¿Cuál es la clave para alcanzar la felicidad? Quizá sea la pregunta más antigua de todos los tiempos y, por eso, sigue siendo una gran incógnita la respuesta. Todos la hemos buscado y la mayoría han errado en el intento. Sin embargo, muchas veces el sentido común es el mejor consejero: así lo considera Leo Bormans en su ‘World Book Of Happiness’, que recopila algunas claves muy sencillas para ser un poco más feliz. Te resumimos las máximas fundamentales de este manual en estas doce pautas. Toma nota.
Felicidad
Ante todo… ¡Disfruta!
Concéntrate en lo que haces y disfrútalo. Aunque no lo parezca, el trabajo puede ser fuente de felicidad. Si te encuentras estancado en un puesto que odias, rodeado de gente hostil, y solo aguantas por el salario… Es momento de cambiar. Son muchos los que se pasan la vida ganando dinero para el futuro, pero sacrificando su salud y su familia en el camino. Al final la mayoría de estas personas acaban dilapidando su fortuna en médicos y psicólogos que les salven la vida.
Vive el día a día
Puede ser una obviedad, pero son muchas las personas que viven en el pasado o de ensoñaciones futuras. La nostalgia no es buena consejera ni tampoco estancarse por los errores que ya no se pueden solucionar. De igual manera, no tiene sentido soñar con un futuro ideal o preocuparse por lo que todavía no ha pasado. Los que viven en el presente tienen una actitud vital más positiva. Si no puedes ser feliz hoy, ¿qué te hace pensar que mañana será distinto?
Acepta lo que tienes
Los estudios científicos demuestran que las personas más felices tienen niveles muy modestos de expectativas y aspiraciones. Quieren lo que pueden conseguir, mientras que los infelices nunca parecen conseguir lo que quieren. También saben cómo evitar decepciones: apuestan por objetivos reales.
Controla tu vida
Un reciente estudio europeo asegura que las personas que son libres para decidir y tienen un control total sobre sus vidas son más felices. Los europeos que más se aproximan a esta definición están en el norte de Europa: creen que su voluntad es suficiente para mejorar. En cambio, en el sur del Viejo Continente se dejan llevar por la fatalidad: no hay nada que se pueda hacer contra el destino. ¿De verdad te vas a quedar cruzado de brazos sin intentarlo?
Escoge felicidad
Repasa tus objetivos con perspectiva y la mente abierta. Necesitas elegir activamente ser feliz, así que imagina tu vida como una historia que tienes que montar y revisar continuamente. Si uno de tus planes no llega o es frustrante, elige otro que te siga ilusionando.
La felicidad son los demás
Si una persona nos hace feliz, nosotros también tenemos esa capacidad de proporcionar felicidad a los otros. Compartir la vida con los demás es mucho más satisfactorio. Siempre.
No pares.
La gente social, activa y ocupada es más feliz y está más sana. Si quieres estar contento contigo mismo, desarrolla una personalidad abierta y social, acepta invitaciones para hacer planes de todo tipo: pasear, hacer deporte, salir a bailar, ir al cine… Lo que más se adecúe a tus intereses. La mejor manera de disfrutar de la vida es disfrutarla en compañía de otros.
No te compares
Aunque la ambición es siempre saludable, los excesos acaban pagándose. Compararse demasiado con el resto desemboca en envidia y frustración. Compite si te sirve para mejorar y observa a losd demás si eso te ayuda a aprender cosas positivas de los otros.
Sé tú mismo
Igual que no tienes que compararte con otros, es importante no preocuparse por lo que los demás piensen de ti. Las personas felices son espontáneas, naturales y auténticas. Dicen lo que piensan y sienten y no se agobian por lo que los demás opinen. Ser así te hará más libre.
Deja de preocuparte
No te tomes demasiado en serio. La gente feliz no se obsesiona con lo malo que puede pasar porque el 90% de las preocupaciones que imaginamos nunca se hacen realidad.
Sé organizado
Aunque el encanto de la vida bohemia suele estar asociado a la felicidad, no te engañes. Las personas que son más felices son más organizadas: eligen tener objetivos y cumplirlos. Solo conseguirás lo que quieres si primero sabes lo que quieres.
Piensa en positivo
Parece una expresión manida, pero son muchos los estudios científicos que demuestran la eficacia del pensamiento positivo. ¿Sabías que los atletas con éxito se centran en ganar y no en perder? El optimismo es el mecanismo de defensa natural de nuestra mente contra la depresión.
El valor de la felicidad
La felicidad también se puede aprender: debemos enseñar a la gente que nos rodea a trabajársela y no esperar a que nos caiga del cielo. Si quieres ser feliz, ve a por ello.
Fuente: Internet
Felicidad
Ante todo… ¡Disfruta!
Concéntrate en lo que haces y disfrútalo. Aunque no lo parezca, el trabajo puede ser fuente de felicidad. Si te encuentras estancado en un puesto que odias, rodeado de gente hostil, y solo aguantas por el salario… Es momento de cambiar. Son muchos los que se pasan la vida ganando dinero para el futuro, pero sacrificando su salud y su familia en el camino. Al final la mayoría de estas personas acaban dilapidando su fortuna en médicos y psicólogos que les salven la vida.
Vive el día a día
Puede ser una obviedad, pero son muchas las personas que viven en el pasado o de ensoñaciones futuras. La nostalgia no es buena consejera ni tampoco estancarse por los errores que ya no se pueden solucionar. De igual manera, no tiene sentido soñar con un futuro ideal o preocuparse por lo que todavía no ha pasado. Los que viven en el presente tienen una actitud vital más positiva. Si no puedes ser feliz hoy, ¿qué te hace pensar que mañana será distinto?
Acepta lo que tienes
Los estudios científicos demuestran que las personas más felices tienen niveles muy modestos de expectativas y aspiraciones. Quieren lo que pueden conseguir, mientras que los infelices nunca parecen conseguir lo que quieren. También saben cómo evitar decepciones: apuestan por objetivos reales.
Controla tu vida
Un reciente estudio europeo asegura que las personas que son libres para decidir y tienen un control total sobre sus vidas son más felices. Los europeos que más se aproximan a esta definición están en el norte de Europa: creen que su voluntad es suficiente para mejorar. En cambio, en el sur del Viejo Continente se dejan llevar por la fatalidad: no hay nada que se pueda hacer contra el destino. ¿De verdad te vas a quedar cruzado de brazos sin intentarlo?
Escoge felicidad
Repasa tus objetivos con perspectiva y la mente abierta. Necesitas elegir activamente ser feliz, así que imagina tu vida como una historia que tienes que montar y revisar continuamente. Si uno de tus planes no llega o es frustrante, elige otro que te siga ilusionando.
La felicidad son los demás
Si una persona nos hace feliz, nosotros también tenemos esa capacidad de proporcionar felicidad a los otros. Compartir la vida con los demás es mucho más satisfactorio. Siempre.
No pares.
La gente social, activa y ocupada es más feliz y está más sana. Si quieres estar contento contigo mismo, desarrolla una personalidad abierta y social, acepta invitaciones para hacer planes de todo tipo: pasear, hacer deporte, salir a bailar, ir al cine… Lo que más se adecúe a tus intereses. La mejor manera de disfrutar de la vida es disfrutarla en compañía de otros.
No te compares
Aunque la ambición es siempre saludable, los excesos acaban pagándose. Compararse demasiado con el resto desemboca en envidia y frustración. Compite si te sirve para mejorar y observa a losd demás si eso te ayuda a aprender cosas positivas de los otros.
Sé tú mismo
Igual que no tienes que compararte con otros, es importante no preocuparse por lo que los demás piensen de ti. Las personas felices son espontáneas, naturales y auténticas. Dicen lo que piensan y sienten y no se agobian por lo que los demás opinen. Ser así te hará más libre.
Deja de preocuparte
No te tomes demasiado en serio. La gente feliz no se obsesiona con lo malo que puede pasar porque el 90% de las preocupaciones que imaginamos nunca se hacen realidad.
Sé organizado
Aunque el encanto de la vida bohemia suele estar asociado a la felicidad, no te engañes. Las personas que son más felices son más organizadas: eligen tener objetivos y cumplirlos. Solo conseguirás lo que quieres si primero sabes lo que quieres.
Piensa en positivo
Parece una expresión manida, pero son muchos los estudios científicos que demuestran la eficacia del pensamiento positivo. ¿Sabías que los atletas con éxito se centran en ganar y no en perder? El optimismo es el mecanismo de defensa natural de nuestra mente contra la depresión.
El valor de la felicidad
La felicidad también se puede aprender: debemos enseñar a la gente que nos rodea a trabajársela y no esperar a que nos caiga del cielo. Si quieres ser feliz, ve a por ello.
Fuente: Internet