Existen noticias que marcan nuestras vidas. Hay momentos que son punto de quiebre y hacen que giremos a otra dirección. Estoy segura que lo has experimentado. Probablemente esos instantes al principio te sacaron de balance, interrumpieron tus planes, reescribieron tu guión. A mi me pasó.
Tal vez tuviste que mudarte de casa, cambiar de empleo o hasta de pareja. Sea lo que sea, cuando sucede un evento así, definitivamente algo se mueve en nuestra vida.
Nadie planea su fracaso, su tristeza, la muerte de la gente que ama, una injusticia, una enfermedad, una ruptura. Pero sin embargo, sucede. Entre ese dolor existen muchas enseñanzas entretejidas que van de la mano con nuestro crecimiento personal.
No dejaremos de sufrir que nos cambien los planes, hasta que aceptemos, entendamos y honremos que el Universo se mueve de forma misteriosa. Que todo tiene su momento y tiempo perfecto. Que todo es para nuestro beneficio y evolución. Que todo lo que nos sucede tiene un para qué de fondo.
Aún y cuando pongamos toda nuestra intención para generar la vida que deseamos, el hecho de estar viviendo algo que no soñamos, ese PLAN B, también nos puede dar tranquilidad y paz al descubrir qué es lo que hay detrás.
Cuando mi papá estaba secuestrado, sólo pensaba en el porqué estaba sucediendo. Díasmás tarde lo descubro y lo sigo descubriendo, una y otra vez. Cuando evolucionas, hay más luz, se abren más puertas, te liberas de mucha carga cuando te avientas al vacío y pones tu vida en manos de “Alguien más arriba”.
Cada camino es diferente. Algunos más largos, otros más cortos. No podemos vivir el de otros. Algunos están rodeados de frondosos árboles, en otros no se alcanza a ver nada. Todos los caminos enseñan, de cada pisada se aprende, a pesar de que de pronto nos hagan girar de dirección.
Estoy empezando una etapa importante en mi vida. Ahora soy madre. Estoy fluyendo con esos “cambios de planes” y puedo asegurarte que a pesar de que no sé exactamente lo que hay detrás de la pared, sé que vienen cosas realmente maravillosas. Hace muchos años me frustraba por ese “no sé qué va a pasar”. Hoy me asombro y lo disfruto.
Si te cambian los planes, agradece y descubre el mensaje que hay detrás. No te pelees con la vida, ni con Dios ni con las personas. No todo lo que no sucede se puede razonar.
Hay momentos para sentirlos, para gozarlos y para hacer que valgan la pena. Incluso en el dolor, en la incertidumbre o en la dificultad puedes observar la luz.
Detente un poco y afirma con plena confianza y seguridad que el presente es lo más importante que tienes y que lo que venga sea lo mejor, lo que necesitas y lo que más te va a ayudar para seguir conectándote con tu felicidad y así cumplir tu propósito en este planeta.
Con cariño,
Mel
Tal vez tuviste que mudarte de casa, cambiar de empleo o hasta de pareja. Sea lo que sea, cuando sucede un evento así, definitivamente algo se mueve en nuestra vida.
Nadie planea su fracaso, su tristeza, la muerte de la gente que ama, una injusticia, una enfermedad, una ruptura. Pero sin embargo, sucede. Entre ese dolor existen muchas enseñanzas entretejidas que van de la mano con nuestro crecimiento personal.
No dejaremos de sufrir que nos cambien los planes, hasta que aceptemos, entendamos y honremos que el Universo se mueve de forma misteriosa. Que todo tiene su momento y tiempo perfecto. Que todo es para nuestro beneficio y evolución. Que todo lo que nos sucede tiene un para qué de fondo.
Aún y cuando pongamos toda nuestra intención para generar la vida que deseamos, el hecho de estar viviendo algo que no soñamos, ese PLAN B, también nos puede dar tranquilidad y paz al descubrir qué es lo que hay detrás.
Cuando mi papá estaba secuestrado, sólo pensaba en el porqué estaba sucediendo. Díasmás tarde lo descubro y lo sigo descubriendo, una y otra vez. Cuando evolucionas, hay más luz, se abren más puertas, te liberas de mucha carga cuando te avientas al vacío y pones tu vida en manos de “Alguien más arriba”.
Cada camino es diferente. Algunos más largos, otros más cortos. No podemos vivir el de otros. Algunos están rodeados de frondosos árboles, en otros no se alcanza a ver nada. Todos los caminos enseñan, de cada pisada se aprende, a pesar de que de pronto nos hagan girar de dirección.
Estoy empezando una etapa importante en mi vida. Ahora soy madre. Estoy fluyendo con esos “cambios de planes” y puedo asegurarte que a pesar de que no sé exactamente lo que hay detrás de la pared, sé que vienen cosas realmente maravillosas. Hace muchos años me frustraba por ese “no sé qué va a pasar”. Hoy me asombro y lo disfruto.
Si te cambian los planes, agradece y descubre el mensaje que hay detrás. No te pelees con la vida, ni con Dios ni con las personas. No todo lo que no sucede se puede razonar.
Hay momentos para sentirlos, para gozarlos y para hacer que valgan la pena. Incluso en el dolor, en la incertidumbre o en la dificultad puedes observar la luz.
Detente un poco y afirma con plena confianza y seguridad que el presente es lo más importante que tienes y que lo que venga sea lo mejor, lo que necesitas y lo que más te va a ayudar para seguir conectándote con tu felicidad y así cumplir tu propósito en este planeta.
Con cariño,
Mel