MAZATLÁN._ Sólo porque su hijastro de apenas 2 años con 11 meses no dejaba de llorar, Érick Rodolfo Álvarez Tapia arremetió contra éste con un palo de escoba y un bate de plástico, hasta mandarlo malherido a un hospital donde falleció la tarde del pasado sábado.
Álvarez Tapia, quien dijo tener 26 años y que es originario de Saltillo, Coahuila, fue detenido por agentes de la Unidad Modelo de Investigación Policial y de la Policía Ministerial del Estado, acusado de dar muerte al niño Máximo Alexander "N".
Sergio Avendaño Coronel, subprocurador de Justicia en la zona sur del estado, informó que el presunto homicida dijo ser "novio" de la madre del menor, de nombre Alejandra Aranda Cavazos, de 21 años, también originaria de Coahuila.
El funcionario dijo que según las indagatorias el mes de marzo la pareja llegó sola a Mazatlán, donde abrieron un negocio de venta de radio-celulares que se ubica en la Zona Dorada, y que rentaron un departamento en el fraccionamiento Sábalo-Country.
De acuerdo con la declaración de la pareja, fue hasta el viernes que el niño Máximo Alexander arribó a Mazatlán, por lo que al extrañar a sus abuelos, con quienes según pasó la mayor parte de su vida, comenzó a llorar de manera inconsolable.
Esto originó que Álvarez Tapia supuestamente agarrara al menor a patadas cuando se encontraban afuera del negocio.
La mañana del sábado las agresiones hacia el indefenso niño subieron de tono, ya que estando en el departamento que rentaba la pareja, el sujeto se "cansó" de escuchar llorar a Máximo Alexander "N", a quien comenzó a golpear brutalmente con un palo de escoba de aproximadamente un metro,
así como un bate de plástico duro de color naranja.
Horas después los golpes internos hicieron estragos en el pequeño cuerpo del menor quien comenzó a sentir dolores intensos en su estómago, por lo que fue medicado por su madre y su padrastro quienes a toda costa buscaban evitar que las autoridades se dieran cuenta de la agresión.
Sin embargo, por la tarde del sábado el estado de salud del menor empeoró por lo que fue llevado por la pareja de inmediato al Instituto Mexicano del Seguro Social de Ejército Mexicano, donde se informó que murió a consecuencia de roturas de las asas intestinales provocadas por los golpes que le propinó su padrastro.
"El menor presentó los síntomas la mañana del sábado y ellos quisieron detener los síntomas con paracetamol y otros medicamentos; según los resultados de estudios lo golpeó con un palo de escoba y con los pies le daba patadas, porque el niño lloraba mucho y le molestaba esa situación", expresó el Subprocurador.
Indicó que luego de darse cuenta de que el niño había muerto debido a los golpes, la pareja intentó huir de Mazatlán, sin embargo, fue detenida por
elementos de la UMIP y de la PME antes de que abandonaran el puerto.
En los interrogatorios, presidido por el agente del Ministerio Público especializado en homicidios dolosos, los inculpados se señalaban mutuamente como responsables del hecho, pero Érick Rodolfo aceptó haber matado a su hijastro debido a que lo "molestaba con su llanto", por lo cual la madre fue dejada en libertad bajo las reservas de ley.
El presunto homicida del menor fue internado a las 2:30 horas de ayer en el Cecjude Mazatlán, donde bajo la causa 75/2010, quedó a disposición del Juzgado Tercero del Ramo Penal acusado por el delito de homicidio agravado.
Delito que según las leyes penales de Sinaloa, es considerado como grave por lo que el presunto asesino podría alcanzar una pena carcelaria que va de los 22 a los 50 años, según el criterio del juzgador que tome las riendas del caso.
Álvarez Tapia, quien dijo tener 26 años y que es originario de Saltillo, Coahuila, fue detenido por agentes de la Unidad Modelo de Investigación Policial y de la Policía Ministerial del Estado, acusado de dar muerte al niño Máximo Alexander "N".
Sergio Avendaño Coronel, subprocurador de Justicia en la zona sur del estado, informó que el presunto homicida dijo ser "novio" de la madre del menor, de nombre Alejandra Aranda Cavazos, de 21 años, también originaria de Coahuila.
El funcionario dijo que según las indagatorias el mes de marzo la pareja llegó sola a Mazatlán, donde abrieron un negocio de venta de radio-celulares que se ubica en la Zona Dorada, y que rentaron un departamento en el fraccionamiento Sábalo-Country.
De acuerdo con la declaración de la pareja, fue hasta el viernes que el niño Máximo Alexander arribó a Mazatlán, por lo que al extrañar a sus abuelos, con quienes según pasó la mayor parte de su vida, comenzó a llorar de manera inconsolable.
Esto originó que Álvarez Tapia supuestamente agarrara al menor a patadas cuando se encontraban afuera del negocio.
La mañana del sábado las agresiones hacia el indefenso niño subieron de tono, ya que estando en el departamento que rentaba la pareja, el sujeto se "cansó" de escuchar llorar a Máximo Alexander "N", a quien comenzó a golpear brutalmente con un palo de escoba de aproximadamente un metro,
así como un bate de plástico duro de color naranja.
Horas después los golpes internos hicieron estragos en el pequeño cuerpo del menor quien comenzó a sentir dolores intensos en su estómago, por lo que fue medicado por su madre y su padrastro quienes a toda costa buscaban evitar que las autoridades se dieran cuenta de la agresión.
Sin embargo, por la tarde del sábado el estado de salud del menor empeoró por lo que fue llevado por la pareja de inmediato al Instituto Mexicano del Seguro Social de Ejército Mexicano, donde se informó que murió a consecuencia de roturas de las asas intestinales provocadas por los golpes que le propinó su padrastro.
"El menor presentó los síntomas la mañana del sábado y ellos quisieron detener los síntomas con paracetamol y otros medicamentos; según los resultados de estudios lo golpeó con un palo de escoba y con los pies le daba patadas, porque el niño lloraba mucho y le molestaba esa situación", expresó el Subprocurador.
Indicó que luego de darse cuenta de que el niño había muerto debido a los golpes, la pareja intentó huir de Mazatlán, sin embargo, fue detenida por
elementos de la UMIP y de la PME antes de que abandonaran el puerto.
En los interrogatorios, presidido por el agente del Ministerio Público especializado en homicidios dolosos, los inculpados se señalaban mutuamente como responsables del hecho, pero Érick Rodolfo aceptó haber matado a su hijastro debido a que lo "molestaba con su llanto", por lo cual la madre fue dejada en libertad bajo las reservas de ley.
El presunto homicida del menor fue internado a las 2:30 horas de ayer en el Cecjude Mazatlán, donde bajo la causa 75/2010, quedó a disposición del Juzgado Tercero del Ramo Penal acusado por el delito de homicidio agravado.
Delito que según las leyes penales de Sinaloa, es considerado como grave por lo que el presunto asesino podría alcanzar una pena carcelaria que va de los 22 a los 50 años, según el criterio del juzgador que tome las riendas del caso.