LA RIFA DE LA VIDA.
La vida es como una rifa en donde se reparten varios premios… primero, segundo, tercero… En la rifa de Dios tú te ganaste el primero y gran premio.
La vida es el gran premio, todos los demás vienen después del primero. El lugar donde naciste; los padres que te engendraron y los hermanos que te acompañaron; los amigos que has encontrado; la religión que te toco conocer y profesar; la carrera que estudiaste y el trabajo que aprendiste; la pareja que escogiste para compartir el gran premio y los hijos que tuviste; los paisajes que admiras. Todos estos dones de Dios son segundos, terceros o cuartos premios.
Todos estos dones no se pueden dar sin la vida, vienen en el mismo paquete. Es mas, ni los valores espirituales ni materiales tienen sentido fuera de la vida… el amor, el perdón, la justicia.
Da gracias a Dios porque a ti te toco el gran premio de la vida. Por eso apenas al despertar, cuando abras los ojos por primera vez en el día y comience tu vida en la mañana, enseguida de tomar conciencia del día y comience tu vida en la mañana, enseguida de tomar conciencia del día que amanece, elevas tu mente a Dios y emprendes la jornada con esta oración en el silencio de tu corazón: estoy vivo… Gracias, Dios, por la vida.
Tomado del libro “La vida es un Paseo”.
Ricardo Bulmez.
La vida es como una rifa en donde se reparten varios premios… primero, segundo, tercero… En la rifa de Dios tú te ganaste el primero y gran premio.
La vida es el gran premio, todos los demás vienen después del primero. El lugar donde naciste; los padres que te engendraron y los hermanos que te acompañaron; los amigos que has encontrado; la religión que te toco conocer y profesar; la carrera que estudiaste y el trabajo que aprendiste; la pareja que escogiste para compartir el gran premio y los hijos que tuviste; los paisajes que admiras. Todos estos dones de Dios son segundos, terceros o cuartos premios.
Todos estos dones no se pueden dar sin la vida, vienen en el mismo paquete. Es mas, ni los valores espirituales ni materiales tienen sentido fuera de la vida… el amor, el perdón, la justicia.
Da gracias a Dios porque a ti te toco el gran premio de la vida. Por eso apenas al despertar, cuando abras los ojos por primera vez en el día y comience tu vida en la mañana, enseguida de tomar conciencia del día y comience tu vida en la mañana, enseguida de tomar conciencia del día que amanece, elevas tu mente a Dios y emprendes la jornada con esta oración en el silencio de tu corazón: estoy vivo… Gracias, Dios, por la vida.
Tomado del libro “La vida es un Paseo”.
Ricardo Bulmez.