Tus hijos no son tus hijos.
Son los hijos e hijas del anhelo de la Vida por sí misma.
Vienen a través vuestro, pero no de usted,
Y aunque están con usted pero que no pertenecen a usted.
Usted puede darles tu amor, pero no tus pensamientos,
Porque ellos tienen sus propios pensamientos.
Es posible que la casa de sus cuerpos, pero no sus almas,
Para sus almas habitan en la casa del mañana,
que no se puede visitar, ni siquiera en sus sueños.
Puedes tratar de ser como ellos,
pero no tratar de que ellos sean como usted.
Para que la vida no retrocede ni se entretiene con el ayer.
Tú eres el arco del que tus hijos
como flechas vivientes son enviados.
El arquero ve la marca en el camino del infinito.
Él se inclina y con su fuerza
que su flecha vaya veloz y lejana.
Deje que su flexión en la mano del arquero sea para la alegría;
Porque así como Él ama la flecha que vuela,
así ama también el arco que es estable.
Son los hijos e hijas del anhelo de la Vida por sí misma.
Vienen a través vuestro, pero no de usted,
Y aunque están con usted pero que no pertenecen a usted.
Usted puede darles tu amor, pero no tus pensamientos,
Porque ellos tienen sus propios pensamientos.
Es posible que la casa de sus cuerpos, pero no sus almas,
Para sus almas habitan en la casa del mañana,
que no se puede visitar, ni siquiera en sus sueños.
Puedes tratar de ser como ellos,
pero no tratar de que ellos sean como usted.
Para que la vida no retrocede ni se entretiene con el ayer.
Tú eres el arco del que tus hijos
como flechas vivientes son enviados.
El arquero ve la marca en el camino del infinito.
Él se inclina y con su fuerza
que su flecha vaya veloz y lejana.
Deje que su flexión en la mano del arquero sea para la alegría;
Porque así como Él ama la flecha que vuela,
así ama también el arco que es estable.
Kahlil Gibran