ESTO LO EXPLICA TODO.
Fíjate que en diversas culturas se ha tenido como un mérito que una mujer sea virgen. Y hasta se han inventado ese mito del himen, cosa que nadie tuvo jamás. Esto se pensó para tranquilidad del varón, de modo tal que una virgen no pueda compararlo con otros hombres mejor dotados o de mejor desempeño sexual. Así de cómodos son ellos. (Esto me recuerda al chiste en que ella le dice a él “ Cariño, eres un amante fabuloso” y él le da una bofetada diciendo “¡Esto es por conocer la diferencia!”)
Tampoco se publican fotos de genitales masculinos, ni en las revistas más atrevidas. En las escenas de sexo de las películas eróticas no se ven los miembros masculinos (están dentro del cuerpo de la actriz). Así, a la mujer moderna le resulta casi imposible conocer uno antes de ponerse de novia. O sea que los hombres siempre han vivido ocultando sus partes. Súmale a eso el miedo ancestral a no poder desempeñarse como corresponde, la pena por no tener un pene gigante y una supina ignorancia de cómo se satisface a una mujer…¿ Resultado? Amantes mediocres que te acusan de frigidez.
Esto es porque no hay educación sexual. Y menos, una para el disfrute.
En la mayoría de los países la educación sexual aterra a la juventud hablándoles de métodos anticonceptivos y de cómo prevenir múltiples enfermedades de transmisión sexual de las cuales deben aprenderse cada espantoso síntoma. Lo que aprendemos es a cuidarnos del sexo porque te trae una vida no deseada, o directamente, la muerte entre sordera, chancros, locura y erupciones varias.
Mal que mal, las mujeres nos vamos conectando con nuestro cuerpo y vamos aprendiendo sensualidad. Los hombres, en cambio, no saben nada de sexo, ni de cómo hacer el amor con una mujer.
Cinco motivos por los cuales ellos no saben hacer el amor
1) Porque nadie les enseñó nada:
En temas de sexo, los hombres no saben mucho más que cómo masturbarse con mediano éxito. Imagina que la madre no le iba a explicar cómo hacerlo. Y el padre lo hacía aún peor que él.
2)Porque creen que se aprende mirando películas pornográficas:
Por ende, él hará el amor como vio en la película donde el técnico del televisor confunde a la tele con su dueña y desarma a la dueña botón por botón, o donde tres fornidos obreros de la construcción masajean a la modelo rubia que se broncea desnuda en la terraza. Y los resultados serán así de espantosos. Porque si en la ficción ellas gimen apenas ellos se bajan los pantalones, en la vida real las mujeres gimen cuando -al quitarle el sujetador -, él les pega un chicotazo del elástico del corpiño en la nariz.
3) Porque creen que con acostarse con una mujer ya tiene experiencia:
Es cierto que la habilidad en la cama de un hombre depende de la instrucción espontánea que reciba de las mujeres que se vaya topando en la vida. Pero a la mayoría de los hombres la experiencia no le ha servido, porque la mitad de las mujeres fingían los orgasmos. Y el resto de mujeres que conoció, con tal de acabar la historia, le hicieron creer que era bueno en la cama. Cuando una mujer está con un hombre que conoce poco, está demasiado nerviosa como para poder relajarse y entregarse por completo. Por eso es raro que tenga un orgasmo la primera vez: no se siente tan relajada como para entregarse. Pero para que él no piense que ella es rara o frígida, tenderá a fingir un orgasmo. Y esa es una terrible trampa, porque una vez que él cree que con tan poco esfuerzo llegas al clímax, deberás fingir todos los orgasmos futuros… ¡y adiós vida sexual, bienvenida al mundo de la mujer talibana! Ya sea por generosas o porque han perdido toda esperanza de que su hombre aprenda algo de sexo bien hecho, muchas mujeres cometen ese error de fingir placer con bastante frecuencia... ¿O acaso sabes de alguna que diga “lo siento cariño, esta es la primera vez que me pasa”? Así que de este modo el hombre cree que sin habilidad puede hacerte feliz…y no es así.
4) Porque cree que lo que aprende con una sirve con todas:
Las pocas mujeres honestas que encontró, le enseñaron cosas que a ti quizás no te interesen. Pudieron convencerlo de que los lóbulos de las orejas son zonas erógenas, pero tú lo único que sientes es temor de que se trague un arete.
5) Porque cree que no tiene nada que aprender:
Como en otros aspectos, además del sexo, ya sea por pereza o petulancia, el hombre cree que nació sabiendo, como los mosquitos. Ellos suelen mostrar el orgullo herido con frases como “¿Acaso crees que no lo sé?”, “Deja de darme indicaciones como un agente de tránsito” o “¡Me rehúso a leer tu Manual de Instrucciones!”.
Fíjate que en diversas culturas se ha tenido como un mérito que una mujer sea virgen. Y hasta se han inventado ese mito del himen, cosa que nadie tuvo jamás. Esto se pensó para tranquilidad del varón, de modo tal que una virgen no pueda compararlo con otros hombres mejor dotados o de mejor desempeño sexual. Así de cómodos son ellos. (Esto me recuerda al chiste en que ella le dice a él “ Cariño, eres un amante fabuloso” y él le da una bofetada diciendo “¡Esto es por conocer la diferencia!”)
Tampoco se publican fotos de genitales masculinos, ni en las revistas más atrevidas. En las escenas de sexo de las películas eróticas no se ven los miembros masculinos (están dentro del cuerpo de la actriz). Así, a la mujer moderna le resulta casi imposible conocer uno antes de ponerse de novia. O sea que los hombres siempre han vivido ocultando sus partes. Súmale a eso el miedo ancestral a no poder desempeñarse como corresponde, la pena por no tener un pene gigante y una supina ignorancia de cómo se satisface a una mujer…¿ Resultado? Amantes mediocres que te acusan de frigidez.
Esto es porque no hay educación sexual. Y menos, una para el disfrute.
En la mayoría de los países la educación sexual aterra a la juventud hablándoles de métodos anticonceptivos y de cómo prevenir múltiples enfermedades de transmisión sexual de las cuales deben aprenderse cada espantoso síntoma. Lo que aprendemos es a cuidarnos del sexo porque te trae una vida no deseada, o directamente, la muerte entre sordera, chancros, locura y erupciones varias.
Mal que mal, las mujeres nos vamos conectando con nuestro cuerpo y vamos aprendiendo sensualidad. Los hombres, en cambio, no saben nada de sexo, ni de cómo hacer el amor con una mujer.
Cinco motivos por los cuales ellos no saben hacer el amor
1) Porque nadie les enseñó nada:
En temas de sexo, los hombres no saben mucho más que cómo masturbarse con mediano éxito. Imagina que la madre no le iba a explicar cómo hacerlo. Y el padre lo hacía aún peor que él.
2)Porque creen que se aprende mirando películas pornográficas:
Por ende, él hará el amor como vio en la película donde el técnico del televisor confunde a la tele con su dueña y desarma a la dueña botón por botón, o donde tres fornidos obreros de la construcción masajean a la modelo rubia que se broncea desnuda en la terraza. Y los resultados serán así de espantosos. Porque si en la ficción ellas gimen apenas ellos se bajan los pantalones, en la vida real las mujeres gimen cuando -al quitarle el sujetador -, él les pega un chicotazo del elástico del corpiño en la nariz.
3) Porque creen que con acostarse con una mujer ya tiene experiencia:
Es cierto que la habilidad en la cama de un hombre depende de la instrucción espontánea que reciba de las mujeres que se vaya topando en la vida. Pero a la mayoría de los hombres la experiencia no le ha servido, porque la mitad de las mujeres fingían los orgasmos. Y el resto de mujeres que conoció, con tal de acabar la historia, le hicieron creer que era bueno en la cama. Cuando una mujer está con un hombre que conoce poco, está demasiado nerviosa como para poder relajarse y entregarse por completo. Por eso es raro que tenga un orgasmo la primera vez: no se siente tan relajada como para entregarse. Pero para que él no piense que ella es rara o frígida, tenderá a fingir un orgasmo. Y esa es una terrible trampa, porque una vez que él cree que con tan poco esfuerzo llegas al clímax, deberás fingir todos los orgasmos futuros… ¡y adiós vida sexual, bienvenida al mundo de la mujer talibana! Ya sea por generosas o porque han perdido toda esperanza de que su hombre aprenda algo de sexo bien hecho, muchas mujeres cometen ese error de fingir placer con bastante frecuencia... ¿O acaso sabes de alguna que diga “lo siento cariño, esta es la primera vez que me pasa”? Así que de este modo el hombre cree que sin habilidad puede hacerte feliz…y no es así.
4) Porque cree que lo que aprende con una sirve con todas:
Las pocas mujeres honestas que encontró, le enseñaron cosas que a ti quizás no te interesen. Pudieron convencerlo de que los lóbulos de las orejas son zonas erógenas, pero tú lo único que sientes es temor de que se trague un arete.
5) Porque cree que no tiene nada que aprender:
Como en otros aspectos, además del sexo, ya sea por pereza o petulancia, el hombre cree que nació sabiendo, como los mosquitos. Ellos suelen mostrar el orgullo herido con frases como “¿Acaso crees que no lo sé?”, “Deja de darme indicaciones como un agente de tránsito” o “¡Me rehúso a leer tu Manual de Instrucciones!”.