Quiza muchas de ustedes ya han pasado por esta etapa, yo la estoy comenzando, me di cuenta que en la medida que mi nena desarrollo mas su lenguaje, me dice mas cosas, me contesta cuando tengo una negativa para ella o cuando no la dejo hacer ciertas cosas, me cuestiona muchisimo y se enoja, no llora ni patalea, pero se pone muy energica en lo que desea y ya no se como manejarlo, pues gritar o golpear (nalgadita) no creo solucionara el problema.
Me mantengo firme y medio llora y se pone seria, ¿es normal y transitorio?
Encontre este parrafo, pero me gustaria mucho sus sugerencias si han pasado por esto.
Mi hijo no me hace caso. No se deja vestir. No quiere irse a dormir. Se enfurece cuando le impedimos algo. Hace berrinches. Tiene rabietas. No acepta límites, etc, etc...Ya no sabemos qué hacer.
Aunque resulte paradójico, debemos entender la rebeldía, la desobediencia, el negativismo, las rabietas y los berrinches como signos positivos y expresivos de una personalidad en formación. Hemos comentado en otras oportunidades que esta etapa del desarrollo se evidencia alrededor de los 2 años.
Si un niño a esta edad no da ninguna señal de oposición- entrega sus juguetes con demasiada facilidad, no se ofende, no protesta ni se defiende cuando le sacan o le niegan algo- debemos preocuparnos: ese niño tiene miedo de exponerse. En el mejor de los casos, necesita mantener en secreto sus verdaderos deseos. En el peor de los casos, ya no sabe lo que desea o ya no desea.
Después de explicar estos aspectos fundamentales para la comprensión del desarrollo de la personalidad en el niño, podemos ocuparnos de las dificultades de los padres durante estos períodos del NO.
El primer paso para abordar el tema
Lo primero es reconocer lo complicado que resulta para los padres y/o educadores vérselas con unos niños que- a pesar de la torpeza, la inmadurez y la impulsividad propias de la edad- intentan comunicar su gusto, sus ganas, sus necesidades, su vitalidad, su ritmo, su desacuerdo, como pueden.
No queremos sofocar la expresividad del niño. Tampoco debemos dejarlo librado a sus impulsos. Cualquiera de estas dos posiciones termina siendo destructivas y llevan a la enfermedad.
¿Significa esto que hay que dejar actuar al niño según sus antojos?
Por supuesto que no. ¿Es posible respetar su individualidad sin dejar de ejercer la autoridad? Por supuesto que sí. Un niño que se siente respetado, respeta; si se siente engañado, miente. Un niño que se siente escuchado, escucha; sabe que hablar vale la pena. Un niño al que se le dan razones verdaderas y válidas, aprende que nadie - no sólo él- puede hacer todo lo que quiere en cualquier momento.
Una pregunta a modo de ayuda
¿Cómo les gustaría ser tratados a ustedes cuando desean muy intensamente algo de lo cual se tienen que privar? Los niños quieren y necesitan saber porqué no pueden hacer lo que les da la gana. Exigen respuestas sinceras.
Me mantengo firme y medio llora y se pone seria, ¿es normal y transitorio?
Encontre este parrafo, pero me gustaria mucho sus sugerencias si han pasado por esto.
Mi hijo no me hace caso. No se deja vestir. No quiere irse a dormir. Se enfurece cuando le impedimos algo. Hace berrinches. Tiene rabietas. No acepta límites, etc, etc...Ya no sabemos qué hacer.
Aunque resulte paradójico, debemos entender la rebeldía, la desobediencia, el negativismo, las rabietas y los berrinches como signos positivos y expresivos de una personalidad en formación. Hemos comentado en otras oportunidades que esta etapa del desarrollo se evidencia alrededor de los 2 años.
Si un niño a esta edad no da ninguna señal de oposición- entrega sus juguetes con demasiada facilidad, no se ofende, no protesta ni se defiende cuando le sacan o le niegan algo- debemos preocuparnos: ese niño tiene miedo de exponerse. En el mejor de los casos, necesita mantener en secreto sus verdaderos deseos. En el peor de los casos, ya no sabe lo que desea o ya no desea.
Después de explicar estos aspectos fundamentales para la comprensión del desarrollo de la personalidad en el niño, podemos ocuparnos de las dificultades de los padres durante estos períodos del NO.
El primer paso para abordar el tema
Lo primero es reconocer lo complicado que resulta para los padres y/o educadores vérselas con unos niños que- a pesar de la torpeza, la inmadurez y la impulsividad propias de la edad- intentan comunicar su gusto, sus ganas, sus necesidades, su vitalidad, su ritmo, su desacuerdo, como pueden.
No queremos sofocar la expresividad del niño. Tampoco debemos dejarlo librado a sus impulsos. Cualquiera de estas dos posiciones termina siendo destructivas y llevan a la enfermedad.
¿Significa esto que hay que dejar actuar al niño según sus antojos?
Por supuesto que no. ¿Es posible respetar su individualidad sin dejar de ejercer la autoridad? Por supuesto que sí. Un niño que se siente respetado, respeta; si se siente engañado, miente. Un niño que se siente escuchado, escucha; sabe que hablar vale la pena. Un niño al que se le dan razones verdaderas y válidas, aprende que nadie - no sólo él- puede hacer todo lo que quiere en cualquier momento.
Una pregunta a modo de ayuda
¿Cómo les gustaría ser tratados a ustedes cuando desean muy intensamente algo de lo cual se tienen que privar? Los niños quieren y necesitan saber porqué no pueden hacer lo que les da la gana. Exigen respuestas sinceras.