Me lo mandaron a mi correo ..espero les guste..a mi se me enchino la piel mientras lo leia y hasta ganas de llorar me dieron...
Se los comparto con todo cariño..
MUY FUERTE, PERO MUY HERMOSO...
Para todos los casados, solteros y próximos a casarse. Espero les agrade esta Historia...........
Si tú no estas casado, pero tienes amigos que si lo estan, compartelo con ellos, tal vez aún les sea útil.
MATRIMONIO
Cuando llegue a casa esa noche mientras mi esposo se servía su cena, le tome de la mano y le dije:
tengo algo que decirte.
Solo se sentó a comer en silencio.
Yo podía observar el dolor en sus ojos.
De pronto ya no sabía como abrir mi boca.
Pero tenía que decirle lo que pensaba.
Quiero el divorcio......
le dije lo más suave que pude.
Mis palabras parecieron no molestarle. Al contrario, muy tranquilamente me pregunto, ¿por qué?
Evite su pregunta con mi silencio, esto le hizo enfurecer. Tiro los utensilios y me grito, ¡no pareces mujer!
Esa noche, ya no hablamos más. El lloraba en silencio. Yo sabía que quería saber que le había pasado a nuestro matrimonio.
Pero yo no hubiera podido darle una respuesta satisfactoria.
Mi corazón ahora le pertenecía a Marcos.
Ya no lo amaba, solo me daba lástima.
Con un gran sentido de culpa, redacte un acuerdo de divorcio en el que le dejaba una de nuestras casas, nuestro auto y un poco de dinero del banco que habiamos ahorrado.
Después de leerlo el lo rompió en pedazos. el hombre que había estado 20 años de su vida conmigo ahora era una extraño. Me sentí mal por todo ese tiempo y energía que desperdicio conmigo. Todo eso que yo nunca le podría reponer. Pero ahora ya no había marcha atrás, yo amaba a Marcos.
Por fin mi esposo soltó el llanto frente a mí, eso era lo que yo esperaba desde el principio. Verlo llorar me tranquilizaba un poco, ya que nunca lo habia hecho por cuestiones sentimentales, ya que la idea del divorcio que me preocupaba tanto ahora era más clara que nunca.
El siguiente día, llegue a casa muy tarde y el estaba en la mesa escribiendo algo. Yo no había cenado, había pasado un día muy intenso con Marcos y tenía más sueño que hambre y mejor me retire a dormir.
Desperté en la madrugada, el todavía estaba escribiendo. La verdad no me importo y solo me acomode de nuevo en cama y seguí durmiendo.
En la mañana me presento sus condiciones para aceptar divorciarse:
No quería nada de mí, pero necesitaba un mes antes de firmar el divorcio, me pidió que en ese mes tratáramos de vivir una vida lo más normal posible.
Sus razones eran simples: nuestros hijos tenían unos exámenes muy importantes en este mes y no los quería mortificar con la noticia del matrimonio frustrado de sus padres.
Esto era algo en lo que yo también estaba de acuerdo.
Pero había más, me pidió que me acordara como me cargaba el día de nuestra boda.
Quería que cada día de este mes, le permitiera cargarme de nuestro cuarto hasta la puerta de la casa.......
pensé que se estaba volviendo loco, pero decidí aceptar este raro requisito, con tal de que este mes pasara sin más peleas o malos momentos.
Le platique a Marcos de las condiciones que puso mi esposo......se rio bastante y pensó que era muy absurdo.
Dijo en tono burlón: no importa los trucos que se invente, tiene que aceptar la realidad que se van a divorciar.
Desde que le exprese mis intenciones de divorcio mi esposo y yo no teníamos ningún contacto íntimo.
El primer día que me cargo se le hizo un poco difícil. Nuestros hijos nos vieron y aplaudieron de felicidad al vernos y dijeron, papá me da gusto que quieras mucho a mi mamá.
Sus palabras me causaron un poco de dolor. Desde nuestra habitación hasta la puerta de enfrente camino como diez metros conmigo en mis brazos. El cerró sus ojos y me dijo al oído que no le dijera al niño del divorcio. Me sentí muy incomoda, me bajo y el camino a tomar el autobús para ir a trabajar. Yo me fui sola a mi trabajo.
El segundo día fue un poco más fácil. yo me recargue ligeramente en su pecho. Podía oler la fragancia de su camisa. Me di cuenta que desde hace tiempo no le había puesto mucha atención a este hombre. Me di cuenta que ya no era tan joven, había un poco de arrugas en su cara, su pelo ya mostraba canas. Ese era el precio de nuestro matrimonio. Por un minuto me pregunte que si yo era la responsable de esto.
A el cuarto día, cuando me cargo. Sentí que regresaba un poco de intimidad. Este era el hombre que me había dado 20 años de su vida.
El quinto y sexto día, me di cuenta que el sentimiento crecía otra vez. No le platique nada de esto a Marcos. Conforme los días pasaban se le hacia mas dificil cargarme, yo lo sentia asì. Quizás el ejercicio de hacerlo lo estaba haciendo más debil.
Una mañana lo vi que estaba buscando una camisa para ponerse, pero no encontraba nada que le quedara. Solo suspiro y dijo, todas mis camisas me quedan grandes. Es ahí donde me di cuenta que por eso se le habia hecho mas dificil cargarme. Estaba perdiendo mucho peso, estaba muy pero muy delgado.
De repente entendí la razón......estaba sumergido en tanto dolor y amargura en su corazón. Inconscientemente le toque la frente.
Nuestros hijos entraron en ese momento y dijeron, Papá es tiempo que cargues a mamá. El ver a su papá cargar a su mamá todos los días se les había hecho costumbre. Mi esposo me dio un fuerte abrazo. Yo mejor mire hacia otro lado por temor a que esta conmovedora imagen me hiciera cambiar de planes. Entonces me cargo, y empezo a caminar hacia la puerta, su mano acaricio mi cuello, y el me apreto fuerte con sus brazos, justo como el día que nos casamos.
Pero su estado físico me causo tristeza. Ese día, cuando me cargo sentí que no se podía ni mover. Nuestros hijos ya se habían ido a la escuela. Me abrazo fuerte y me dijo, nunca me di cuenta que a nuestra vida le hacía falta algo así.
Me fui a trabajar.....salte fuera del taxi queriendole y pidiendole al taxista que no se fuera.
Temía que en cualquier momento podría cambiar de opinión.....subí las escaleras, Marcos abrió la puerta y le dije, Lo siento mucho pero ya no me voy a divorciar.
No podía creer lo que le estaba diciendo, hasta me toco la frente y me pregunto si tenía fiebre. Quite su mano de mi frente y le dije de nuevo. Lo siento Marcos, ya no me voy a divorciar. Mi matrimonio era muy aburrido porque ni el ni yo supimos apreciar los pequeños detalles de nuestras vidas. No porque ya no nos amaramos. Ahora me doy cuenta que cuando nos casamos y me cargo por primera vez esa responsabilidad era suya hasta que la muerte nos separe.
Marcos en este momento salió del shock y me dio una fuerte bofetada, y llorando cerro su puerta. Corriendo baje las escaleras y me fui de ahí.
Pare en una florería, ordene un bonito ramo para mi esposo, que cosas yo era la de las flores, porque no lo se, pero mi corazon me lo ordenaba.
La chica me pregunto que le ponía a la tarjeta. Sonreí y escribí, " quiero que siempre me lle ves en tus brazos hasta que la muerte nos separe"
Esa noche cuando llegue a casa, con las flores en mis manos y una sonrisa en mi cara, subí a nuestro cuarto........solo para encontrar a mi esposo en su cama.....Muerto...Habia callado la enfermedad en su face terminal que lo consumio sin decirme nada...
Los pequeños detalles
es lo que de verdad importa en una relación.
No la mansión, el carro, propiedades o dinero en el banco. Estos crean un falso sentido de felicidad que no lo es todo. Mejor encuentra tiempo para ser el amigo de tu esposo o esposa, y tómense todo el tiempo necesario con esos pequeños detalles que hacen la diferencia. Que tengas un feliz matrimonio y si aún no estas casado que DIOS ponga en tu camino a esa compañera (compañero) que necesitas.
Si no compartes este correo nada te pasara
Pero si decides compartirlo, quizás salves un matrimonio
Muchos de los fracasos en la vida le sucede a gente que no se da cuenta lo cerca que estaban del éxito cuando se dieron por vencidos.
Se los comparto con todo cariño..
MUY FUERTE, PERO MUY HERMOSO...
Para todos los casados, solteros y próximos a casarse. Espero les agrade esta Historia...........
Si tú no estas casado, pero tienes amigos que si lo estan, compartelo con ellos, tal vez aún les sea útil.
MATRIMONIO
Cuando llegue a casa esa noche mientras mi esposo se servía su cena, le tome de la mano y le dije:
tengo algo que decirte.
Solo se sentó a comer en silencio.
Yo podía observar el dolor en sus ojos.
De pronto ya no sabía como abrir mi boca.
Pero tenía que decirle lo que pensaba.
Quiero el divorcio......
le dije lo más suave que pude.
Mis palabras parecieron no molestarle. Al contrario, muy tranquilamente me pregunto, ¿por qué?
Evite su pregunta con mi silencio, esto le hizo enfurecer. Tiro los utensilios y me grito, ¡no pareces mujer!
Esa noche, ya no hablamos más. El lloraba en silencio. Yo sabía que quería saber que le había pasado a nuestro matrimonio.
Pero yo no hubiera podido darle una respuesta satisfactoria.
Mi corazón ahora le pertenecía a Marcos.
Ya no lo amaba, solo me daba lástima.
Con un gran sentido de culpa, redacte un acuerdo de divorcio en el que le dejaba una de nuestras casas, nuestro auto y un poco de dinero del banco que habiamos ahorrado.
Después de leerlo el lo rompió en pedazos. el hombre que había estado 20 años de su vida conmigo ahora era una extraño. Me sentí mal por todo ese tiempo y energía que desperdicio conmigo. Todo eso que yo nunca le podría reponer. Pero ahora ya no había marcha atrás, yo amaba a Marcos.
Por fin mi esposo soltó el llanto frente a mí, eso era lo que yo esperaba desde el principio. Verlo llorar me tranquilizaba un poco, ya que nunca lo habia hecho por cuestiones sentimentales, ya que la idea del divorcio que me preocupaba tanto ahora era más clara que nunca.
El siguiente día, llegue a casa muy tarde y el estaba en la mesa escribiendo algo. Yo no había cenado, había pasado un día muy intenso con Marcos y tenía más sueño que hambre y mejor me retire a dormir.
Desperté en la madrugada, el todavía estaba escribiendo. La verdad no me importo y solo me acomode de nuevo en cama y seguí durmiendo.
En la mañana me presento sus condiciones para aceptar divorciarse:
No quería nada de mí, pero necesitaba un mes antes de firmar el divorcio, me pidió que en ese mes tratáramos de vivir una vida lo más normal posible.
Sus razones eran simples: nuestros hijos tenían unos exámenes muy importantes en este mes y no los quería mortificar con la noticia del matrimonio frustrado de sus padres.
Esto era algo en lo que yo también estaba de acuerdo.
Pero había más, me pidió que me acordara como me cargaba el día de nuestra boda.
Quería que cada día de este mes, le permitiera cargarme de nuestro cuarto hasta la puerta de la casa.......
pensé que se estaba volviendo loco, pero decidí aceptar este raro requisito, con tal de que este mes pasara sin más peleas o malos momentos.
Le platique a Marcos de las condiciones que puso mi esposo......se rio bastante y pensó que era muy absurdo.
Dijo en tono burlón: no importa los trucos que se invente, tiene que aceptar la realidad que se van a divorciar.
Desde que le exprese mis intenciones de divorcio mi esposo y yo no teníamos ningún contacto íntimo.
El primer día que me cargo se le hizo un poco difícil. Nuestros hijos nos vieron y aplaudieron de felicidad al vernos y dijeron, papá me da gusto que quieras mucho a mi mamá.
Sus palabras me causaron un poco de dolor. Desde nuestra habitación hasta la puerta de enfrente camino como diez metros conmigo en mis brazos. El cerró sus ojos y me dijo al oído que no le dijera al niño del divorcio. Me sentí muy incomoda, me bajo y el camino a tomar el autobús para ir a trabajar. Yo me fui sola a mi trabajo.
El segundo día fue un poco más fácil. yo me recargue ligeramente en su pecho. Podía oler la fragancia de su camisa. Me di cuenta que desde hace tiempo no le había puesto mucha atención a este hombre. Me di cuenta que ya no era tan joven, había un poco de arrugas en su cara, su pelo ya mostraba canas. Ese era el precio de nuestro matrimonio. Por un minuto me pregunte que si yo era la responsable de esto.
A el cuarto día, cuando me cargo. Sentí que regresaba un poco de intimidad. Este era el hombre que me había dado 20 años de su vida.
El quinto y sexto día, me di cuenta que el sentimiento crecía otra vez. No le platique nada de esto a Marcos. Conforme los días pasaban se le hacia mas dificil cargarme, yo lo sentia asì. Quizás el ejercicio de hacerlo lo estaba haciendo más debil.
Una mañana lo vi que estaba buscando una camisa para ponerse, pero no encontraba nada que le quedara. Solo suspiro y dijo, todas mis camisas me quedan grandes. Es ahí donde me di cuenta que por eso se le habia hecho mas dificil cargarme. Estaba perdiendo mucho peso, estaba muy pero muy delgado.
De repente entendí la razón......estaba sumergido en tanto dolor y amargura en su corazón. Inconscientemente le toque la frente.
Nuestros hijos entraron en ese momento y dijeron, Papá es tiempo que cargues a mamá. El ver a su papá cargar a su mamá todos los días se les había hecho costumbre. Mi esposo me dio un fuerte abrazo. Yo mejor mire hacia otro lado por temor a que esta conmovedora imagen me hiciera cambiar de planes. Entonces me cargo, y empezo a caminar hacia la puerta, su mano acaricio mi cuello, y el me apreto fuerte con sus brazos, justo como el día que nos casamos.
Pero su estado físico me causo tristeza. Ese día, cuando me cargo sentí que no se podía ni mover. Nuestros hijos ya se habían ido a la escuela. Me abrazo fuerte y me dijo, nunca me di cuenta que a nuestra vida le hacía falta algo así.
Me fui a trabajar.....salte fuera del taxi queriendole y pidiendole al taxista que no se fuera.
Temía que en cualquier momento podría cambiar de opinión.....subí las escaleras, Marcos abrió la puerta y le dije, Lo siento mucho pero ya no me voy a divorciar.
No podía creer lo que le estaba diciendo, hasta me toco la frente y me pregunto si tenía fiebre. Quite su mano de mi frente y le dije de nuevo. Lo siento Marcos, ya no me voy a divorciar. Mi matrimonio era muy aburrido porque ni el ni yo supimos apreciar los pequeños detalles de nuestras vidas. No porque ya no nos amaramos. Ahora me doy cuenta que cuando nos casamos y me cargo por primera vez esa responsabilidad era suya hasta que la muerte nos separe.
Marcos en este momento salió del shock y me dio una fuerte bofetada, y llorando cerro su puerta. Corriendo baje las escaleras y me fui de ahí.
Pare en una florería, ordene un bonito ramo para mi esposo, que cosas yo era la de las flores, porque no lo se, pero mi corazon me lo ordenaba.
La chica me pregunto que le ponía a la tarjeta. Sonreí y escribí, " quiero que siempre me lle ves en tus brazos hasta que la muerte nos separe"
Esa noche cuando llegue a casa, con las flores en mis manos y una sonrisa en mi cara, subí a nuestro cuarto........solo para encontrar a mi esposo en su cama.....Muerto...Habia callado la enfermedad en su face terminal que lo consumio sin decirme nada...
Los pequeños detalles
es lo que de verdad importa en una relación.
No la mansión, el carro, propiedades o dinero en el banco. Estos crean un falso sentido de felicidad que no lo es todo. Mejor encuentra tiempo para ser el amigo de tu esposo o esposa, y tómense todo el tiempo necesario con esos pequeños detalles que hacen la diferencia. Que tengas un feliz matrimonio y si aún no estas casado que DIOS ponga en tu camino a esa compañera (compañero) que necesitas.
Si no compartes este correo nada te pasara
Pero si decides compartirlo, quizás salves un matrimonio
Muchos de los fracasos en la vida le sucede a gente que no se da cuenta lo cerca que estaban del éxito cuando se dieron por vencidos.