hasta aquí suena muy bien, pero hay un pequeñiiiiiisimo y gran problema: él y yo, por desgracia, no somos muy "parecidos" económicamente...(no quiero que suene tan feo) y eso siempre ha sido para mi madre una razón para reprobar y no aceptar una relación.
He de decir que mi hermana estuvo en la misma situación hace unos años y ella y mi madre tuvieron una pelea tan fuerte y dura que mi hermana ya no vive aquí con nosotras.
Yo a veces creo que no debería angustiarme tanto, que a penas es un primer acercamiento, que no significa gran cosa...pero ¿qué opinan ustedes?
Les contaré mi pequeño "cuento de hadas"
Hace un poco más de dos años quise realizar un gran proyecto: una radionovela.
Para ello, una amiga (que conocí por Internet) y yo, convocamos un casting (mundial) para seleccionar las voces adecuadas.
Para ser sincera, esta fue una de las experiencias más ricas e increíbles que he tenido en toda mi vida ya que gracias a ella, pude hablar con mucha gente de otros países por Skype, entre actores de doblaje y otros profesionales del medio.
Sin embargo, las cosas no siempre fueron miel sobre hojuelas porque a la larga, mi amiga y yo terminamos separándonos y me quedé yo sóla con el proyecto. Fue un muy largo y muy difícil trayecto y sólo gracias a la ayuda de uno que otro miembro del elenco pude seguir adelante.
Cuando aún faltaban algunas grabaciones, una persona me envió un inbox ofreciéndose para ayudarme a editar los audios y así terminar el proyecto. Al inicio yo no le había hecho mucho caso porque pensé que podía sola, pero decidí animarme y lo puse a prueba.
Se podría decir que sólo nos comunicabamos por mail; yo le enviaba el material para que los editara y el me devolvía el resultado. Confieso que era bueno en lo que hacía y lo más importante: era bastante comprometido. Esta característica me agradó y decidí incluirlo en el elenco como un miembro más del proyecto.
Para no hacer el cuento largo, esta persona no solo terminó editando los audios, sino que me ayudó practicamente a darle la forma final a la radionovela y organizó las transmisiones de los últimos episodios, las cuales fueron un rotúndo éxito. La verdad es que se volvió en mi mano derecha.
Una que otra vez hablamos por Skype para ultimar detalles y en cierta ocasión terminamos hablando de nuestros gustos y aficiones, y nos dimos cuenta que teniamos mucho en común.
Lo curioso es que podíamos hablar muchas horas sin cansarnos y nos divertíamos en grande.
La confianza entre nosotros creció a tal grado que, en cierto momento, le conté cosas un poco más personales, más de mis dudas, de mis problemas, y de mis sueños..
ÉL se preocupaba por mí y me escuchaba con paciencia aunque sólo fuera mediante Skype: se transformó en el amigo ideal.
Las cosas marcharon de tal modo que incluso quedamos de vernos en persona en mi Universidad, pues él se había ofrecido a ayudarme para otro proyecto que mis maestros me habían dejado.
A decir verdad también vino a verme en mi cumpleaños...
Y fue justo en ese momento cuando confesó que yo le gustaba y que se había enamorado de mí. No me lo dijo en persona, me lo había dicho en el ya extinto messenger.
Yo quedé impresionada y en el fondo lo tomé como un halago, le agradecí y no pasó a mayores.
El tiempo pasó, terminé mi carrera y me dediqué a trabajar...ahora me encontraba de maestra de inglés en una escuela para niñas y no teníamos casi nada de tiempo para hablar En aquel tiempo practicamente perdímos casi toda comunicación.
Pero la verdad es que ese trabajo solo consumió mis fuerzas y mi gusto por la docencia y decidí renunciar...después de eso estuve devastada e incosolable por casi dos meses, muy herida por lo que me había pasado. Y sola y sin contactos, solamente una persona me escuchaba y trató de hacerme reír...¿adivinen quién fue?
Pasaron los días y remontamos las largas charlas por Skype en las que él trataba de subirme los ánimos ...y sí...volvió a salir el terrible tema de que yo le gustaba.
Yo no sabía qué decirle, es más, ¡no sabía si reamente él me gustaba también! sólo sabía que no podía corresponderle en ese momento y que no podía darle una respuesta clara.
Pero de alguna forma, necesitaba de cariño, de un apapacho, de una persona que me escuchara y me apreciara sin tener que pedirlo o ganarmelo, porque había pasado por un momento muy difícil después de mi renuncia.
Pero después pensé que lo mejor sería abrir mi corazón y darle una oportunidad para conocernos aún más a fondo y ver si me enamoraba yo también tanto como él.
Y bueno...las cosas marcharon así: todos los días hablabamos, nos deciamos cosas tiernas, nos preocupábamos el uno por el otro...inclusive volví a verlo en persona nuevamente.
Todo hasta aquí suena muy bien, pero hay un pequeñiiiiiisimo y gran problema: él y yo, por desgracia, no somos muy "parecidos" económicamente...(no quiero que suene tan feo) y eso siempre ha sido para mi madre una razón para reprobar y no aceptar una relación.
He de decir que mi hermana estuvo en la misma situación hace unos años y ella y mi madre tuvieron una pelea tan fuerte y dura que mi hermana ya no vive aquí con nosotras.
Yo a veces creo que no debería angustiarme tanto, que a penas es un primer acercamiento, que no significa gran cosa...pero ¿qué opinan ustedes?