Hola chicas les comparto parte de una plática con un conocido, sobre lo que le paso el pasado fin de semana, me llamo la atención una parte de esa plática, obviamente me quede callada porque es de esas personas que preguntan tu opinión pero se enojan cuando no escuchan lo que quiere.
Si me preguntan las razones por las que me confía este tipo de cuestiones, si no lo considero un amigo, no tengo las respuestas, solo puedo decir que me sucede muy frecuentemente que se me acercan a contarme sus “pato aventuras”.
Se los comparto porque creo es una de las “justificaciones” para ser infieles. Escribo casi textualmente lo que me platicaron, así que es lenguaje de “hombres infieles”. Todo esto surgió porque me preguntaron ¿Lo contarías? ¿Quemarías así a tu esposo?
Una pareja, en apariencia feliz en su matrimonio, invita a otra pareja a salir el clásico sábado por la noche, ambas con hijos, una de ellas no le gusta el tipo de evento al que los invitan, además no tiene con quien dejar a los hijos.
El esposo “A” le pide a un primo “B” lo acompañe, todo muy bien, terminan en casa del matrimonio, se “ponen hasta las chanclas”, en un momento dado la mujer se acerca a “B” y le dice que su marido “no le atiende el negocio pues es gay”, siguen la fiesta, el anfitrión empieza a abrazar a “B” y lo mandan a dormir, la esposa también se retira a su recámara pues duermen en cuartos separados.
“A” le comenta a “B” lo del esposo gay, además menciona que su esposa “no le atiende” porque los niños no le dejan tiempo, a lo que “B” contesta, “si te la vas a echar, échatela”, “A” le menciona que no se animaba porque le fuera a contar a su mujer, una actitud de risa pues siempre se han “tapado” sus “canitas al aire”, total “A” y la esposa del anfitrión satisfacieron sus “necesidades” y tempranito, a las seis de la mañana regresan a casa de “A”, como si nada hubiese pasado.
Tenía mucha tala de donde cortar y dar mi opinión, pero simplemente conteste “NO”, era como hablar con una piedra, no porque fuese tonta esta persona, solamente no podía aceptar más que esa respuesta.
Les comparto este relato porque me queda la reflexión, en realidad “A” ama a su esposa, a su familia si en la primera oportunidad busca una justificación o el “permiso” de “B” para ser infiel, porque aunque no exista más que una satisfacción física, es una infidelidad.
No lo planearon, solo se presento la “oportunidad” que si bien empiezan como una noche de pasión, una noche “loca”, una noche de “copas”, ya tomaron la confianza de satisfacer sus necesidades sin sentimientos de por medio, quien asegura que se vuelva una constante en sus vida, en una válvula de escape a lo cotidiano, lo repitan nuevamente, total si solo es un “a costón” pues “no les atienden el negocio” y que puede desembocar en una “relación sentimental” con el paso de las noches de pasión.
Se los dejo como reflexión, si gustan buscar culpables o las causas y soluciones, ya es cuestión de cada quien.
Por cierto, no tenemos ninguna relación sentimental esta persona y yo, no vaya siendo que se me confundan pues considero que no son temas fáciles de compartir con el sexo opuesto. Ya saben que predico eso de "mejor sola, que mal acompañada"
Besos y abrazos.
Si me preguntan las razones por las que me confía este tipo de cuestiones, si no lo considero un amigo, no tengo las respuestas, solo puedo decir que me sucede muy frecuentemente que se me acercan a contarme sus “pato aventuras”.
Se los comparto porque creo es una de las “justificaciones” para ser infieles. Escribo casi textualmente lo que me platicaron, así que es lenguaje de “hombres infieles”. Todo esto surgió porque me preguntaron ¿Lo contarías? ¿Quemarías así a tu esposo?
Una pareja, en apariencia feliz en su matrimonio, invita a otra pareja a salir el clásico sábado por la noche, ambas con hijos, una de ellas no le gusta el tipo de evento al que los invitan, además no tiene con quien dejar a los hijos.
El esposo “A” le pide a un primo “B” lo acompañe, todo muy bien, terminan en casa del matrimonio, se “ponen hasta las chanclas”, en un momento dado la mujer se acerca a “B” y le dice que su marido “no le atiende el negocio pues es gay”, siguen la fiesta, el anfitrión empieza a abrazar a “B” y lo mandan a dormir, la esposa también se retira a su recámara pues duermen en cuartos separados.
“A” le comenta a “B” lo del esposo gay, además menciona que su esposa “no le atiende” porque los niños no le dejan tiempo, a lo que “B” contesta, “si te la vas a echar, échatela”, “A” le menciona que no se animaba porque le fuera a contar a su mujer, una actitud de risa pues siempre se han “tapado” sus “canitas al aire”, total “A” y la esposa del anfitrión satisfacieron sus “necesidades” y tempranito, a las seis de la mañana regresan a casa de “A”, como si nada hubiese pasado.
Tenía mucha tala de donde cortar y dar mi opinión, pero simplemente conteste “NO”, era como hablar con una piedra, no porque fuese tonta esta persona, solamente no podía aceptar más que esa respuesta.
Les comparto este relato porque me queda la reflexión, en realidad “A” ama a su esposa, a su familia si en la primera oportunidad busca una justificación o el “permiso” de “B” para ser infiel, porque aunque no exista más que una satisfacción física, es una infidelidad.
No lo planearon, solo se presento la “oportunidad” que si bien empiezan como una noche de pasión, una noche “loca”, una noche de “copas”, ya tomaron la confianza de satisfacer sus necesidades sin sentimientos de por medio, quien asegura que se vuelva una constante en sus vida, en una válvula de escape a lo cotidiano, lo repitan nuevamente, total si solo es un “a costón” pues “no les atienden el negocio” y que puede desembocar en una “relación sentimental” con el paso de las noches de pasión.
Se los dejo como reflexión, si gustan buscar culpables o las causas y soluciones, ya es cuestión de cada quien.
Por cierto, no tenemos ninguna relación sentimental esta persona y yo, no vaya siendo que se me confundan pues considero que no son temas fáciles de compartir con el sexo opuesto. Ya saben que predico eso de "mejor sola, que mal acompañada"
Besos y abrazos.