En lo referente a los problemas que surgen en el trato con los demás hay un objetivo prioritario, sobre todo si trabajas a la velocidad de la vida: dar con una solución rápida y definitiva que cumpla con los objetivos del trabajo y de las personas involucradas en el problema. Ahora, ya sabes adónde pretendes llegar y tendrás conciencia de que no habrás tenido éxito hasta que cumplas con la totalidad del objetivo.
La gente no cambia.- Lo primero antes de pretender tratar con personas difíciles, es convencerse de una realidad indiscutible: no las vas a cambiar. Es decir, no vas a cambiar su forma de ser. Cuando hayas aceptado esta verdad, tu nivel de tolerancia se incrementará de una forma espectacular. Es probable que empieces a pensar que esas personas con las que antes chocabas, simplemente no son como tú. Sin embargo, no te desesperes, hay algo que si puedes modificar de esas personas. Con su colaboración, podrás cambiar su comportamiento.
Cambia el enfoque.- Nos molesta y entristece que otras personas no cambien porque creemos que sí pueden hacerlo. Vemos frustrada nuestra expectativa de conseguir una persona a nuestra medida. ¿Por qué no probar un enfoque distinto? Lo que sí puedes es animarles a que modifiquen su comportamiento. Así, si eres una persona ordenada y te enfrentas a un desordenado, comenta: "Sé que no eres una persona ordenada, pero...¿Podrías ser una persona desordenada que, de vez en cuando, cuelga las toallas en el toallero?". Realizar una petición concreta es de gran ayuda, aunque no debes realizarla más de dos o tres veces. De esta manera, reduces tus expectativas y, al no esperar que el 100% de las cosas estén ordenadas, te satisfará ver un 75% sí lo está. Además, la persona se siente aceptada en lo esencial y la petición no le ofende ni crea resentimiento.
Con cariño,
Mel.
La gente no cambia.- Lo primero antes de pretender tratar con personas difíciles, es convencerse de una realidad indiscutible: no las vas a cambiar. Es decir, no vas a cambiar su forma de ser. Cuando hayas aceptado esta verdad, tu nivel de tolerancia se incrementará de una forma espectacular. Es probable que empieces a pensar que esas personas con las que antes chocabas, simplemente no son como tú. Sin embargo, no te desesperes, hay algo que si puedes modificar de esas personas. Con su colaboración, podrás cambiar su comportamiento.
Cambia el enfoque.- Nos molesta y entristece que otras personas no cambien porque creemos que sí pueden hacerlo. Vemos frustrada nuestra expectativa de conseguir una persona a nuestra medida. ¿Por qué no probar un enfoque distinto? Lo que sí puedes es animarles a que modifiquen su comportamiento. Así, si eres una persona ordenada y te enfrentas a un desordenado, comenta: "Sé que no eres una persona ordenada, pero...¿Podrías ser una persona desordenada que, de vez en cuando, cuelga las toallas en el toallero?". Realizar una petición concreta es de gran ayuda, aunque no debes realizarla más de dos o tres veces. De esta manera, reduces tus expectativas y, al no esperar que el 100% de las cosas estén ordenadas, te satisfará ver un 75% sí lo está. Además, la persona se siente aceptada en lo esencial y la petición no le ofende ni crea resentimiento.
Con cariño,
Mel.