En nuestra búsqueda de felicidad sin duda nos encontraremos con grandes obstáculos, la vida no es perfecta ni tampoco las relaciones. Los problemas, el dolor, las pérdidas son reales, están ahí para atacarnos, pero eso no quiere decir que no podemos salir airosos de estas batallas.
Cuando surge un problema, nuestra primera reacción evidentemente será de frustración y hasta de miedo en algunas situaciones. Si nos obsesionamos con lo que está mal, el problema comienza a tomar unas proporciones magnificas que nos hará sentir aún más paralizados, por eso será necesario implementar otra estrategia. ¿Qué pasaría si decidiéramos crear algo distinto? En lugar de preocuparnos por lo que está mal, por eso que no podemos cambiar, comenzar a dirigir nuestra energía hacia esas cosas sobre las cuales sí tenemos control y decidir elegir un nuevo camino, tener una nueva meta, curarnos por otros medios. Pensar en el futuro, alejarnos del dolor del presente, nos brinda paz, porque las heridas con el tiempo sanan y si ahora estamos sufriendo, no significa que por siempre estaremos en este mismo estado.
Así que concéntrate en imaginar lo que harás en un tiempo, qué quieres hacer contigo o con las situaciones que te rodean, cuáles son las opciones que tienes o que puedes generar. La promesa de un mañana mejor te ayudará a seguir adelante y el problema de hoy no será tan terrible si sabes que puede tener un final o al menos un cierre en tu mente.
Piensa en tus problemas no como problemas, sino como proyectos, como oportunidades de crecimiento. Todo tiene su enseñanza, incluso lo malo. Piensa qué es lo que quieres para ti de ahora en más, ¿estás cansado de sufrir en el amor? Toma el asunto en tus manos, no persigas más a ese mismo tipo de personalidades que no funcionan. ¿Estás aburrido de tu trabajo? Piensa cuáles son tus talentos, tus verdaderos sueños y persíguelos sin importar lo que digan los demás, hay demasiadas personas con sueños rotos que solamente tratarán de arrastrarte hacia el lado oscuro.
Comienza a actuar, toma control sobre tus decisiones, esperanzas, anhelos. No te rindas, persigue activamente ese proyecto que tienes en mente, comienza con pasos pequeños, siempre cuentan.
¿Y cómo saber si estás en el camino correcto? Sencillo. Si te sientes más enérgico, si sientes que la inspiración te rodea, la esperanza del futuro te hace sentir feliz y pleno, entonces sin duda estás comenzando a tomarte las circunstancias adversas de una manera distinta.
No podemos huir de los problemas, pero sí podemos transformarlos y además crear algo nuevo de esa situación. Es tu decisión, ¿te animas a intentarlo?
Lic. en Psicología Mariana Alvez