Aquí están los errores más comunes que se comenten al momento de seguir un régimen alimenticio:
Saltarse algunas comidas: resulta fatal porque se rompe con la disciplina básica que dará orden y estructura a una dieta.
Pesarse todos los días no es buena idea: lo mejor es que el médico indique cuándo hacerlo.
No tomar suficiente agua: este líquido es una herramienta básica en la dieta ya que ayuda a expulsar toxinas del cuerpo; por ello es recomendable que se ingieran de seis a ocho vasos diarios.
No desayunar: provoca que el metabolismo corporal se acelere.
Comer sólo ensaladas: alimentarse sólo de vegetales no aporta los nutrimentos esenciales para el organismo. La alimentación se tiene que equilibrar con todos los grupos de alimentos.
No moverse lo suficiente: una dieta necesita acompañarse de ejercicio físico, aunque sea moderadamente, ya sea caminando 20 minutos diarios o practicando algún deporte.
Depender de laxantes y diuréticos es fatal: incluyendo tés para adelgazar; estos harán que el cuerpo no asimile los nutrientes que necesita, ocasionando deshidratación y problemas de salud.
Seguir las famosas “dietas milagro”: al final de cuentas éstas no funcionan y sólo provocarán pérdida de vitaminas, deshidratación y, al poco tiempo, se recuperará el peso perdido.
Tomar pastillas de dieta: son muy peligrosas y sólo deben tomarse bajo prescripción médica.
Comer platillos aburridos: es preferible hacer uso de la gran variedad de alimentos que existen; hay que utilizar la imaginación para prepararlos e, incluso, se pueden incluir postres y pan, aunque no de forma excesiva.
Es importante recalcar que estas recomendaciones no sustituyen la opinión de un médico.
Saltarse algunas comidas: resulta fatal porque se rompe con la disciplina básica que dará orden y estructura a una dieta.
Pesarse todos los días no es buena idea: lo mejor es que el médico indique cuándo hacerlo.
No tomar suficiente agua: este líquido es una herramienta básica en la dieta ya que ayuda a expulsar toxinas del cuerpo; por ello es recomendable que se ingieran de seis a ocho vasos diarios.
No desayunar: provoca que el metabolismo corporal se acelere.
Comer sólo ensaladas: alimentarse sólo de vegetales no aporta los nutrimentos esenciales para el organismo. La alimentación se tiene que equilibrar con todos los grupos de alimentos.
No moverse lo suficiente: una dieta necesita acompañarse de ejercicio físico, aunque sea moderadamente, ya sea caminando 20 minutos diarios o practicando algún deporte.
Depender de laxantes y diuréticos es fatal: incluyendo tés para adelgazar; estos harán que el cuerpo no asimile los nutrientes que necesita, ocasionando deshidratación y problemas de salud.
Seguir las famosas “dietas milagro”: al final de cuentas éstas no funcionan y sólo provocarán pérdida de vitaminas, deshidratación y, al poco tiempo, se recuperará el peso perdido.
Tomar pastillas de dieta: son muy peligrosas y sólo deben tomarse bajo prescripción médica.
Comer platillos aburridos: es preferible hacer uso de la gran variedad de alimentos que existen; hay que utilizar la imaginación para prepararlos e, incluso, se pueden incluir postres y pan, aunque no de forma excesiva.
Es importante recalcar que estas recomendaciones no sustituyen la opinión de un médico.