“no te tortures por algo que
no fué posible en el pasado”
Talvez escogiste a la persona
equivocada para casarte.
Talvez te saliste de la mejor empresa donde trabajabas.
Talvez tengas una hija embarazada que se fué de la casa.
No importa lo que hagas, no te tortures.
Apenas sientas, lo que es posible hacer
para conciliar una situación, hazlo.
Si te sientes con culpa, perdónate.
Y, principalmente, comprende que se actuó así porque,
la ocasión, así lo ameritaba o lo requería o simplemente porque no
tuviste madurez para tomar la mejor decisión.
Existe una historia conocida y que me gusta:
Un pescador llegó a la playa de madrugada para trabajar y encontró una bolsita llena de
piedras.
Todavía no amanecía y comenzó a lanzar una por una al mar
en cuanto hacía eso, fué amaneciendo hasta que,
al prepararse a lanzar la última piedra, vió que era preciosa!
Muy arrepentido le comentó el
incidente a un amigo que le dijo:
– Realmente, sería mejor si prestas
más atención a lo que haces, pero todavía te queda la última piedra!
Existen personas que no prestan atención a lo que hacen y luego se pasan
la vida entera arrepentidas por lo que hicieron, y se martirizan por sus
errores.
Si estás actuando así, te dejo un
mensaje especial:
“No malgastes tu tiempo en remordimientos ni en arrepentimientos”.
Reconoce los errores que cometes,
pide disculpas y continúa tu vida.
Aún tienes muchas piedras
preciosas en el corazón:
muchos momentos bonitos para vivir
y muchos errores por cometer.
Aprovecha las oportunidades y disfruta plenamente la vida, y si crees
que de repente vas por un mal camino, y estas decidido a cambiar y tu solo tu
crees en ti, cambia y rectifica...
Esos son regalos de Dios para tí!!,
A mi todavía me queda una piedra y la voy a cuidar con todas mis
fuerzas...
no fué posible en el pasado”
Talvez escogiste a la persona
equivocada para casarte.
Talvez te saliste de la mejor empresa donde trabajabas.
Talvez tengas una hija embarazada que se fué de la casa.
No importa lo que hagas, no te tortures.
Apenas sientas, lo que es posible hacer
para conciliar una situación, hazlo.
Si te sientes con culpa, perdónate.
Y, principalmente, comprende que se actuó así porque,
la ocasión, así lo ameritaba o lo requería o simplemente porque no
tuviste madurez para tomar la mejor decisión.
Existe una historia conocida y que me gusta:
Un pescador llegó a la playa de madrugada para trabajar y encontró una bolsita llena de
piedras.
Todavía no amanecía y comenzó a lanzar una por una al mar
en cuanto hacía eso, fué amaneciendo hasta que,
al prepararse a lanzar la última piedra, vió que era preciosa!
Muy arrepentido le comentó el
incidente a un amigo que le dijo:
– Realmente, sería mejor si prestas
más atención a lo que haces, pero todavía te queda la última piedra!
Existen personas que no prestan atención a lo que hacen y luego se pasan
la vida entera arrepentidas por lo que hicieron, y se martirizan por sus
errores.
Si estás actuando así, te dejo un
mensaje especial:
“No malgastes tu tiempo en remordimientos ni en arrepentimientos”.
Reconoce los errores que cometes,
pide disculpas y continúa tu vida.
Aún tienes muchas piedras
preciosas en el corazón:
muchos momentos bonitos para vivir
y muchos errores por cometer.
Aprovecha las oportunidades y disfruta plenamente la vida, y si crees
que de repente vas por un mal camino, y estas decidido a cambiar y tu solo tu
crees en ti, cambia y rectifica...
Esos son regalos de Dios para tí!!,
A mi todavía me queda una piedra y la voy a cuidar con todas mis
fuerzas...